Los analistas esperan un descenso interanual de los beneficios del S&P 500 de +4%

Wall_Street_cartel_calle

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Tal y como anticipamos en nuestro comentario del lunes, las bolsas europeas mantuvieron ayer el buen tono que vienen mostrando desde el comienzo del ejercicio, cerrando sus principales índices con sólidos avances, tendencia de la que se desmarcó el Ibex 35, que terminó el día prácticamente sin cambios, lastrado por el mal comportamiento de algunos grandes valores con elevada exposición al mercado brasileño, país que atraviesa en estos momentos por una profunda crisis política.

En esta ocasión el positivo comportamiento de los mercados de valores europeos no fue acompañado por el de los bonos, donde ayer los inversores optaron por realizar beneficios tras varios días de fuertes alzas. El consiguiente repunte de los rendimientos de estos activos no impidió que ayer fueran los valores de crecimiento, especialmente los tecnológicos los que, junto a algunos cíclicos como los relacionados con las materias primas minerales y los de ocio y turismo, lideraran las alzas en estas bolsas, mientras que los de corte más defensivo y los bancos, que ayer también sufrieron algunas tomas de beneficios tras las subidas verticales que han experimentado sus cotizaciones en las últimas sesiones, se quedaban algo más rezagados.

En Wall Street la sesión fue muy diferente, yendo claramente de más a menos. Así, y tras una apertura muy positiva, los principales índices bursátiles de este mercado fueron cediendo terreno, hasta terminar el día de forma mixta, con el Dow Jones y el S&P 500 registrando ligeros descensos y el Nasdaq Composite logrando cerrar la sesión con ganancias, apoyado en el gran comportamiento que tuvieron ayer algunos de los valores tecnológicos que más “sufrieron” las ventas de los inversores en 2022, entre ellos NVIDIA y Tesla. El giro a la baja de las bolsas no impidió que ayer los bonos estadounidenses terminaran la jornada nuevamente al alza, lo que relajó, un día más, sus rendimientos.

Si bien es complicado determinar el motivo por el que Wall Street se giró ayer a la baja a media sesión, entendemos que detrás de este movimiento, además de algunas tomas de beneficios tras las fuertes alzas del viernes por parte de los inversores más cortoplacistas, hubo una actitud prudente por parte de muchos inversores ante la publicación el próximo jueves del IPC de diciembre en Estados Unidos, dato que, como señalamos ayer, va a tener un fuerte impacto, para bien o para mal, según sea la cifra, en los mercados de acciones y bonos, y ante el inicio el viernes de forma oficiosa de la temporada de publicación de resultados trimestrales, temporada para la que los analistas esperan un descenso interanual de los beneficios de las compañías integradas en el S&P 500 algo superior al 4%, descenso que, de confirmarse, sería el primero registrado en un trimestre en este mercado desde la fase más dura de la pandemia en 2020.

Hoy, y en una sesión que presenta una agenda macroeconómica muy ligera, sin cifras realmente relevantes, esperamos que las bolsas europeas comiencen la sesión a la baja, lastradas por el negativo comportamiento de Wall Street durante las últimas horas de la sesión de ayer. Si bien los inversores siguen descontando un “aterrizaje suave” de las principales economías desarrolladas, el riesgo de que las bruscas alzas de tipos que están llevando a cabo los bancos centrales terminen por provocar una recesión en algunas de estas economías sigue siendo real. Es más, ayer la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, advirtió de que los efectos de estas alzas “no habían llegado” todavía a la economía, por lo que no descartaba, para evitar mayores daños a esta economía, que pudiera apoyar en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de febrero un alza de los tipos de interés de sólo un cuarto de punto porcentual, aunque no podrá votar a favor de la misma al no tener voto este año su distrito en el mencionado comité.