Los efectos de la energía deberían arrastrar a la baja la inflación general de EEUU

J. P. Morgan | Las matemáticas del cálculo de la inflación están empezando a funcionar a favor de la Reserva Federal (Fed), ya que los precios de 2023 cada vez comparan de manera más favorable frente a los altos niveles de 2022. Un sector en el que esto se percibe es la energía. La energía restó a la inflación anual en marzo 0,5 puntos porcentuales del índice general de precios al consumo (IPC). Con los costes de la energía ahora un 35% por debajo de su pico de junio de 2022, este efecto podría acelerarse. Por ejemplo, si los precios de la energía permanecen estables hasta junio, su impacto sobre el IPC general podría llegar a restar -1,7 puntos porcentuales, con posibilidades de que sea aún mayor si los precios de la energía continúan cayendo en lugar de permanecer estables. Combinado con el debilitamiento esperado en el IPC de la vivienda del que hablamos la semana pasada, la Fed podrá seguir confiando en que la caída de la inflación persistirá.