Inflación EEUU: incluso mostrando un mayor traspaso de los aranceles a los precios de bienes, otros como autos consiguen netear el efecto

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Intermoney | El dato estrella de la semana estaba en la inflación en abril de Estados Unidos que conocíamos el martes y en líneas generales la lectura no deparaba ningún sobresalto. El IPC mensual avanzaba mes a mes un +0,2% dejando la lectura interanual en el +2,3% (desde 2,4% en marzo) en línea con nuestros pronósticos y ligeramente por debajo de las estimaciones del consenso de Bloomberg. A pesar de que el informe ya muestre una inflación acelerada en algunas de las categorías de consumo más afectadas por los aranceles del “Día de la Liberación” del 2 de abril, las presiones deflacionarias en categorías de servicios como ocio y viajes nivela el aumento de precios en los bienes. Ese juego de equilibrios entre bienes y servicios derivaba en que el IPC subyacente mensual y anual avanzara un +0,2% y 2,8% respectivamente, sin romper ninguna quiniela.

La partida de los bienes era donde había que poner el ojo, y como esperábamos, las categorías más dependientes del comercio con China, experimentaron una aceleración en los precios mensuales, como muebles (+1,5 %), electrodomésticos (+0,8 %), televisiones (+1,0%) equipos de fotografía (+2,2%), de audio (+8,8 %) y artículos deportivos (+0,6 %), a lo que hay que añadir el +0,4% que se encarecían los productos médicos, todo ello productos que habían presentado caídas en el precio en marzo y cuyo repunte se puede atribuir casi en exclusiva a los aranceles. Aun así, los precios de bienes subyacentes subieron sólo un +0,1% gracias a que los precios de vehículos nuevos se mantuvieron prácticamente planos tras el ajuste estacional, mientras que los precios de los vehículos de segunda mano se contraían un -0,5% m., un descenso que era una sorpresa positiva.

Por el lado de los servicios, podemos volver a interpretar que los consumidores están reduciendo su gasto discrecional, al igual que ya vimos en el informe pasado. El alojamiento y los vuelos más baratos aportaron un impulso deflacionario significativo. Las tarifas aéreas cayeron por tercer mes consecutivo, en un -2,8% m., mientras que los precios de hoteles bajaron un -0,2% m. Sin embargo, la inflación en servicios subyacentes se aceleró a un 0,3% m. por los servicios de atención médica y partidas que generan un poco más de ruido por sus particularidades, como mantenimiento de vehículos de motor (+0,7% m.) y los seguros de vehículos (+0,6% m.). Cuestión aparte merecen los servicios de vivienda (+0,3% m. y +4,0% a.). Apenas se producían cambios, con el alquiler de vivienda principal aumentando al mismo ritmo del 0,3 % que, en marzo, y la renta equivalente del propietario bajando ligeramente a 0,36 % desde 0,40%.

Pero incluso en estas partidas la Fed tiene motivos para estar esperanzada, puesto que la nueva serie de alquileres de inquilinos que elabora la Fed de Cleveland, están cayendo y sugieren, basándose en la relación histórica, que los costes de la vivienda se ralentizarán bruscamente a finales de este año/principios del próximo. En general el informe es amable, ya que, incluso mostrando un mayor traspaso de los aranceles a los precios de bienes, otros como autos han conseguido netear el efecto. Además, también fue compensado por la deflación en sectores clave de servicios como muestra de una menor propensión a gastos discrecionales de ocio. Y a eso cabe añadir la tregua anunciada de 90 días entre China y Estados Unidos que volverá a aliviar las categorías de bienes que se han recalentado.