Todos los bancos centrales occidentales barajan el mismo escenario: inflación alta y duradera, crecimiento económico débil y tipos de interés al alza

Sala de reunión del BCE

J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | La constatación por parte de los inversores de que esta vez los bancos centrales “van en serio” y que no piensan parar su proceso de retirada de estímulos monetarios hasta comprobar que tienen la inflación bajo control provocó ayer fuertes descensos en las bolsas europeas y estadounidenses. Así, los principales índices de estos mercados tuvieron una de las peores sesiones desde principios de noviembre, cediendo casi todos ellos más del 2%. Si el miércoles había sido la Reserva Federal (Fed) la que, a pesar de ralentizar el ritmo de sus alzas de tipos, dejaba claro que todavía faltaba mucho para lograr alcanzar el objetivo de inflación del 2% y que no pararía hasta lograrlo, ayer cuatro bancos centrales europeos, el suizo, el noruego, el de Inglaterra (BoE) y el BCE, confirmaron que ellos también priorizarán el control de la inflación sobre el crecimiento económico. 

Así, y en una sesión que fue claramente de “menos a mucho menos”, todos los sectores de actividad cotizados cerraron con fuertes descensos tanto en Europa como en Wall Street, descensos que lideraron los valores catalogados de “crecimiento”, entre ellos los tecnológicos, cuyas valoraciones son muy sensibles a las alzas de tipos. Además, y en las principales plazas europeas, los precios de los bonos se desplomaron, disparándose al alza sus rendimientos, mientras que el euro se fortalecía frente al dólar, animado por el discurso “duro” del BCE y de su presidenta, la francesa Lagarde. En este sentido, destacar que el esbozo que hizo ayer el BCE de su plan para comenzar a reducir su balance “pilló con el pie cambiado” a muchos inversores. En Wall Street, sin embargo, los bonos “aguantaron” bien, siendo utilizados como refugio por algunos inversores. El hecho de que ayer se publicaran varios indicadores y cifras macroeconómicas bastante negativas en EEUU, entre ellas las ventas minoristas y la producción industrial del mes de noviembre, que apuntan a una mayor debilidad de la economía de la anticipada, aumentó el atractivo de los bonos para los inversores más conservadores. El precio del crudo, por su parte, volvió a ceder terreno tras varios días de fuertes alzas, en los que había recuperado casi un 9%, por el temor de los inversores a que las alzas de tipos por parte de los bancos centrales terminen provocando la entrada en recesión de las mayores economías desarrolladas. 

De este modo, unos mercados que habían venido comportándose de forma muy complaciente con la evolución de las expectativas de inflación y con la actitud de los bancos centrales para frenarla, ayer se dieron un “baño de realidad” al comprobar que todos los principales bancos centrales occidentales barajan el mismo escenario: inflación alta y duradera, crecimiento económico débil con posible entrada en recesión de algunas economías y tipos de interés al alza, que permanecerán a niveles elevados durante bastante tiempo -al igual que la Fed, el BCE anticipó ayer que subirá sus tasas oficiales por encima de lo descontado por los mercados, es decir, la tasa terminal es muy probable que supere el 3% hasta ayer estimado por los analistas-. Si a esta aparente “sorpresa” de muchos inversores sumamos el hecho de que los mercados de bonos y acciones se encuentran muy sobrecomprados tras el fuerte rally que han experimentado en los últimos dos meses, la reacción de ayer de los mismos no debería sorprender a nadie. 

Hoy los inversores afrontan una sesión compleja, en la que tendrá lugar el vencimiento trimestral de los contratos de opciones y futuros sobre acciones e índices, lo que se conoce como cuádruple vencimiento de derivados. Normalmente este hito distorsiona el comportamiento de los mercados de contado, elevando la volatilidad en los mismos, lo que hace muy complicado sacar conclusiones sobre su estado real. En principio, no obstante, esperamos que las bolsas europeas, cuando abran esta mañana, intenten recuperar algo del terreno cedido ayer, aunque no descartamos que, según avance la sesión, se den la vuelta. Ello va a depender en gran medida de lo que haga Wall Street, mercado que, con su comportamiento, “marcará el paso” al resto de bolsas occidentales. 

Por lo demás, destacar que en la agenda macroeconómica del día de hoy destaca la publicación en la Eurozona, Alemania, Francia, el Reino Unido y EEUU de las lecturas preliminares de diciembre de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los PMIs que elabora S&P Global. No se esperan grandes cambios con relación a lo que apuntaron estos indicadores en el mes de noviembre, cuando todos ellos mostraron contracción de la actividad con relación al mes precedente. Unas lecturas por debajo de lo esperado por el consenso de analistas podrían exacerbar más aún entre los inversores el miedo a la recesión y, por tanto, provocar nuevas ventas en los mercados de valores.