Intermoney | Tratando el encuentro de Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, anunciaba con cautela un recorte de tasas de interés el próximo mes, pero envió un mensaje sutil a quienes esperan una flexibilización agresiva y es el de no esperar recortes continuados. El tono cauteloso de Powell reflejaba la compleja dinámica económica que enfrenta la Fed: un mercado laboral que, según él, muestra señales “curiosas” de debilidad a pesar de la baja tasa de desempleo, y aumentos de precios impulsados por aranceles que apenas comienzan a afectar a la economía. La postura de Powell parecía buscar un intento público de generar consenso el FOMC y que la aparente estabilidad del mercado laboral ocultaba una debilidad subyacente inusual, ya que tanto la oferta como la demanda de trabajadores estaban disminuyendo simultáneamente.
La pregunta es si la caída de la demanda refleja principalmente un menor número de personas que buscan trabajo, por ejemplo, debido a restricciones más estrictas a la inmigración, como han argumentadovarios colegas reacios u opuestos a los recortes de tasas. Powell advertía que centrarse demasiado en las restricciones inciertas de la oferta podría pasar por alto señales de debilitamiento de la demanda que podrían causar un rápido deterioro del mercado laboral. Esa perspectiva del mercado laboral es importante porque crea un segundo argumento a favor de los recortes. Powell afirmó que cualquier desaceleración del mercado laboral podría proporcionar un mecanismo más sólido para evitar que los aumentos puntuales en los costos de los bienes y materiales importados alimenten las espirales de precios y salarios que generan presiones inflacionarias duraderas.