J. J. Fdez- Figares (Link Securities) | En una sesión de idas y vueltas, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer en su mayoría a la baja, muy cerca de sus niveles más bajos del día. Si tanto el BCE como la Reserva Federal (Fed), tras las reuniones recientemente celebradas por sus comités de política monetaria habían intentado moderar las expectativas de bajadas de tipos de interés oficiales manejadas por los inversores, ayer fue el turno del Banco de Inglaterra (BoE) que, tras dejar sus tasas sin cambios en el 5,25% por cuarta reunión consecutiva, dejó claro que, de momento, los miembros del comité en su gran mayoría no estaban pensando en la posibilidad de bajar tipos -uno votó a favor de hacerlo, seis a favor de dejar los tipos sin cambios y dos siguieron votando a favor de subirlos-, aunque también dieron a entender que el proceso de alzas de tipos probablemente había finalizado. Mensaje muy similar al de los otros dos grandes bancos centrales occidentales, que abre la puerta claramente a que el próximo movimiento en materia de tipos sea a la baja. Lo que no está claro es cuándo se iniciará el proceso y a qué ritmo se llevará a cabo. Será el comportamiento de la inflación, más que el de la economía, el que dictamine ambas cosas. No obstante, ayer los mercados de bonos, especialmente en EEUU, se mostraron muy optimistas al respecto, lo que conllevó nuevos descensos en los rendimientos de estos activos.
Por lo demás, comentar que en la Eurozona en enero, tal y como dio a conocer ayer Eurostat, continuó el proceso desinflacionista, aunque a un rimo inferior al que esperaban los analistas. En ese sentido, señalar que, tanto en Europa como en EEUU, en las encuestas que realiza S&P Global para la elaboración de los índices de gestores de compra, los PMIs -ayer se publicaron los del sector de las manufacturas; muchas compañías hablaron de nuevas presiones en los precios de los insumos, provocadas en parte por el conflicto en el Mar Rojo, conflicto que, de no detenerse pronto, podría terminar convirtiéndose en una amenaza para el proceso desinflacionista global que está actualmente en marcha.
Pero si los principales mercados bursátiles europeos mostraron ayer cierta debilidad, no ocurrió lo mismo en Wall Street, mercado en el que sus principales índices se sobrepusieron rápidamente a las fuertes caídas registradas en la sesión del miércoles, cerrando todos ellos con importantes avances, apoyándose en el nuevo recorte, ya mencionado, experimentado por los rendimientos de los bonos. Los inversores esperaban con cierta inquietud las cifras trimestrales de tres de los gigantes tecnológicos estadounidenses: Meta (META-US), Amazon (AMZN-US) y Apple (AAPL-US), compañías que dieron a conocer sus cifras tras el cierre del mercado. Si bien todos ellos batieron lo esperado por los analistas, la reacción de sus acciones fue muy diferente, consecuencia de las expectativas de negocio que trasladaron a los inversores sus directivos. Así, las acciones de las dos primeras experimentaron fuerte subidas en operaciones fuera de hora, con las de Meta (META-US) revalorizándose el 15%, apoyadas en el anuncio que hizo la compañía del pago de dividendos por primera vez en su historia, y las de Amazon (AMZN-US) por encima del 7%. En ambos casos las expectativas de negocio para los próximos trimestres dadas a conocer por sus directivos fueron muy optimistas, lo que no fue el caso de Apple (AAPL-US), que sigue teniendo problemas en China, donde sus ventas no terminan de arrancar. Es por ello que las acciones de esta compañía cedieron casi el 3% en operaciones fuera de hora.
Hoy esperamos que el buen cierre de Wall Street ayer, que se ha extendido esta madrugada a las bolsas asiáticas, con la excepción de las bolsas chinas, que continúan con su “calvario”, permita a los principales índices bursátiles europeos abrir claramente al alza. Posteriormente, y ya por la tarde, toda la atención de los inversores se centrará en la publicación en EEUU de las cifras de empleo no agrícola del mes de enero, cifras que son muy relevantes por la importancia que da la Fed al mercado de trabajo a la hora de diseñar su política monetaria. Unas cifras muy por encima de lo esperado podrían enfriar los ánimos de los inversores, tanto en los mercados de bonos como en los de acciones, provocando que ambos se giren a la baja. Por el contrario, unas cifras peores de lo proyectado por el consenso de analistas abrirían la puerta, o así lo interpretarán muchos inversores, a que el banco central estadounidense comience a bajar en breve sus tasas de interés de referencia, con todas las apuestas puestas ahora en la reunión que celebrará el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la institución en mayo.