Los inversores se ceban con las ventas ante un escenario de datos mixtos y contradictorios muy difíciles de interpretar

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Tanto los mercados de bonos como los de acciones europeos y estadounidenses sufrieron ayer un duro castigo, lo que llevó a los principales índices bursátiles de ambas regiones a cerrar el día con fuertes retrocesos, especialmente en el caso de los europeos, mientras que las rentabilidades de los bonos repuntaron con mucha fuerza (se mueven en sentido contrario a los precios de estos activos), situándose en o muy cerca de sus niveles más altos del ejercicio.

Decir, en este sentido, que explicar el comportamiento de ayer de los mercados de valores y de bonos no es tarea fácil, sobre todo en Europa, donde la sesión ya había comenzado a la baja, con los inversores preocupados por la debilidad de los últimos indicadores macroeconómicos publicados en la región y en China, mercado al que están muy expuestas algunas economías europeas, bolsas en donde posteriormente las ventas se aceleraron tras la publicación en Estados Unidos de unas cifras e indicadores macro muy positivos, quizás “demasiado positivos” -ayer se publicaron importantes datos de empleo e indicadores que evalúan la actividad en el sector servicios, todos ellos correspondientes al mes de junio. No obstante, lo cierto es que todos estos indicadores vienen a alejar, de momento, la posible entrada en recesión de la economía estadounidense. Es más, apuntan a un crecimiento sólido de la misma -de alrededor del 2% en términos anualizados-.

En este contexto, es más explicable la reacción negativa de bonos y de las acciones estadounidenses a los mencionados datos, ya que su fortaleza aumenta la probabilidad de que la Reserva Federal (Fed) tenga que aumentar sus tasas de interés oficiales en la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de julio, algo que ya dábamos por hecho y que debería estar descontado por los inversores, y, probablemente, una vez más a la vuelta del verano, movimiento éste sobre el que muchos inversores dudaban hasta ayer. Como señalamos en nuestro comentario de ayer, lo “mejor” para la tranquilidad de inversores y mercados habría sido que las cifras hubieran estado en línea con lo esperado por los analistas; ni demasiado “calientes”, como resultaron, ni demasiado “débiles”, que pudieran adelantar una inminente recesión.

Así, si bien todo lo dicho explica las caídas de ayer en Wall Street, es más complicado poder racionalizar el durísimo castigo que experimentaron durante la jornada las bolsas y los bonos europeos, mercados en los que los inversores se cebaron con las ventas ante un escenario de datos mixtos y contradictorios, muy difíciles de interpretar. Es por ello que, quizás, la reacción de ayer se pueda explicar en parte desde una perspectiva técnica ya que, tras las fuertes alzas registradas en junio, muchos valores y los índices mostraban claros síntomas de sobrecompra. De ser esta la causa principal de las fuertes caídas de las bolsas europeas de los últimos días, creemos que los recortes no van a ir mucho más lejos, al menos en el corto plazo, sobre todo teniendo en cuenta que el inicio de la temporada de presentación de resultados está muy cercano y que los analistas en Europa han puesto “el listón” bastante bajo en esta ocasión, lo que puede facilitar que muchas empresas sorprendan positivamente con sus cifras. No obstante, lo más relevante volverá a ser lo que digan los gestores de las cotizadas sobre el devenir de sus negocios y en este tema sí que pueden producirse sorpresas, tanto para bien como para mal.

Hoy, en principio, esperamos que los mercados bursátiles europeos se tranquilicen, siendo factible que sus principales índices intenten recuperar al comienzo de la sesión algo del terreno perdido en las últimas sesiones. Las declaraciones del primer ministro de China, Li Qiang, abogando por importantes estímulos para relanzar el crecimiento de la economía del país asiático, creemos que serán bien recibidas por muchos valores en Europa, sobre todo por los que mantienen una elevada exposición a este mercado. No obstante, hoy será la publicación esta tarde de las cifras oficiales de empleo no agrícola de junio en Estados Unidos las que determinarán la tendencia de cierre semanal que adoptan las bolsas. Insistimos que lo mejor para los mercados es que las cifras salgan muy en línea con lo esperado por el consenso de analistas. En ese sentido, decir que ayer pudimos comprobar lo mal que reaccionaron los inversores ante unas cifras en exceso positivas. Tampoco unas cifras muy por debajo de lo esperado creemos que gustarán a los inversores, ya que no harán más que complicar el ya incierto escenario macroeconómico al que se enfrentan las empresas cotizadas. Por último, señalar que habrá también que estar muy atentos a la variación mensual e interanual de los ingresos medios por hora (sueldos), variable muy relacionada con las presiones inflacionistas en muchos sectores de actividad y que en los últimos meses se ha venido moderando, aunque no lo suficiente como para que la Fed se dé por satisfecha.