Los PMIs seguirán mostrando un ritmo moderado de expansión

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Tras la positiva reacción de Wall Street durante la última hora de la sesión del pasado viernes, que evitó que el S&P 500 entrara en mercado bajista, ayer continuó el buen tono en las bolsas europeas y estadounidenses, cuyos principales índices cerraron la sesión con importantes avances. En ambos mercados fueron los valores del sector bancario, los de la energía y los de las materias primas minerales los que lideraron las alzas, mientras los de corte más defensivo se quedaron algo rezagados durante la jornada. 

Cabe hacer una mención especial al buen comportamiento que experimentó ayer el sector bancario, tanto en las principales bolsas europeas como en Wall Street. En el primer caso fueron las declaraciones de la presidenta del BCE, la francesa Lagarde, dando por hecho que a finales del 3T2022 la Eurozona estará en condiciones de salir de las tasas de interés negativas las que propiciaron la positiva reacción de estos valores en bolsa, impulsando también al alza tanto al euro como a los rendimientos de los bonos de la región. Con estas declaraciones Lagarde vino a confirmar que el tipo de interés de depósito del BCE, actualmente en el -0,5%, se situará en cero en septiembre, tras llevar a cabo la institución dos subidas de tipos de 25 puntos básicos: una en julio y otra en septiembre, lo que son muy buenas noticias para los bancos de la región, que verán de esa forma reducirse la presión que vienen soportando sus márgenes. En el caso de la banca estadounidense, fue el hecho de que JP Morgan, durante su Día del Inversor, anunciara la revisión al alza de sus expectativas de resultados para el año, anticipando un crecimiento moderado de su negocio de créditos y aprovechando el repunte de los tipos de interés para mejorar sus márgenes, lo que propició una fuerte reacción alcista del sector durante la jornada en Wall Street. 

En este mercado también fueron muy bien acogidas las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Biden, en las que afirmaba que estaba estudiando una posible retirada de algunas tarifas impuestas por la anterior Administración a los productos procedentes desde China. El principal objetivo de Biden con esta medida es intentar reducir la alta inflación, aunque distintos estudios señalan que el impacto de la misma en esta variable sería limitado. 

Pero si ayer fue un día muy positivo para la renta variable occidental, hoy el día se presenta más complicado, sobre todo para los valores del sector de la tecnología. Así, ayer, tras el cierre de Wall Street, la red social Snap revisó sensiblemente a la baja sus expectativas de resultados para el 2T2022. Sus gestores adujeron para ello una deterioro más rápido y profundo de lo esperado de la situación económica. La reacción de los inversores fue inmediata, con las acciones de Snap cediendo un 31% en operaciones fuera de hora y arrastrando tras de sí a otras compañías del sector de las redes sociales como Meta (matriz de Facebook), cuyas acciones cedieron un 7% en operaciones fuera de hora, o Twitter, cuya cotización descendió el 4%. Esta madrugada el impacto de lo señalado por Snap se ha visto reflejado en el negativo comportamiento de las bolsas asiáticas y en el de los futuros de los principales índices bursátiles de Wall Street, que viene todos ellos claramente a la baja, con el Nasdaq Composite liderando los descensos. Hoy esperamos, por tanto, una apertura a la baja de las bolsas europeas, con los valores del sector tecnológico sufriendo nuevamente el castigo de los inversores, mientras que los valores de corte más defensivo creemos que lo harán algo mejor. 

Por lo demás, comentar que en la agenda macroeconómica del día destaca la publicación en la Zona Euro, sus dos principales economías: Alemania y Francia, el Reino Unido y Estados Unidos, de las lecturas preliminares de mayo de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los conocidos PMIs, que elabora mensualmente la consultora S&P Global. Como ya señalamos ayer, la relevancia de los mismos para los inversores es poder comprobar si la actividad privada de las principales economías desarrolladas sigue mostrándose resistente, tal y como parecen anticipar los analistas -las expectativas son de que los PMIs sigan mostrando en mayo un ritmo moderado de expansión mensual de la actividad en todos estos países/regiones- o, por el contrario, la actividad está comenzando a verse afectada por el entorno de alta inflación y por unas condiciones financieras más restrictivas, producto del inicio del proceso de la retirada de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales y por el fuerte repunte de los rendimientos de los bonos, rendimientos que sirven de referencia para determinar el coste de la financiación tanto de los particulares como de las empresas. Entendemos que cualquier “sorpresa negativa” de estos índices, que implique un mayor deterioro de la actividad de la prevista por los analistas, podría ser negativamente recibida por los mercados de valores europeos y estadounidenses, por lo que habrá que estar muy atentos a la publicación de estos indicadores en ambas regiones.