La UE recupera las reglas fiscales pre-pandemia (déficit del 3% del PIB y deuda en el 60%), pero con extensiones flexibles de aplicación desde 4 a 7 años

Economía de la Eurozona

Santander Research | Fumata blanca. Finalmente habrá acuerdo fiscal en Europa. Y en un momento delicado de estancamiento económico total en la EZ y de probable auto-impuesta austeridad fiscal en Alemania tras el dictamen del Constitucional. A priori, o al menos a corto plazo, no se trataría de una gran noticia para los mercados de crédito. La UE volverá a aplicar las reglas fiscales suspendidas por la pandemia: déficit del 3% del PIB y deuda en el 60%. Todo tras tres años de suspensión del Pacto de Estabilidad por la pandemia, guerra de Ucrania y crisis energética… y de gastos y niveles de endeudamiento (inicialmente) saltando. Con todo, a primera vista, las reglas incluyen ciertos componentes de flexibilidad (Calviño las definió anoche de “anticíclicas”) con extensiones probables de aplicación desde 4 a 7 años. Todo a la espera de la letra pequeña y el acuerdo en el Parlamento Europeo antes de las elecciones en junio. Europa abre hoy a la baja (Main +1pb) pero probablemente por el impacto del importante proft taking de última hora en EEUU (S&P500 -1,5%). Todo tras una jornada en la que los mercados de crédito en Europa cerraban con ligeros avances en contado y con los índices sintéticos planos (Main +0,5pb). Y en otra jornada además de rally en rates, sobre todo en USTs (10Y -8pb, 2Y -11pb) a pesar del mejor tono económico en EEUU. Y es que los distintos indicadores del 4T sitúan a la economía de EEUU muy lejos del concepto de hard landing. De hecho, ayer la confianza del consumidor (Conference Board) rebotaba 10pt a niveles no vistos desde julio, en la segunda mejor lectura del año. Cuadro similar al dibujado por Michigan este mes. La desinflación y seguramente el efecto riqueza tras un rally inédito de mercados desde el 20 de octubre está teniendo su impacto positivo en la confianza. Además, según el Conference Board, han mejorado tanto las condiciones actuales como las esperadas en relación al mercado laboral y condiciones empresariales. Con todo, nuestros economistas en EEUU nos recuerdan que existe una limitada correlación entre los nuevos planes del consumidor de comprar más viviendas, autos, etc con los niveles actuales de gasto.

Los detalles del acuerdo

El acuerdo político fija un ajuste anual del déficit estructural del 0,4% para los países con una deuda por encima de límite del 60% sobre el PIB. Y se fija un objetivo de déficit del 1,5%, por debajo del límite máximo del 3% sobre el PIB. Pero fija un ritmo de ajuste estructural primario para estos países con alta deuda del 0,4% del PIB anual, por debajo del 0,5% que fijaban las reglas fiscales anteriores, en aras de dar espacio a las inversiones. Además, podrá reducirse al 0,25% en el caso de que el plan de ajuste se extienda de cuatro a siete años (al poder tener en cuenta algunas reformas ya hechas para los fondos Next Generation, aumentan las opciones de poder pautar el desajuste a lo largo de esos siete años). Además, contempla un periodo transitorio, hasta 2027, en el que se excluirán los intereses de la deuda a la hora de calcular la senda del ajuste. En cuanto a la deuda, establece un ritmo de ajuste del 1% al año para países con deuda superior al 90% y del 0,5% para aquellos por debajo del 90% sobre el PIB, pero por encima del límite del 60%.