Ana Racionero (Intermoney) | El aluvión de emisiones de deuda soberana previsto para hoy en Europa provocaba un aumento de las rentabilidades de los bonos que era mayor en el largo plazo, dando lugar a un empinamiento de las curvas. Los rendimientos de los UST, por el contrario, se mantenían estables después de la caída de ayer con motivo del descenso de las expectativas de inflación a un año en E.E. U.U. a mínimos de 3 años, la bajada del precio del petróleo y las declaraciones de Raphael Bostic afirmando que la inflación estaría camino de alcanzar el objetivo del 2% y esperaría un primer recorte de tipos en el tercer trimestre, lo que daba lugar a un estrechamiento del “Atlantic Spread” y a un debilitamiento del USD frente a sus pares. Michelle Bowman se mostraba igualmente partidaria de bajar tipos de seguir retrocediendo la inflación. El Tesoro estadounidense conseguía colocar 75000 millones de USD en T-bills a tres meses y 68000 millones de USD en T-bills a seis meses, dado el “suculento” 5.235% de rentabilidad que ofrecían y las inminentes expectativas de bajadas de tipos. El yuan y la renta variable china repuntaban ante las crecientes especulaciones de una mayor relajación a través de un nuevo recorte de los coeficientes de reservas. El IPC de Tokio descendía una décima más de lo previsto hasta el 2.4%, y hasta el 2.1% el subyacente.
La producción industrial alemana caía un -0.7% en noviembre en lugar de crecer un 0.3% como descontaban las encuestas. En términos anualizados, se desplomaba un -4.8%, empeorando el -4% previsto. La balanza comercial francesa reducía su déficit en el mismo periodo de -8597 a – 5943 millones de euros. El desempleo descendía en Italia de forma inesperada hasta el 7.5%, mientras que el de la Eurozona retrocedía una décima más de lo previsto hasta situarse al 6.4%. Centeno declaraba que el dato de inflación de diciembre era una buena noticia, que se estaría acercando el momento de la relajación y que el BCE no tendría por qué esperar a mayo para tomar decisiones. El Tesoro español adjudicaba 1037 millones de euros de la letra a seis meses SGLT 05/07/24 a un tipo medio del 3.58%, y 4019 millones de euros de la nueva letra de año SGLT 10/01/25 a un interés medio del 3.293%, colocando así un total de 5056 millones de euros de un objetivo de colocación de 4500-5500 millones de euros. Asimismo, convocaba a los inversores para exponer su nueva estrategia de financiación para 2024 y anunciaba la sindicación de un nuevo bono de referencia a 10 años con vencimiento 30/04/2034, nombrando gestores a Barclays, BBVA, Calyon, Deutsche Bank, JP Morgan y Banco Santander. El descenso superior a lo previsto de las ventas similares BRC británicas provocaba una depreciación de la libra esterlina. La demanda de ventas de deuda pública en el mercado primario de bonos de la Eurozona batía récords.
En E.E. U.U., el índice NFIB de optimismo de empresas pequeñas subía por encima de lo esperado. Del mismo modo, la balanza comercial reducía su déficit más allá de las previsiones.
En cuanto a la renta variable, después de las ganancias de ayer, que estaban impulsadas por un sector tecnológico liderado por Nvidia, y que impulsaban al NIkkei hasta máximos de 34 años, al Nasdaq a su mayor subida desde noviembre y al S&P cerca de máximos históricos, hoy perdía fuelle y se desvanecía el rebote, mientras que el petróleo repuntaba con fuerza. El bitcoin retrocedía después de haber superado los 47000 USD ante las perspectivas de que se terminen aprobando los primeros fondos cotizados en bolsa de la criptomoneda en E.E. U.U.