J. J. Fdez- Figares (Link Securities) | Los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron AYER al alza, marcando todos ellos nuevos máximos anuales, con muchos de ellos, como fue el caso de los estadounidenses Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq Composite, alcanzando además nuevos máximos históricos. De esta forma la pequeña corrección que experimentaron todos estos índices durante el mes de abril ha quedado ya atrás. Una vez más han sido las expectativas de bajadas de tipos por parte de los bancos centrales las que han ejercicio de catalizadores de estas alzas en estos mercados. De hecho, ayer fueron los sectores/valores que más se benefician de las reducciones de los tipos de interés, tales como los tecnológicos, los de crecimiento, los defensivos y los de mediana y pequeña capitalización, los que lideraron las alzas durante la jornada en las bolsas
occidentales.

Así, bastó que ayer los datos de la inflación de abril en EEUU cumplieran con lo esperado -tanto la inflación general como su subyacente ralentizaron su crecimiento en el mes; para que los mercados de bonos y los de acciones reaccionaran con fuerza al alza, consecuencia del alivio que experimentaron los inversores al comprobar que, por primera vez en lo que va de año, las cifras de inflación estadounidense fueron positivas. El dólar, por su parte, se debilitó. Los inversores consideran que el hecho de que el proceso desinflacionista parece haber retomado su curso en EEUU permitirá a la Reserva Federal (Fed) comenzar a bajar sus tasas de interés de referencia tan pronto como en la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de septiembre, lo que “facilitará” también la actuación en este sentido de los otros dos grandes bancos centrales: el BCE y el Banco de Inglaterra (BoE), los cuales, en gran medida, están condicionados por las decisiones que adopte en materia de tipos de interés el banco central estadounidense.

Además, el hecho de que en el mes de abril las ventas minoristas se comportaran en EEUU sensiblemente peor de lo esperado, manteniéndose estables con respecto a marzo en lugar de crecer el 0,4% que esperaban los analistas, fue interpretado positivamente por los inversores, en un nuevo caso de “malas noticias que son consideradas buenas para los intereses de los mercados”.

No obstante, habrá que seguir muy de cerca el comportamiento del consumo privado estadounidense, variable que representa cerca del 70% del PIB del país, porque si continúa debilitándose podría provocar una revisión a la baja de las expectativas de crecimiento para esta economía, poniendo en peligro el escenario de “aterrizaje suave” que siguen descontando los mercados.

Por ahora el “momento” de los mercados creemos que seguirá siendo positivo, por lo que apostamos hoy por una apertura ligeramente alcista de las bolsas europeas, que seguirán de esta forma la estela dejada ayer por Wall Street y esta madrugada por los mercados asiáticos, mercados éstos cuyos principales índices han cerrado en su mayoría con ganancias. Señalar, además, que la jornada presenta una agenda macroeconómica que podemos calificar como de “ligera”, en la que únicamente destaca la publicación esta tarde en EEUU de las peticiones iniciales de subsidios de desempleo semanales, una buena aproximación al comportamiento del paro semanal en el país, variable que se esperan haya bajado sensiblemente tras haber repuntado con fuerza la semana pasada por motivos estacionales, así como de la producción industrial del mes de abril. Ninguna de estas cifras creemos que serán capaces de “mover” los mercados por sí mismas. Por lo demás, comentar que esta madrugada el dólar recupera algo del terreno cedido ayer; que los bonos siguen mostrando fortaleza; y que el precio del crudo repunta tras una mayor caída de lo esperado de los inventarios de petróleo estadounidenses la semana pasada.