J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | Los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses fueron ayer de más a menos, para cerrar la última sesión de un ya de por sí muy negativo mes de septiembre a la baja. En la segunda quincena del mencionado mes estos índices han perdido todas las ganancias que habían acumulado durante el 3T2021, lo que ha llevado a la mayoría de ellos, con excepciones puntuales como el FTSE Mib italiano (+2,3% en el 3T2021), el Euro Stoxx (+0,4%) o el S&P 500 (+0,2%), a terminar el periodo con pérdidas. En las últimas semanas factores como i) la potencial ralentización del crecimiento económico, consecuencia del impacto de la última ola de la pandemia; ii) la alta inflación, que “amenaza” con ser más persistente de lo estimado inicialmente; iii) la posibilidad de que los bancos centrales comiencen a retirar estímulos; iv) el “drama político” por el que atraviesa EEUU; v) la crisis energética en ciernes que ya afecta a Europa y a China; y vi) la crisis de la promotora inmobiliaria china Evergrande, han lastrado el comportamiento de los activos de riesgo así como el de los bonos, impulsando al alza los rendimientos de estos últimos activos, algo que, en las últimas sesiones, también ha presionado a la baja a la renta variable. Únicamente el dólar, que se ha fortalecido sensiblemente frente al resto de principales divisas, parece haber sido capaz de sobreponerse a un escenario complicado, convirtiéndose en el principal refugio para muchos inversores.
Así, y tras los recortes mencionados, la mayoría de los principales índices de renta variable europeos y estadounidenses han cedido ya cerca del 5%, algo que en el caso concreto del S&P 500, el índice más representativo de la bolsa estadounidense, no ocurría desde el mes de octubre de 2020. En ese sentido, señalar que normalmente este índice sufre entre dos y tres caídas de esta intensidad por ejercicio, además de una superior al 10%. En principio, no es descartable que las bolsas occidentales sigan cediendo terreno en el corto plazo, al menos hasta que los legisladores estadounidenses superen sus “desavenencias” políticas y solucionen temas como el aumento del límite del endeudamiento del país y la aprobación de los planes de infraestructuras, al menos del de las infraestructuras físicas, el cual obtuvo hace unas semanas en el Senado el apoyo de senadores de ambos partidos. También esperamos que el inicio de la temporada de presentación de resultados trimestrales sirva de apoyo a las bolsas, sobre todo porque, por el momento, los analistas no parece que hayan entrado en “pánico” y no están revisando a la baja sus expectativas de resultados de forma alarmante, manteniendo unas bastante favorables. Además, el número de empresas cotizadas que están anunciando revisiones a la baja de sus proyecciones de resultados es también reducido por el momento, aduciendo en la mayoría de los casos en que lo han hecho problemas por el lado de la oferta y no por el de la demanda de sus productos, que sigue, en general, fuerte, problemas que con el tiempo deben ser solventados.
Para empezar octubre, un mes que trae muy malos recuerdos para los inversores en renta variable al haberse produciendo durante el mismo varias de las principales crisis bursátiles de la historia -la del 1929, la del 1987 y la del 2008, concretamente-, esperamos que los principales índices bursátiles europeos abran hoy a la baja, en línea con las caídas que han experimentado de madrugada los principales índices bursátiles asiáticos –las bolsas chinas cierran hoy por festividad local- y con las que reflejan los futuros de los índices estadounidenses. En estos momentos el mayor foco de “inestabilidad” para estas bolsas es la “crisis política” estadounidense. Así, si bien ayer el Congreso aprobó una ley que permite financiar al gobierno federal hasta comienzos de diciembre, ley que fue sancionada a última hora del día por el presidente Biden, las disputas en el seno del partido demócrata entre los legisladores más izquierdistas y los moderados o centristas, impidieron que ayer se votara en la Cámara de Representantes (cámara baja del Congreso estadounidense) el programa de infraestructuras físicas que, por importe de $ 1,2 billones, ya tiene el visto bueno del Senado con apoyo, como ya hemos señalado, de legisladores de ambos partidos. Pero el verdadero riesgo para la economía estadounidense y para los mercados financieros mundiales es que no se alcance un acuerdo para incrementar el límite de deuda antes de mediados de octubre cuando, según dijo recientemente la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, el país se puede ver incapaz de afrontar sus compromisos de pago, entrando en default. En principio no contemplamos este escenario, que llevaría al Congreso de EEUU a “pegarse un tiro en el pie”, sobre todo por el impacto que tendría en la economía del país y, por tanto, en unos ciudadanos que ya han sufrido mucho, y siguen haciéndolo, por la pandemia. En el corto plazo, y mientras que estos temas no se reconduzcan -hoy es posible que se vote en la cámara baja del Congreso de EEUU el mencionado plan de infraestructuras-, los mercados de valores occidentales van a seguir bajo presión. No obstante, cualquier noticia positiva al respecto puede hacer que giren al alza con fuerza.
Por lo demás, comentar que en la agenda macro del día de hoy destaca sobre todo la publicación en la Eurozona, sus principales economías, el Reino Unido y EEUU de las lecturas de septiembre de los índices adelantados de actividad del sector de las manufacturas, los PMIs y el ISM estadounidense, índices que deben mostrar una ligera ralentización del ritmo de expansión mensual de la actividad en el sector, aunque éste siga siendo elevado. Esta madrugada los PMIs manufactureros asiáticos han mostrado que la actividad manufacturera se ha estabilizado en la región, comenzando a recuperarse en los países más duramente impactados por la última ola de la pandemia.