BancaMarch | Una combinación de clima más frío, baja generación eólica y la pérdida de suministros rusos a través de Ucrania ha significado que la región ha estado agotando las reservas de gas más rápidamente este año. El almacenamiento se encuentra a un 48% sobre su capacidad de llenado, en niveles inferiores a 2023 y 2024 (66%-67%), aunque aún superior a 2022 (33%). Los países miembros tienen que cumplir el objetivo de llenar sus reservas a un 90% en noviembre para hacer frente al invierno, contando con objetivos intermedios en febrero, mayo, julio y septiembre.
A partir de abril, se produce el punto de inflexión y las naciones europeas comienzan a proveerse de gas hasta el mes de noviembre. La perspectiva de un aumento de la demanda en los próximos meses, sometidos a plazos fijos para el rellenado, impulsó los precios a principios de esta semana a 58 euros/MWh, un máximo de dos años. Al menos seis gobiernos han solicitado relajar los objetivos a partir de este año para permitir el aprovisionamiento cuando los mercados son más beneficiosos, y mañana se someterá a debate.
Por otro lado, también se considera otra medida, más polémica: acotar temporalmente el precio del gas europeo. Este mecanismo ya se propuso en 2022, aunque el tope nunca llegó a activarse porque la referencia se mantuvo por debajo de los 180 euros/MWh. La industria de comercio de gas y energía en Europa han expresado su preocupación a esta posibilidad, argumentando que el límite dañaría la confianza en el precio de referencia del gas de la UE, llevaría a los participantes del mercado a cambiar a otros precios de referencia del gas fuera de la UE y dificultaría que Europa atraiga cargamentos de gas natural licuado en mercados globales competitivos en precio.