Fernando Marcos (Intermoney) | La jornada de ayer se saldó finalmente con ligeras ganancias en la renta variable americana y toma de beneficios en el viejo continente. Con respecto a los bonos las TIRes cayeron de manera generalizada con el Bund -7 p.b. y el americano -6 p.b. situándose en el entorno del 4.36%. Sin grandes catalizadores, las cifras de inflación de marzo en Estados Unidos centrarán hoy toda nuestra atención. El escenario, que parecen no desear de manera general el respetable público, es que la economía norteamericana sea capaz de funcionar a buen ritmo a pesar de los tipos de interés de financiación altos y que apenas encuentren consecuencias negativas en la deuda soberana y en el mercado laboral. Sin ánimo por supuesto de enmendar al ECB, que en su momento llegó afirmar en junio del 2022 que la inflación llegó casi de la nada, achacando las subidas a la guerra, el encarecimiento de las materias primas o la cadena de suministros; el motivo que subyace estaría más bien en la cantidad de moneda en circulación. La persistencia en la inflación tiene más origen en lo monetario, pues los conflictos bélicos son generalmente deflacionistas con una oferta monetaria análoga. La oferta desmedida ayuda a inflar burbujas y esconde riesgos, por lo que la importancia ya no solo está en el tipo de referencia, sino en el montante de recompras de activos por parte de los supervisores que es capital.
Fitch mantiene su rating en A+ a China, pero modifica su perspectiva a negativa. Las motivaciones vienen de la mano de las mayores incertidumbres del crecimiento y el desmesurado incremento de la deuda regional. El informe nos habla de la dependencia del sector inmobiliario y aunque mantienen interesantes incrementos del PIB para el 2024 del +4.5% y lo mantiene hasta el 2028. Incrementa sustancialmente al 7.1% el déficit para el 2024 desde 5.8% y la deuda hasta 61.3% desde 56.1%. El banco central Nueva Zelanda mantiene sin sorpresas el 5.5%, conservando el discurso de restricción monetarias y vigilancia de la inflación. La festividad del Eid al-Fitr, tras el Ramadán, mantiene algunos mercados orientales cerrados.
En Europa conocimos el IPC interanual noruego 3.9%, por debajo de la 4.2% previsto y desde un anterior de 4.5%, también supimos el índice de precios al consumo de Grecia sube al 3.2% en marzo, frente al 2.9% anterior.
Antes de la inflación supimos de las Solicitudes de hipotecas MBA en EE. UU. que apunta una subida de 0.1% contra el -0. 6% anterior.
Finalmente ha marcado un 3.5% frente al 3.2% de febrero, según ha publicado la Oficina de Estadísticas Laborales. Esta es la cifra más elevada vista por el indicador en 6 meses. El mensual sube 0.4% superando 0.3% estimado y la subyacente se mantiene persistente 3.8% una décima por encima de lo previsto. Esta es en la que se fija la Reserva Federal, pues al excluir las partidas más volátiles, nos devuelve una imagen más fiel. Ahora hará reajustar las apuestas de recorte en junio hacia un inicio más tardío.
Caída a plomo de los precios de los soberanos 0.81pb en el Bund, 71.5pb los periféricos, con aplanamiento de curvas. El 10 vs 30 años que partía esta mañana desde 63.86pb toca el 63.38, siendo el movimiento menos acusado en el 5 años vs 10 años de 37.78pb en apertura a 34.05 tras el dato. Al compás de las subidas de rendimientos de la deuda los futuros de acciones en EE. UU. caen bruscamente y el cash de variable cae también, tiñendo de rojo ambas orillas del Atlántico. Esperando algo de corrección pues aumento de los costos es producto de los seguros de vehículos de motor y de la atención médica la tarde transita con mayor amplitud en los precios.