La crisis de confianza de la banca en EEUU sigue viva: PacWest reconoce haber perdido casi el 10% de sus depósitos (2.000 M$) la semana pasada

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una nueva sesión en la que la crisis de confianza por la que atraviesa el sector bancario estadounidense volvió a “entrar en juego”, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer de forma mixta y sin grandes variaciones, tras una jornada de continuas idas y venidas, en las que se movieron en un estrecho intervalo de precios. Cuando todo hacía suponer que sería la reunión del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) el principal foco de atención para los inversores, un comunicado del banco californiano PacWest (PACW-US) en el que reconocía que la semana pasada había perdido casi el 10% de sus depósitos, unos 2.000 millones de dólares, como consecuencia de las tensiones generadas tras la venta del First Republican al JP Morgan (JPM-US), volvió a lastrar el comportamiento de la renta variable, provocando que los futuros de los índices de Wall Street se giraran a la baja, arrastrando tras de sí a los índices europeos, que llegaron a marcar poco después sus niveles más bajos del día. Si bien es verdad que la entidad también dijo que disponía de unos 15.000 millones de dólares en liquidez, cifras que prácticamente triplicaban el volumen de sus depósitos no asegurados, en un principio el comunicado arrastró a la baja a los valores bancarios, tanto a los estadounidenses como a los europeos, valores que, poco a poco, al igual que el mercado en su conjunto, recuperaron algo del terreno perdido, para cerrar el día lejos de sus niveles más bajos de la sesión. Por su parte, los bonos salieron favorecidos de esta situación, volviendo a actuar como activos refugio tanto en Estados Unidos como en Europa, lo que provocó una sensible caída de sus rendimientos, favoreciendo el comportamiento en bolsa de los valores de crecimiento, especialmente de las grandes compañías tecnológicas estadounidenses.

No obstante, y a pesar de su mayor impacto en los mercados, la crisis bancaria estadounidense no fue ayer el único foco de atención para los inversores. Así, y como ya hemos indicado, durante la jornada se reunió el Comité de Política Monetaria del BoE, comité que cumplió con lo esperado, subiendo sus tasas de interés de referencia en 25 puntos básicos, hasta el 4,5%, su nivel más elevado en 15 años. Estando esta actuación descontada por los mercados, lo que más interesaba a los inversores era saber cuáles eran las intenciones futuras de la institución en materia de tipos. En este sentido, del comunicado del Comité se pudo concluir que, de momento, el BoE seguirá subiendo sus tasas de referencia debido al elevado nivel de la inflación en el Reino Unido, al mejor comportamiento de lo esperado de la economía del país, así como a la fortaleza que sigue mostrando el mercado laboral, lo que está provocando tensiones inflacionistas en los salarios. Los bonos, sorprendentemente, reaccionaron mejor que la renta variable tras conocerse las intenciones del BoE en materia de tipos.

Además, ayer se publicaron en Estados Unidos dos importantes cifras macroeconómicas: i) el índice de precios a la producción (IPP) de abril, cuyas tasas de crecimiento interanuales, tanto del índice general como de su subyacente, volvieron a desacelerarse respecto a marzo, mejorando lo esperado por el mercado, algo que consideramos muy positivo ya que, antes o después, este hecho terminará filtrándose al IPC, y ii) las nuevas peticiones de subsidios de desempleo semanales, cifra que es una buena aproximación a la marcha del desempleo semanal, peticiones que repuntaron más de lo esperado, alcanzando su nivel más elevado desde finales de noviembre. Este hecho, que volvió a reactivar el temor de muchos inversores sobre un potencial enfriamiento del crecimiento económico estadounidense, no es una mala noticia, ya que apunta a un mercado laboral que sigue fuerte pero que comienza a relajarse.

Por lo demás, comentar que los inversores siguen muy pendientes de “la batalla” política en Estados Unidos sobre el techo de la deuda, batalla que hoy debería haber tenido un nuevo acto al estar prevista una segunda reunión entre el presidente Biden y los líderes republicanos y demócratas del Congreso, aunque todo parece indicar que la misma se va a retrasar hasta la semana que viene. Si bien la mayoría de los inversores apuesta por un acuerdo de última hora, que evite el impago por parte del Tesoro de Estados Unidos a comienzos del mes de junio, entendemos que este factor, a medida que avance mayo, irá tomando un mayor protagonismo, condicionando, para mal, el comportamiento de los mercados financieros globales.

Hoy esperamos que la sesión bursátil comience ligeramente al alza en Europa, en una jornada en la que la agenda macroeconómica incluye la primera estimación del PIB del 1T2023 del Reino Unido, para el que se espera un ligero avance intertrimestral; la publicación en Francia y España de las lecturas finales del IPC de abril, que no deben conllevar sorpresas y, ya por la tarde y en Estados Unidos, la lectura preliminar de mayo del índice de sentimiento de los consumidores que elabora con periodicidad mensual la Universidad de Michigan, que es un buen indicador adelantado de consumo, de ahí su relevancia para los inversores. También habrá que estar atentos al comportamiento en bolsa de los bancos regionales estadounidenses, cuyo índice cedió ayer algo más del 2%, ya que la crisis de confianza del sector bancario estadounidense, que se daba ya por superada, parece seguir muy “viva”, con todo lo que ello conlleva de incertidumbre.