Renta 4 | Caídas en la apertura europea (futuros Eurostoxx -1%, futuros S&P -0,6%), recogiendo los retrocesos de ayer en Wall Street, especialmente intensas en el tecnológico Nasdaq (ayer -2,5%, futuros hoy -1% adicional) ante el fuerte repunte de TIRes (después de una débil demanda en subasta de bonos a 5 años) que devuelve el 10 años al nivel del 5% (ayer T-bond +13 pb hasta 4,96%). Los resultados de Meta Platforms, ayer después del cierre, fueron recogidos con ligeras caídas en los mercados fuera de hora (-3%, pero -8% desde máximos del día) al apuntar a un incierto 2024 en términos de ingresos ante la desaceleración macroeconómica. Hoy contaremos con las cifras de Amazon, mientras que en España será el turno de Repsol, Iberdrola, Banco Sabadell, Global Dominion, Fluidra e Inmobiliaria del Sur.
En el plano macro, la sesión de hoy estará protagonizada por la reunión del BCE (decisión de tipos 14:15h, comparecencia de Lagarde 14:45h) así como por datos macro relevantes como es el PIB 3T23 Estados Unidos, que podría acelerarse con intensidad (+4,5%e vs +2,1% anterior de la mano de un muy sólido consumo privado +4,0%e vs +0,8% anterior), manteniendo la presión al alza sobre las TIRes.
En lo que respecta al BCE, esperamos mantenimiento de tipos (depósito 4,0%, repo 4,5%), por primera vez después de más de un año de subidas, y en un contexto de continuidad en la moderación del IPC de la Eurozona en septiembre (general 4,3% i.a., subyacente 4,5% i.a.) tras +450 pb de subida de tipos desde julio 2022, y a la espera de nuevos datos y de la actualización del cuadro macro en la reunión del 14-diciembre. El consenso descuenta que el BCE ya habría alcanzado el techo de tipos (apenas 10% de probabilidad de +25pb adicionales), basándose en: 1) el mercado le está haciendo el trabajo de tensionamiento monetario con el notable repunte de TIRes (TIR 10 años +25 pb, +30 pb y +50 pb en Alemania, España e Italia, respectivamente, desde la reunión del BCE del 14- septiembre en la que elevó tipos +25 pb); 2) las subidas de tipos ya se están trasladando a la economía real (negativos PMIs de octubre conocidos en la Eurozona a principios de semana y encuesta de préstamos bancariosque apunta a que la restricción monetaria se estaría trasladando de forma adecuada a la economía real, esperándose que alcance su punto álgido a principios de 2024).
Aun con todo, esperamos que el BCE mantenga un sesgo “hawkish” en su discurso, no cerrando la puerta a subidas adicionales de tipos en caso necesario y probablemente refiriéndose a la reducción de balance, con el objetivo de salvaguardar su credibilidad en la lucha contra la inflación. En este sentido, habrá que seguir vigilando la persistente presión sobre los precios de servicios y alimentos, a la que se suma un contexto energético cada vez más complicado (riesgo de intensificación del conflicto geopolítico en Oriente Medio que retrase la vuelta al objetivo del 2% de inflación de 2025 a 2026). Todo ello podría retrasar en el tiempo el inicio de las bajadas de tipos (actualmente el mercado descuenta el inicio de bajadas para junio-2024). Esperamos que el BCE reitere su compromiso con tipos de interés restrictivos durante un periodo de tiempo suficiente para devolver la inflación a su objetivo.
Veremos también, en un entorno de creciente presión a la baja sobre el crecimiento europeo, cuál es su visión al respecto, especialmente tras los últimos datos que apuntan a riesgo de crecimiento negativo en 3T23 en la Eurozona, lo que podría hacer que la rebaja de sus previsiones de septiembre (hasta +0,7% en 2023, +1% en 2024 y +1,5% en 2025) fuese insuficiente.
Estaremos asimismo pendientes de cualquier referencia a la evolución del balance, en la medida en que el BCE podría considerar que el actual balance es inconsistente con sus objetivos de inflación. En este sentido, recordamos que el BCE hasta el momento mantiene la reinversión del PEPP hasta finales de 2024. Veremos si en los próximos meses hay cambios en este sentido u opta por otras alternativas como vender bonos del APP, aunque en cualquier caso deberá también tener en cuenta los efectos que esto podría originar en los mercados de deuda, especialmente en el actual contexto de TIRes en máximos y elevados niveles de deuda pública (especial atención a Italia, prima de riesgo 204 pb). El hecho de no tener un acuerdo europeo sobre el pacto de estabilidad y crecimiento podría generar una mayor presión sobre la política monetaria.