Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión de moderada actividad, los principales índices bursátiles europeos finalizaron ayer con ligeros avances, por debajo de sus niveles más altos de la jornada y tras moverse durante toda la sesión en un estrecho intervalo de precios. En esta ocasión la apertura al alza de Wall Street, mercado que, como luego comentaremos, fue de menos a más, para cerrar con mucha fuerza en sus niveles máximos del día, no sirvió de catalizador para unas bolsas europeas que se están mostrando incapaces de superar las importantes resistencias a las que se enfrentan sus índices a estos niveles de precios. Es más, ayer creemos que la prudencia mostrada por los inversores durante la jornada, y a pesar de que en general las cifras publicadas por las cotizadas siguieron siendo positivas, está muy relacionada con el temor a que hoy las cifras preliminares del IPC de abril, que se publican en las principales economías de la región, no sean del todo positivas. De ser así, aumentaría la probabilidad de que el BCE, en la reunión de su Consejo de Gobierno de la semana que viene, vuelva a incrementar sus tasas de interés de referencia en medio punto porcentual en lugar de en los 25 puntos básicos que vienen descontando hasta ayer la mayoría de los inversores. Así, parece que lo interpretaron los mercados de bonos, activos que ayer volvieron a ceder terreno, lo que conllevó un importante repunte de sus rendimientos.

La sesión de ayer en Wall Street fue muy diferente, con los inversores apostando nuevamente con fuerza por la renta variable, especialmente por los grandes valores tecnológicos, que ayer volvieron a liderar las alzas en este mercado, lo que propició que todos los índices bursátiles estadounidenses cerraran la jornada con fuertes alzas. El principal catalizador de este gran comportamiento de la renta variable estadounidense ayer fueron los resultados trimestrales, con muchas compañías siendo capaces de superar con holgura lo esperado por los analistas y con bastantes de ellas incluso revisando al alza sus expectativas de resultados para lo que resta de ejercicio. Todo ello a pesar de que la primera estimación del PIB del 1T2023 de Estados Unidos estuvo muy por debajo de lo esperado, al limitarse el crecimiento intertrimestral anualizado de esta variable al 1,1% cuando los analistas esperaban una lectura cercana al 2%. Sin embargo, y como entendieron los inversores, la fortaleza subyacente de esta economía en el trimestre analizado fue superior, con el consumo privado creciendo con mucha fuerza, a una tasa cercana al 4% -el crecimiento del PIB se vio limitado por la fuerte caída de los inventarios empresariales-. De hecho, la reacción de los bonos a la publicación del dato, que fue acompañado por una lectura superior a la esperada del índice de precios del consumo personal (PCE) del trimestre, fue muy negativa, lo que provocó una fuerte subida de los rendimientos de estos activos.

Tras el cierre del mercado otra de las grandes compañías tecnológicas estadounidenses, Amazon (AMZN-US), dio a conocer sus cifras trimestrales que, en un ambiente de euforia, fueron recibidas inicialmente de forma muy positiva por los inversores –superó lo esperado por los analistas tanto a nivel ventas como a nivel beneficio neto-, llegando sus acciones a subir casi el 11% en operaciones fuera de hora. Sin embargo, la cotización de la compañía se giraría posteriormente a la baja, cediendo todo lo ganado, tras comentar sus dirigentes en la conferencia con analistas que el crecimiento del negocio en la nube de la empresa (AWS) se estaba desacelerando. Este giro a la baja de las acciones de Amazon (AMZN-US) es lo que está pesando esta madrugada en el comportamiento de los futuros de los principales índices estadounidenses, que vienen ligeramente a la baja.

No obstante, esperamos que el muy positivo cierre de ayer de Wall Street permita a las bolsas europeas abrir hoy al alza, tal y como ha ocurrido en Asia, donde los principales índices han cerrado la jornada con ganancias. Comentar, por otro lado, que la sesión de hoy presenta una agenda macroeconómica muy intensa. Así, en Europa se publicarán las primeras estimaciones de los PIBs del 1T2023 de varias de las principales economías de la región y de la Eurozona en su conjunto y las lecturas preliminares de abril del IPC de Alemania, Francia y España. En principio se espera que todas las grandes economías de la región se hayan expandido ligeramente en el 1T2023, y que la inflación haya cedido algo en el mes de abril en Alemania y Francia y que haya repuntado en España. Un peor comportamiento de lo esperado de la inflación en estos países sería mal recibido tanto por la renta variable como por la renta fija de la región, ya que ello serviría para consolidar la hipótesis de una nueva alza de medio punto de las tasas oficiales por parte del BCE, cuando reúna a su Consejo de Gobierno el próximo jueves. Además, y en Estados Unidos, esta tarde se darán a conocer los ingresos y gastos personales del mes de marzo, variables que siempre van acompañadas de la publicación del índice de precios del consumo personal (PCE), que es la variable de precios más seguida por los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, el FOMC. El consenso espera que tanto el índice general como su subyacente hayan moderado su crecimiento en términos interanuales, algo que, de ser así, sería bien recibido por unos inversores que descuentan actualmente con una probabilidad superior al 80% que el FOMC volverá a subir sus tasas de interés de referencia en 25 puntos básicos la semana que viene, dando por hecho, también, que éste será su último movimiento en este sentido por el momento. En ello tendrá mucho que “decir” el PCE de abril, de ahí la relevancia que para el comportamiento de los mercados tiene esta variable en el día de HOY.