Solo en el caso de que la tendencia a la baja de la inflación se consolide, se podría empezar a “cantar victoria”

Made in USA

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | La publicación en Estados Unidos de unas cifras de inflación mejores de lo esperado y el miedo de muchos inversores a que éstas fueran a decepcionar propició ayer un fuerte rally de “alivio” tanto en los mercados de bonos como en los de acciones, con los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerrando la sesión con fuertes alzas, las mayores logradas por los segundos en una sesión desde la primavera del 2020.

El fuerte repunte de los precios de los bonos conllevó una drástica reducción de sus rendimientos, lo que favoreció ayer el comportamiento de los valores catalogados como de “crecimiento”, especialmente de los tecnológicos, que fueron los que mejor se comportaron, valores que suelen presentar multiplicadores más exigentes y cuyas valoraciones se ven favorecidas por los descensos de los tipos de interés a largo plazo -para calcular la tasa a la que se descuentan los flujos de caja futuros los analistas suelen utilizar como tasa de interés “sin riesgo” el rendimiento del bono soberano con vencimiento a 10 años-. También mostraron ayer gran fortaleza las inmobiliarias patrimoniales, otro sector que se beneficia de la caída de los tipos de interés a largo plazo. Además, cabe señalar que estos valores, concretamente los de “crecimiento”, han sido muy penalizados en lo que va de ejercicio, por lo que ayer los inversores especializados en la “caza de gangas” apostaron claramente por ellos. Entendemos que también tuvo algo que ver en el fuerte repunte que experimentaron las cotizaciones de muchos de estos valores el hecho de que los inversores con posiciones bajistas optaran, ante el “vendaval” que se les venía encima, por cerrar algunas de sus posiciones, lo que sirvió para retroalimentar el rally.

En sentido contrario, ayer fueron las compañías catalogadas como de “valor”, especialmente las pertenecientes a los sectores más defensivos, así como los bancos y las energéticas las que peor se comportaron, aunque en Wall Street todos los sectores integrados en el S&P 500 cerraron al alza, mientras que en Europa el único que terminó la jornada con pérdidas fue el del gas y petróleo.

Centrándonos en los datos de inflación estadounidenses del mes de octubre publicados ayer, señalar que tanto la tasa de crecimiento interanual del índice general como la de su subyacente bajaron más de lo esperado, superando de esta forma las expectativas del consenso de analistas. En el primer caso el descenso de ayer supone el cuarto mensual consecutivo, mientras que la inflación subyacente se situó a los niveles que tenía el pasado julio, tras haber alcanzado en septiembre su nivel más elevado en 40 años. En nuestra opinión, estos datos dan margen a la Reserva Federal (Fed) para comenzar a ralentizar el importe de sus alzas de tipos en la reunión que mantendrá su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) a mediados de diciembre. No obstante, y sin perder la perspectiva, hay que tener en cuenta que una inflación subyacente por encima del 6% sigue siendo una grave amenaza para la economía del país, por lo que el banco central estadounidense seguirá actuando en consecuencia, retirando estímulos monetarios, tal y como lleva haciéndolo desde hace meses. Sólo en el caso que esta tendencia a la baja de la inflación se consolide, con varios meses consecutivos de descensos de la subyacente, se podría empezar a “cantar victoria”, si bien no debemos olvidar el hecho de desde el inicio de la pandemia la inflación se ha venido comportando de forma errática e impredecible. No obstante, sí parece que la actuación de la Fed, subiendo sus tasas de interés de forma expeditiva en los últimos meses puede estar ya empezando a tener el efecto perseguido en la demanda de bienes –algo menos en la de servicios–, aunque todavía queda un largo camino por recorrer para evitar que la inflación se enquiste y se convierta en un lastre para esta economía.

Hoy esperamos que continúe el buen tono de ayer cuando abran por la mañana las bolsas europeas, con los valores de “crecimiento” volviendo a liderar las alzas. Estos mercados seguirán de este modo la estela dejada por Wall Street anoche y esta madrugada por las bolsas asiáticas, mercados éstos, especialmente las bolsas chinas, que han reaccionado también de forma muy positiva al hecho de que el gobierno comunista de China haya optado por reducir el tiempo de cuarentena para los viajeros internacionales en dos días. Así, a partir de ahora, en lugar de hacer que los viajeros permanezcan en una instalación de cuarentena centralizada durante siete días a su llegada al país, las nuevas reglas estipulan una cuarentena de cinco días, seguido de tres días de observación domiciliaria. Un pequeño cambio pero que parece que va en la “buena dirección”. No obstante, y este hecho no debería ser obviado por los inversores, los casos de Covid-19 en China siguen creciendo a niveles no vistos desde hace muchos meses lo que dificulta cambios en la actual política de “Covid-cero” que vienen implementando las autoridades del país.

Por último, señalar que, desde un punto de vista técnico ayer muchos valores y algunos índices superaron importantes resistencias y lo hicieron con volúmenes de contratación superiores a los que vienen siendo habituales en los últimos meses, lo que da mayor fiabilidad a la ruptura al alza. Todo ello apunta a que, al menos en el corto plazo, la renta variable occidental puede tener todavía cierto recorrido al alza. Si este es el final o no del mercado bajista, creemos que todavía es pronto para determinarlo, sobre todo teniendo en cuenta que las cotizadas se enfrentarán a un escenario macroeconómico muy complejo en los próximos trimestres, lo que puede conllevar sustanciales rebajas en sus expectativas de resultados, algunas de las cuales pueden no estar del todo descontadas por los inversores.