La combinación crecimiento-inflación se deteriora

Edmond de Rothschild | Los últimos datos del PMI confirmaron la ralentización del sector manufacturero, y sugirieron que sería el sector servicios el que impulsaría la recuperación en los próximos meses.

En Estados Unidos, el PIB del primer trimestre sólo creció un 1,6% anualizado y el deflactor del IPC subyacente fue demasiado alto para que la Reserva Federal pudiera recortar los tipos en un futuro próximo. ¿Menos crecimiento y demasiada inflación? Si examinamos las cifras, la demanda interna sigue pareciendo fuerte, pero el empeoramiento del déficit comercial y las existencias han contribuido negativamente. Tras un año de desinflación gracias a la moderación de los precios de los bienes y la energía, estos datos de inflación muestran que, desde principios de año, la tendencia se mantiene con dificultad.

Las solicitudes semanales de subsidio de desempleo también mostraron la resistencia del mercado laboral. Las cifras no animan a la Reserva Federal a recortar los tipos con rapidez y frecuencia. Los mercados apuestan ahora por una primera bajada de tipos tras las elecciones presidenciales de noviembre y  han revisado a la baja las expectativas sobre el número de recortes de tipos en 2025. No obstante, el balance de la Fed podría ofrecer una vía más acomodaticia. Esta semana, el comité general analizará el final de la fase de Quantitative Tighthening de la Fed.

Mientras tanto, la actitud expectante de la Fed ha aumentado la presión sobre las divisas con bancos centrales más acomodaticios, y especialmente sobre el yen. Sin embargo, el Banco de Japón se ha mantenido firme y ha mantenido los tipos sin cambios. De momento, aumentan las intervenciones del Tesoro para apuntalar el yen.

El entorno macroeconómico imperante no es ideal para los activos de riesgo, pero la temporada de resultados está sirviendo de apoyo, especialmente en EE.UU., donde las empresas han superado de media las estimaciones en un 6,8%, frente al 2,1% en Europa. Las expectativas eran muy altas sobre todo para las empresas grandes con exposición al tema de la inteligencia artificial, pero no en otros casos.

Debido a esta fortaleza de los datos micro y macroeconómicos, las preocupaciones inflacionistas siguen pesando sobre los mercados de renta fija. Cualquier repunte de los activos de riesgo requeriría cierta estabilización de los tipos reales. Por el momento, mantenemos nuestra postura neutral.