Parece claro que cada vez es más complicado reducir la inflación en EEUU sin ocasionar una recesión

Reserva Federal de EEUU

Intermoney | Los mensajes mixtos provenientes de la Fed ponen de manifiesto el cruce de opiniones de sus miembros. En el carrusel del miércoles, Mary Daly (Fed de San Francisco) explicaba entre 4,75% y 5,25% sería un rango razonable para el banco central, acompañándolo de la aclaración de que, si bien la estrategia es aumentar las tasas y luego mantenerlas por un tiempo, eso no significa que estén cerca de terminar su ajuste. “La pausa está fuera de la mesa en este momento, ni siquiera es parte de la discusión. En este momento la discusión está, con razón, en desacelerar el ritmo”.

Lo que si parece claro es que cada vez es más complicado reducir la inflación sin ocasionar una recesión y eso era lo que nos recordaba otra miembro del comité como Esther George (Fed de Kansas) que aprovechaba para recalcar que la inflación corre el riesgo de arraigarse debido a un mercado laboral sobrecalentado. El vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal, Michael Barr, también explicaba que la economía se ralentizará y la tasa de desempleo aumentará por la lucha del banco central estadounidense contra una inflación demasiado alta. Raphael Bostic (Fed de Atlanta), explicaba que ve pocos indicios de que el endurecimiento de los tipos esté frenando la inflación, por lo que habrá que seguir endureciendo los tipos para lograr que eso ocurra. John Williams (Fed de Nueva York), daba otro enfoque al explicar que la Reserva Federal debe mantenerse enfocada en sus objetivos económicos y evitar incorporar riesgos de estabilidad financiera en sus deliberaciones a medida que aumenta los tipos.

En líneas generales, mensajes en los que las conclusiones son: la inflación sigue preocupando, reducirla tendrá un coste sobre la actividad y un mercado laboral que, por el momento, se muestra más resistente, y que la discusión está en ver si se reduce el ritmo de avance.