Las bolsas europeas y estadounidense encadenan tres trimestres a la baja

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los principales índices bursátiles mundiales cerraron el viernes pasado un mes de septiembre y un tercer trimestre muy negativo para sus intereses, con los estadounidenses marcando sus niveles más bajos del año y con los europeos muy cerca de los mismos. De esta forma, las bolsas europeas y estadounidense encadenan tres trimestres consecutivos a la baja, lo que supone una de las peores rachas de los últimos 20 años.

El principal motivo que ha propiciado este comportamiento de los mercados de renta variable y, también, de los de renta fija, ha sido la alta inflación, variable que se encuentra a su nivel más elevado en décadas en ambas regiones y que “ha obligado” a los bancos centrales a tener que elegir entre su control o el apoyo al crecimiento económico, habiéndose todos ellos decantado claramente por cumplir con su principal mandato y, por medio de la retirada de estímulos monetarios, intentar reducir drásticamente tanto la inflación como las expectativas de la misma. Así, en los últimos meses hemos asistido a “una carrera” por ver qué banco central incrementa más sus tasas de interés de referencia, lo que, además de penalizar el comportamiento de las bolsas, ha provocado una fuerte corrección en los mercados de bonos, que ha impulsado al alza los rendimientos de este tipo de activos, encareciendo la financiación de los Estados, de las empresas y de los particulares. Lo peor de la situación es que, por el momento, el impacto de estos mayores tipos de interés y de la retirada de liquidez del sistema ha sido muy limitado en lo que a la moderación de la inflación hace referencia, por lo que los bancos centrales entendemos que deberán continuar, al menos durante el presente trimestre, incrementando sus tipos oficiales “con prisas y sin pausa”.

Este nuevo escenario de alta inflación y elevados tipos de interés ha lastrado considerablemente las expectativas de crecimiento económico mundial, llevando a varias de las principales economías desarrolladas a las puertas de la recesión, si es que no han entrado ya en ella. Además, y como consecuencia de todo ello, los analistas y las propias cotizadas llevan algunos meses revisando a la baja sus expectativas de resultados, proceso que, mucho nos tememos, no ha hecho más que comenzar. Lo que no tenemos del todo claro es hasta qué punto los mercados ya han descontado este proceso, factor éste que es clave para poder determinar si las bolsas están cerca de haber tocado fondo o si, por el contrario, continuarán corrigiendo. Consideramos, por ello, y como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, que la temporada de publicación de resultados trimestrales, que comienza oficiosamente en Wall Street a finales de la semana que viene, será fundamental para el devenir de las bolsas de aquí a finales de año. No obstante, si, como sucedió en el 2T2022, las empresas cotizadas se muestran más resistentes de lo en principio esperado por los analistas y son capaces de superar sus expectativas tanto en lo que hace referencia a las cifras del pasado trimestre como con relación a sus expectativas de negocio para los próximos trimestres, es muy factible que las bolsas experimenten un nuevo rally de alivio. A favor de ello también juega el hecho de que tanto los índices como la mayoría de los valores se encuentran muy sobrevendidos, así como el “gran pesimismo” reinante, factor éste que suele funcionar bien como “indicador contrario” en los mercados.

Más a corto plazo, y centrándonos en la semana que hoy comienza, señalar que, a la espera del inicio de la temporada de presentación de resultados trimestrales, será la macroeconomía y la geopolítica la que centrará la atención de los inversores. Así, y centrándonos en la agenda macro de la semana, cabe destacar, sobre todo, la publicación hoy en las principales economías europeas y en Estados Unidos de las lecturas finales de septiembre de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas, los PMIs y el ISM manufacturas estadounidense; el miércoles de los mismos índices, pero correspondientes al sector de los servicios y, el viernes, de las cifras de empleo no agrícolas en Estados Unidos. Todos estos indicadores permitirán a los inversores determinar en qué fase del ciclo están las principales economías desarrolladas y, hasta qué punto, las políticas de retirada de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales están ya lastrando su evolución.

En lo que atañe al ámbito geopolítico, destacaríamos dos temas principalmente: i) el desarrollo poco favorable para los intereses de Rusia y de su presidente, Vladimir Putin, de la guerra de Ucrania, lo que podría llevar al sátrapa ruso a “forzar aún más la cuerda” con la utilización de armas de destrucción masiva; y ii) la posible decisión de la OPEP+ cuando se reúnan los ministros de Energía y de Petróleo del cártel el próximo miércoles de reducir sus producciones de crudo en 1 millón de barriles al día con objeto de mantener el precio de esta materia prima a niveles cercanos a los 90 dólares, nivel que para muchos de estos países es necesario para cuadrar sus presupuestos. De momento, el anuncio en este sentido realizado este fin de semana está impulsando el precio de esta materia prima con fuerza, hecho que se contrapone a los intereses globales de controlar la inflación. No obstante, entendemos que la actitud de la OPEP+ no debería sorprender a nadie, más aún teniendo en cuenta que la falta de inversión en el sector en Occidente, concretamente de los frackers norteamericanos, les ha devuelto su capacidad para intervenir los precios del mercado de crudo.

Para empezar la semana, apostamos por una apertura hoy a la baja de las bolsas europeas, mercados en los que los valores relacionados con el crudo entendemos que destacarán por su mejor comportamiento relativo, y ello a pesar de la decisión de la Unión Europea (UE) de tasar lo que los políticos consideran “resultados extraordinarios”, concepto éste que se nos antoja muy difícil de determinar. Posteriormente, serán las variables que vienen últimamente “marcando el paso” a las bolsas europeas, el dólar, los rendimientos de los bonos y el comportamiento de Wall Street, los que determinarán la tendencia de estos mercados durante el resto de la jornada.