Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | La estabilización de los precios de los bonos y la consiguiente relajación de sus rendimientos, especialmente en Estados Unidos, animó ayer a los inversores a incrementar sus posiciones de riesgo, lo que permitió a los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerrar la jornada con sustanciales avances.
Los valores/sectores que mejor se comportaron ayer en estos mercados fueron los catalogados como de “crecimiento”, los cuales habían sido duramente castigados desde comienzos de año por los inversores, especialmente los tecnológicos, que ayer fueron unos de los más destacados, favorecidos, además, por el hecho de estar muy sobrevendidos.
También lo hicieron muy bien los valores del sector energético, animados por el fuerte repunte del precio del crudo, variable que ya ha recuperado todo lo cedido desde la aparición del Ómicron, y que ayer cerró a su nivel más elevado desde mediados de noviembre, con ambas variedades, el Brent y el WTI estadounidense, siendo capaces de terminar la jornada por encima de los 80 dólares por barril. Este buen comportamiento del precio del petróleo es consecuencia principalmente de: i) el convencimiento de los inversores de que el impacto en la economía mundial y, por tanto, en la demanda del crudo, del Ómicron va a ser menor de lo estimado en un principio; y ii) el hecho de que varios países del cártel de la OPEP+ no están siendo capaces de cumplir con sus cuotas de producción, lo que está limitando el incremento de la oferta.
En la estabilidad de los precios de los bonos ayer tuvo una “gran responsabilidad” la intervención del presidente de la Reserva Federal (Fed), Powell, ante el comité Bancario del Senado, intervención que forma parte del proceso al que debe someterse para ser reelegido en su cargo por cuatro años más. Si como señalamos ayer, Powell no había incluido nada novedoso en su testimonio escrito, que fue publicado el lunes por la noche, en su intervención de ayer, en la que tuvo que hacer frente a las preguntas de los senadores estadounidenses, tampoco dijo nada que no supieran ya los inversores, por lo que la reacción de éstos fue positiva. Así, Powell volvió a hablar de la fortaleza de la economía estadounidense y de su mercado laboral, además de reafirmar la intención del banco central de actuar con todas las herramientas disponibles para evitar que la alta inflación sea persistente y termine dañando la marcha de la recuperación. En su intervención Powell no hizo sino confirmar que: i) la Fed dará por finalizado su programa de compra de activos en marzo; ii) que es muy probable que en esa reunión comience el proceso de alzas de los tipos de interés oficiales con una subida de un cuarto de punto porcentual; iii) que a lo largo del año y, dependiendo de la evolución de la economía y de la inflación, la Fed subirá dos o tres veces más sus tasas de interés en un cuarto de punto; y que, también dependiendo de cómo evolucione la economía y la inflación, iv) es factible que a finales de año la Fed opte por empezar a reducir su balance -ayer dos miembros con voto del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del banco central estadounidense, las presidentas de las Reservas Federales de Kansas, George, y de Cleveland, Mester, abogaron por ello en sendas declaraciones; ver sección de Economía y Mercados-.
Esta “hoja de ruta” de la Fed entendemos que ya estaba descontada por los inversores, de ahí su positiva reacción después de que Powell viniera, más o menos, a confirmarla. Además, y a pesar de todas estas actuaciones, la política monetaria de la Fed seguirá siendo muy acomodaticia a finales de año, con los tipos de interés de referencia rozando, como mucho, el 1%, y con todavía un ingente volumen de liquidez en el mercado, todo lo cual, si además va acompañado de un buen desempeño de la economía, favorece el comportamiento de los activos de riesgo, concretamente de la renta variable.
Hoy esperamos que el positivo cierre de ayer de Wall Street facilite la apertura alcista de las bolsas europeas, tal y como ha hecho esta madrugada con las asiáticas, que han terminado su sesión en su mayoría con importantes avances. Los valores catalogados de crecimiento esperamos que vuelvan hoy a ser los que mejor se comporten, al menos durante las primeras horas de la jornada. No obstante, la publicación esta tarde del IPC de diciembre en Estados Unidos creemos que “moderará” las alzas en las bolsas europeas, con muchos inversores manteniendo cierta prudencia hasta que se conozca el dato. En principio se espera que tanto la tasa de crecimiento interanual del IPC como de su subyacente hayan vuelto a repuntar en diciembre, situándose ambas a sus niveles más elevados en décadas. Concretamente, el consenso de analistas de FactSet espera que la inflación se haya situado en diciembre en el 7% (6,8% en noviembre), lo que supondría su nivel más elevado desde 1982, y que su subyacente haya alcanzado el 5,4%, lo que supondría un importante avance frente al 4,9% de noviembre. Cualquier lectura por encima de lo esperado por los analistas podría volver a tensionar tanto los mercados de bonos como los de renta variable. En sentido contrario, si la inflación estadounidense en diciembre muestra síntomas de estabilización o, incluso, de un cierto relajamiento, ambos mercados lo celebrarán con alzas.