Intermoney | Tras los retrasos ocasionados por la pandemia, la fecha inicialmente prevista de noviembre de 2020 para la entrada en vigor de la Circular 3/2020 de CNMC se convirtió en marzo de 2021 y, finalmente, se ha consolidado como el próximo 1 de junio de 2021, en apenas unos días.
A partir de dicha fecha, el sistema tarifario eléctrico da un vuelco, con la mayor reestructuración en más de una década, y que afectará a la totalidad de los puntos de suministro del parqué nacional. Ahí es nada.
Hace poco más de un año ya avanzamos cómo serían los cambios, y lo cierto es que en este tiempo apenas ha habido modificaciones en lo recogido en la Circular 3/2020, más allá de que ya se han concretado los valores de los precios que pasarán a aplicarse en las facturas de electricidad a los peajes de distribución y de transporte y a los cargos y pagos por capacidad, definidos respectivamente por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio de Transición Ecológica.
Hoy queremos introducir con algo más de detalle los cambios que entrarán en vigor en todos los puntos de suministro de baja tensión con potencia contratada igual o inferior a 15 kilovatios (kW), que cubren la gran mayoría de viviendas, pequeños establecimientos, zonas comunes de comunidades de propietarios o alumbrado público. En la actualidad, cualquier punto de baja tensión con 15 kW o menos de potencia contratada podrá tener una de las seis tarifas de acceso denominadas grupalmente ‘2.x’, por las que el cliente paga:
• Un único término fijo, que corresponde con la potencia facturada por el número de días que cubre la factura y el precio firmado en el contrato.
• De uno a tres términos variables, que corresponden al consumo que se haya realizado en el periodo facturado. El número de términos de consumo dependerá de si el suministro tiene habilitada
la discriminación horaria, por la cual el precio de la energía consumida será mayor o menor en función de la hora del día en que se produjo.
• Resto de conceptos: alquiler del equipo de medida, impuestos, etc.
El principal cambio para estos suministros que entrará en vigor el próximo 1 de junio será la incorporación de la discriminación horaria en todos los contratos de acceso, de acuerdo con el siguiente esquema:
Esto significa que, para cualquier suministro de baja tensión con 15 kW o menos de potencia contratada, las facturas pasarán a estar compuestas de:
• Dos términos fijos, uno correspondiente a la potencia punta (P1) y otro a la potencia valle (P3). Este hecho es de vital importancia, ya que se dará la posibilidad a todos los clientes de contratar sin coste adicional (la primera vez) una potencia valle diferente a la potencia punta, y que puedan “jugar” con sus valores dependiendo de la demanda de consumo que puedan tener en cada franja horaria y teniendo en cuenta que una será más barata que la otra.
• Tres términos variables, de tal manera que el consumo tendrá un precio diferente en función de la hora a la que se realice:
Un periodo punta (P1), más caro que los actuales, que cubrirá de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00 de lunes a viernes, no festivos nacionales. Un periodo llano (P2) con un valor intermedio, que cubre las franjas de 08:00 a 10:00, de 14:00 a 18:00 y de 22:00 a 00:00 de lunes a viernes, no festivos nacionales. Un periodo valle (P3) que será el más barato de los tres, y cubre la franja de 00:00 a 08:00 de lunes a viernes, así como todos los sábados, domingos y festivos nacionales.
• Resto de conceptos: alquiler del equipo de medida, impuestos, etc.
En estos días en que están en boca de todos términos como “sostenibilidad”, “transición energética”, “optimización de recursos”, “descarbonización”, etc., los legisladores han optado por potenciar una distribución más responsable de la demanda de electricidad y, así, premiar con precios más baratos las franjas de menor consumo, como son los fines de semana y las horas de la madrugada.
Evidentemente, la solución de conseguir un mayor ahorro en la factura de la luz no se reduce a “poner la lavadora a las doce de la noche”, y como es lógico recomendamos que cualquier cambio en los hábitos de consumo se haga siempre dentro de unos límites razonables. En esa línea, sí podemos plantear realizar actividades que requieran de un mayor consumo eléctrico fuera de la franja punta de energía, o bien reservar en la medida de lo posible esos momentos para los fines de semana, donde será sensiblemente más barato tanto el término fijo como el término variable.
Un hecho que es necesario remarcar es la diferenciación antes mencionada de dos periodos de potencia. Ahora mismo solamente existe una potencia contratada en estos suministros, por lo que a partir del 1 de junio se desdoblarán en dos periodos de igual valor. Por ejemplo, un local con 3,3 kW de potencia contratada pasará a tener 3,3 kW de potencia contratada en periodo punta y otros tantos 3,3 kW en periodo valle. Esto implicará, como indicamos unas líneas más arriba, que podremos modificar libremente los valores de estas potencias contratadas, pudiendo establecer cualquier valor entre 0 y 15 kW en las dos franjas de manera independiente y de acuerdo con nuestras propias previsiones de consumo.
