El contexto en Oriente Próximo sigue generando temores sobre presiones inflacionistas adicionales

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Renta 4 | Caídas en la apertura (futuros Eurostoxx -0,7%, futuros S&P -0,2%), recogiendo los retrocesos en Wall Street después del cierre europeo (-0,7%/-0,8% en S&P y Nasdaq). De fondo, unas TIRes que marcan nuevos máximos esta mañana en EE.UU.: 2 años en 5,25% (+20 pb en la semana) y 10 años en 4,96% (+35 pb en la semana).

Los mercados siguen pendientes del conflicto Israel-Hamás, con subidas adicionales en oro (+1% ayer, +6% desde el inicio del conflicto) y en crudo (Brent +2% y +8% respectivamente).

Irán pidió ayer a los países islámicos un embargo completo sobre Israel, incluido petróleo. Aunque el impacto sería limitado, al no ser Israel un gran importador, la creciente tensión despierta los temores a una escalada del conflicto a nivel regional con implicación de Irán (5% de la producción global de crudo) que incluso pueda generar problemas en el transporte a través del Estrecho de Ormuz (aproximadamente un 20% del comercio global de crudo pasa por el mismo). A esto recordamos que se le podría sumar la decisión de Arabia Saudí (13% de la producción global) de posponer la devolución de crudo al mercado, prevista para principios de 2024.

De cara al futuro, habrá que tener también en cuenta el levantamiento de sanciones a Venezuela por parte de EE.UU. (inicialmente por seis meses), lo que podría suponer su vuelta a los mercados energéticos, siempre y cuando respete las condiciones del acuerdo, que compromete a Venezuela a celebrar elecciones libres y justas el próximo año.

El contexto en Oriente Próximo sigue generando temores sobre presiones inflacionistas adicionales. Aun con todo, la moderación del IPC de la Eurozona en septiembre (general 4,3% i.a., subyacente 4,5% i.a.) avala la idea de mantenimiento de tipos la próxima semana (BCE 26-octubre), a la espera de nuevos datos y de la actualización de previsiones en la reunión del 14-diciembre. En este sentido, habrá que seguir vigilando la persistente presión sobre los precios de servicios y alimentos, a la que se suma un contexto energético cada vez más complicado. Todo ello, junto al hecho de que la inflación sigue alejada del objetivo del 2%, que no se espera alcanzar al menos hasta 2025, podría retrasar en el tiempo el inicio de las bajadas de tipos (actualmente el mercado descuenta el inicio de bajadas para julio-2024).

En el plano macro, hoy tendremos algunas referencias de interés en EE.UU., donde podríamos ver datos mixtos: fortaleza en el mercado laboral (sólido desempleo semanal) y ligera mejora en la encuesta manufacturera de la Fed de Filadelfia de octubre, mientras que el índice de indicadores líderes podría mantener su caída.

Ayer el Libro Beige que servirá para preparar la reunión de la Fed del 1 de noviembre apuntó a que no ha habido grandes cambios en la actividad económica desde el anterior informe. Se reducen aún más las probabilidades de una nueva subida de tipos de +25 pb en la reunión del 1-noviembre (5%) ante los nuevos avances en las TIRes que le están haciendo a la Fed el trabajo de tensionamiento monetario. La probabilidad de una subida adicional de cara a fin de año ha subido algo tras los robustos datos de consumo de esta semana (55% vs 35% previo).

Con respecto a la jornada de ayer, lo más destacable fue el dato de inflación de septiembre en Reino Unido, que resultó mayor de lo esperado, mostrando su resistencia a moderarse y manteniéndose en niveles muy elevados (general 6,7% estable vs 6,6%e, subyacente 6,1% que supone una muy tímida moderación vs 6,2% previo). Tras el dato, el mercado eleva la probabilidad de +25 pb adicionales a 5,5% por parte del BoE de cara a fin de año hasta algo más del 60%.