J. J. Fdez- Figares (Link Securities) | En una jornada que fue de más a menos, los principales índices bursátiles europeos cerraron en su mayoría con ligeros descensos, presionados nuevamente por el repunte de los rendimientos de los bonos. Así, y tras una primera parte de la jornada positiva, en la que la estabilidad de los mercados de bonos y del precio del crudo animaron a los inversores a incrementar sus posiciones de riesgo, los mercados de bonos y de acciones se giraron a la baja tras la publicación a primera hora de la tarde del IPC de septiembre de EEUU. Los analistas esperaban que tanto la inflación general como su subyacente bajaran ligeramente en el mes de septiembre. Si bien el comportamiento del IPC subyacente, que excluye para su cálculo los precios de los alimentos no procesados y de la energía, se comportó tanto en el mes como en términos interanuales tal y como había proyectado el consenso, el IPC general subió ligeramente más en el mes (0,4% vs 0,3% estimado) y se mantuvo estable en términos interanuales en el 3,7%, superando de esta forma el 3,6% que esperaban los analistas. El peor comportamiento de lo esperado de esta variable en el mes, causado principalmente por el repunte de los precios de las gasolinas y de los precios de la vivienda, que siguen resistiéndose a bajar a pesar del incremento de los tipos de interés, fue mal recibido por los mercados de bonos, activos cuyos precios se giraron a la baja tanto en los mercados europeos como en los estadounidenses, mientras que sus rendimientos volvían a repuntar, con más intensidad en Wall Street, hecho que terminó penalizando el comportamiento general de la renta variable en ambas regiones.
Si bien la desviación del IPC general con relación a lo esperado por los analistas fue limitada, de una décima, el hecho de que la inflación no haya continuado descendiendo en el mes de septiembre, tal y como se anticipaba, provocó que en los mercados volviera a coger peso la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) incremente nuevamente sus tasas oficiales antes de que finalice el año. Concretamente, aumentó la probabilidad de que lo haga en la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de diciembre. Este hecho provocó un fuerte repunte de los rendimientos de los bonos estadounidenses a lo largo de toda la curva de tipos, rendimientos que llevaban varios días bajando, y sensibles caídas en los principales índices bursátiles de Wall Street, que cerraron todos ellos con pérdidas, aunque por encima de sus niveles más bajos del día.
Si bien el comportamiento de los bonos seguirá condicionando en gran medida la evolución de la renta variable en el corto plazo, a partir de hoy los inversores dispondrán de una de las referencias más relevantes para su toma de decisiones: los resultados empresariales y las expectativas sobre el comportamiento de los mismos a futuro, ya que comienza de forma oficiosa en Wall Street la temporada de publicación de resultados trimestrales, con tres de los grandes bancos estadounidenses: JP Morgan (JPM-US); Citigroup (C-US) y Wells Fargo (WFC-US) dando a conocer sus cifras.
En principio, y tras dos trimestres consecutivos en los que los beneficios de las compañías integrantes del S&P 500 han caído en tasa interanual, se espera que en el pasado trimestre éstos hayan aumentado ligeramente (+1,3% según el consenso de analistas; -2,8% en el trimestre precedente). Señalar además, que si se excluyen los resultados de las compañías del sector de la energía (se espera que éstos bajen casi el 35% en tasa interanual por los menores precios del crudo), los analistas estiman que los beneficios de las compañías del S&P 500 han aumentado un 6,2% en tasa interanual en el trimestre analizado, lo que compara bien con el crecimiento del 3,6% que experimentaron en el trimestre anterior, también sin tener en cuenta los resultados de las empresas energéticas. Por último, y este tema es muy importante, el consenso espera que en el último trimestre del año los beneficios de las empresas del S&P 500 aumenten por encima del 10% en términos interanuales. En este sentido, señalar que normalmente, para curarse en salud, los analistas suelen revisar a la baja sus estimaciones de resultados según se aproxima el fin del trimestre en cuestión, lo que hace factible que muchas empresas sean capaces de superar lo esperado por este colectivo. No obstante, serán las expectativas de negocio que den a conocer las empresas para los próximos trimestres lo que valorarán los inversores y lo que determinará la reacción en las bolsas de las acciones de las cotizadas.
Para empezar, esperamos que los principales índices europeos comiencen HOY sin tendencia fija, probablemente ligeramente a la baja, con los inversores muy pendientes de variables como el precio del crudo y el dólar, así como de la evolución de los rendimientos de los bonos. Por la tarde, serán los resultados trimestrales de los grandes bancos estadounidenses citados anteriormente y la reacción de los inversores a los mismos y a lo que digan sus gestores sobre el devenir de sus negocios lo que determine la tendencia de cierre semanal en las bolsas europeas y estadounidenses.