Juan J. Fdez-Figares | Tras una semana en la que los principales índices de las bolsas europeas cerraron en general con ligeros descensos y los estadounidenses de forma mixta, y en la que la publicación el viernes de las cifras de empleo no agrícolas de agosto en EEUU, que fueron más débiles de lo esperado, marcó, para mal, la tendencia de cierre de la renta variable occidental, los inversores afrontan a partir de hoy la segunda semana de septiembre, la cual presenta una agenda política y macroeconómica bastante intensa.
Empezando por la primera, cabe destacar que hoy se vota en Francia la moción de confianza convocada por el primer ministro del país, François Bayrou, para comprobar si tiene o no el apoyo de la Asamblea Nacional para sacar adelante su propuesta de presupuestos, que incluye recortes por importe de 44.000 millones de euros. Lo más probable, y es algo que pensamos que ya tienen descontado los mercados, es que Bayrou pierda la moción y se vea obligado a presentar su dimisión al presidente Macron. Es por ello que será la decisión que adopte este último lo que valorarán los inversores. En principio, el escenario más factible es que Macron nombre un nuevo primer ministro, probablemente del ala socialista, y que éste intente sacar adelante un nuevo presupuesto con menores recortes. Este escenario, en principio, sería el menos negativo para los mercados, siendo, en sentido contrario el más negativo la convocatoria de nuevas elecciones legislativas, algo a lo que Macron se resiste, ya que el resultado de las mismas no cambiaría mucho la actual composición de la Asamblea. Este tema, y hasta conocer su resolución, centrará la atención de los inversores en la Eurozona, por la capacidad que tiene de desestabilizar los mercados de bonos y acciones, como ya se pudo comprobar hace dos semanas.
En el ámbito macroeconómico, la principal cita de la semana será la reunión que el jueves mantendrá el Consejo de Gobierno del BCE. En principio, se da por hecho que, por segunda reunión de forma consecutiva, el banco central de la Eurozona opte por mantener sin cambios sus tasas de interés de referencia ya que, mientras la inflación parece controlada a niveles cercanos al 2%, el crecimiento económico y el mercado laboral de la región están resistiendo mejor de lo esperado, lo que da margen el BCE para no tener que “forzar la máquina” y, por ello, no tener que seguir bajando sus tipos por el momento. Por todo ello, lo más relevante será lo que diga su presidenta, la francesa Christine Lagarde, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo sobre potenciales nuevos movimientos de tipos oficiales en la Eurozona.
Pero, además, el jueves de esta semana se publica en EEUU la lectura del IPC de agosto. En principio, se espera que la tasa de crecimiento interanual del IPC general suba en el mes hasta el 2,9% (2,7% en julio) y que la de su subyacente se mantenga estable en el 3,1%. En ambos casos, las lecturas se situarán sensiblemente por encima del objetivo de la Reserva Federal (Fed) del 2%. A pesar de ello, y dada la debilidad que viene mostrando el mercado laboral estadounidense en los últimos meses, el mercado espera que la semana que viene el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) baje sus tasas en 25 puntos básicos -los inversores le dan una probabilidad de prácticamente el 100% a este movimiento-. No obstante, la evolución de la inflación en los próximos meses determinará en gran medida el margen de maniobra que posee la Fed para seguir bajando tipos, de ahí la importancia de la lectura del IPC del mes de agosto para los mercados de bonos y acciones. Además, esta semana la Oficina de Estadísticas Laborales publica su revisión preliminar del crecimiento del empleo para el período de abril de 2024 a marzo de 2025 en EEUU. Se esperan revisiones a la baja y, si son lo suficientemente severas, podrían abrir la puerta a un recorte de incluso medio punto de las tasas oficiales en la reunión de política monetaria que el FOMC celebrará el 16 y 17 de septiembre.
Por tanto, esta semana, además de la crisis política francesa, serán los bancos centrales, concretamente sus potenciales actuaciones en materia de tipos de interés, los que centren la atención de los inversores y determinen la tendencia que adoptan las bolsas.
Para empezar, esperamos que hoy los principales índices bursátiles europeos abran al alza, con los inversores muy pendientes de Francia y de lo que pueda ocurrir en la Asamblea General cuando se vote la moción de confianza convocada por el primer ministro Bayrou. Decir, no obstante, que será la tendencia que adopte Wall Street cuando abra esta tarde la que, en gran medida, determine cómo cierra la renta variable europea la jornada.
Por lo demás, comentar que esta madrugada las principales bolsas asiáticas han cerrado con ligeros avances, con la japonesa liderando las ganancias, con los inversores “celebrando” la renuncia del primer ministro Shigeru Ishiba; que el dólar muestra un comportamiento mixto con relación a las principales divisas mundiales; que los precios de los bonos ceden un poco y sus rendimientos repuntan tras la fuerte caída que experimentaron el viernes; que el precio del crudo rebota, tras conocerse que la OPEP+ va a incrementar sus producciones en menor medida de lo esperado y a la espera de las nuevas sanciones estadounidenses a Rusia; que el precio del oro cede ligeramente; y que los precios de las principales criptomonedas no muestran cambios significativos.



