La artillería del Banco Popular de China refleja la urgencia en Pekín de evitar riesgos deflacionarios y encaminar el crecimiento hacia el objetivo del 5%

Como vemos, el cóctel de medidas era muy variado, y una que también nos llama la atención era la destinada también a dar un impulso al mercado bursátil. Los fondos y los agentes de bolsa podrán acceder ahora a la financiación del banco popular para comprar acciones, y así, aunque el banco no intervendrá directamente en el mercado de acciones, sí ofrecerá apoyo de liquidez a instituciones financieras para respaldar este. No es casualidad que el anuncio siguiera acompañado de una subida del índice CSI 300 de un 2,4% mientras que el Hang Seng de Hong Kong se disparó un 3,3%. Por otro lado, este anuncio provocará un poco más de debilidad en el yuan, con el USDCNY subiendo en respuesta al paquete de estímulos del banco, pero esto será retroceder un terreno ganado previamente, gracias como decimos al margen que ha supuesto el mayor recorte de la Fed. En general, no creemos que los estímulos acaben aquí, aunque sí es cierto que, a partir de ahora, los funcionarios andarán con pies de plomo a la hora de aplicar estímulos adicionales, salvo que el ciclo de flexibilización de la Fed sea más intenso de lo esperado. Nosotros creemos que el paso dado el martes ha sido correcto en la medida en que se han anunciado varias medidas juntas en lugar de espaciar las medidas individuales poco sistemáticas con un efecto más limitado. Si lo que quieren los funcionarios es provocar una respuesta en la actividad, de esta manera creemos que se puede conseguir más fácilmente que como venían haciendo hasta ahora. Además, si también se produce un fuerte impulso de la política fiscal, el objetivo de crecimiento del PIB del 5% podría ser sencillo de alcanzar. En ocasiones hemos comentado que, si el politburó se fija un cierto nivel de crecimiento, tiene herramientas suficientes para conseguirlo. Otra cosa es las distorsiones que eso pudiera crear en el más largo plazo en forma de burbujas, crecimiento del crédito y apalancamiento. El caso es que, para que el mercado inmobiliario se recupere, tienen que ocurrir dos cosas. En primer lugar, los precios deben estabilizarse y segundo, es necesario que el exceso de inventarios de viviendas se reduzca. Las implicaciones de una aceleración en el crecimiento de la economía china podrían ser relevante para sus socios comerciales, y de estos, Alemania podría ser de los que más beneficiados salieran de una reactivación del comercio entre los países. Pero hasta entonces, la economía teutona va a seguir con un menor apoyo del sector exterior, que se une a una acusada debilidad de la industria, así como a un consumo de los hogares aún deprimido. Eso se está reflejando en los indicadores más adelantados, y si bien los PMI retrocedían el lunes y la confianza de los empresarios se contraía más intensamente, el martes eran los IFO los que sacaban a relucir los mismos problemas. El clima empresarial siguió deteriorándose, cayendo por quinto mes consecutivo hasta 85,4 pts en septiembre desde 88,6 en agosto siendo el principal responsable el componente de evaluación actual, que sufrió un duro golpe y cayó a 84,4, (frente al 85,6 est.). El componente de expectativas también daba un paso atrás pero mucho más marginal, en medio punto hasta los 86,3.

Intermoney | La verdad es que, si el Banco Popular de China (PBoCh) se ha propuesto ser impredecible, para que sus medidas tengan más efecto al coger por sorpresa a los mercados, lo está consiguiendo. Hasta ahora, y a pesar de la moderación de la actividad, el banco no ha querido actuar como en otras ocasiones, a través de políticas monetarias convencionales expansivas, sino que esta vez se han guardado de no crear crédito en exceso que alimente nuevas burbujas. Además, se ha venido poniendo el foco en el yuan, para no debilitarlo en exceso, por lo que recientemente las acciones han venido a través de acciones más suaves o con herramientas menos convencionales. El problema es que eso hasta ahora se ha mostrado como insuficiente para resolver una situación delicada de la actividad del gigante asiático. La frágil situación del sector inmobiliario y, ligada con esta, el mal estado de confianza del consumidor chino, está influyendo en que la economía no esté avanzando este primer semestre conforme a los objetivos de crecimiento del politburó para este año, de un 5%. A esos problemas que ya son mantenidos desde hace un par de años, se le añaden unas recientes tensiones comerciales que podrían dañar ahora el motor de crecimiento que más está empujando, como es el comercio exterior.

Pero con la Fed habiendo movido ficha, avisamos en la apertura de esta semana que tras el recorte de tipos de 50 p.b. y el subsiguiente fortalecimiento del yuan, el Banco Popular ya no tenía las manos atadas para mantener la estabilidad monetaria y que ahora disponía de una ventana para la relajación de la política monetaria. Aunque lo que no esperábamos es que la acción fuera tan rápida, casi instantánea y con un paquete de medidas inusualmente amplio. El hecho de que se implementen tantas medidas de diversa índole juntas, refleja la urgencia en Pekín de evitar riesgos deflacionarios y encaminar el crecimiento hacia el objetivo del 5%. La medida más importante ha sido un recorte de 20 p.b. del tipo repo inverso de referencia a 7 días, que pasa del 1,7% al 1,5% y recordamos que ahora esta es la tasa principal para los funcionarios del banco, queriendo restar importancia a la MLF a 1 año. Habida cuenta de las tendencias anteriores, en las que los funcionarios estaban siendo más cautos y pacientes, los mercados se inclinaban por esperar varios recortes de los tipos de 10 p.b. a lo largo del tiempo, por lo que una reducción de 20 p.b. representa una medida más contundente a la esperado.

Y a pesar del estímulo a través de la herramienta principal de política monetaria, también se añadieron otras medidas no convencionales, como un nuevo recorte en el coeficiente de caja de los bancos. En este caso, el recorte era de 50 p.b. con la que la ratio que deben mantener desciende ahora del 10,0% al 9,5% en un intento de liberar más recursos para préstamos. Aunque con esta medida, como con otras menos convencionales, somos más dubitativos de que pueda generar los efectos deseados. La escasez de préstamos se está debiendo más a la falta de demanda de préstamos de alta calidad en un contexto de falta de confianza y no tanto a que los bancos no tengan fondos disponibles para otorgarlos, que los tienen. Al mismo tiempo, para reavivar la actividad en el sector inmobiliario, se ofrecía también una disminución promedio de 50 p.b. en las tasas de hipotecas existentes. Esto reducirá los pagos de intereses en un total anual de alrededor de 150.000 mill. de yuanes. Y en esta línea, el pago inicial mínimo para una segunda vivienda se reducirá al 15% del valor, desde el 25% actual, algo que sigue a una medida similar para la compra de primera vivienda a principios de año. Una última medida de apoyo al sector era que el PBoCh intensificará su programa de représtamos a los bancos, proporcionando el 100% del principal de los préstamos bancarios para que las empresas estatales adquieran inventarios de propiedades no vendidas.

Como vemos, el cóctel de medidas era muy variado, y una que también nos llama la atención era la destinada también a dar un impulso al mercado bursátil. Los fondos y los agentes de bolsa podrán acceder ahora a la financiación del banco popular para comprar acciones, y así, aunque el banco no intervendrá directamente en el mercado de acciones, sí ofrecerá apoyo de liquidez a instituciones financieras para respaldar este. No es casualidad que el anuncio siguiera acompañado de una subida del índice CSI 300 de un 2,4% mientras que el Hang Seng de Hong Kong se disparó un 3,3%. Por otro lado, este anuncio provocará un poco más de debilidad en el yuan, con el USDCNY subiendo en respuesta al paquete de estímulos del banco, pero esto será retroceder un terreno ganado previamente, gracias como decimos al margen que ha supuesto el mayor recorte de la Fed.

En general, no creemos que los estímulos acaben aquí, aunque sí es cierto que, a partir de ahora, los funcionarios andarán con pies de plomo a la hora de aplicar estímulos adicionales, salvo que el ciclo de flexibilización de la Fed sea más intenso de lo esperado. Nosotros creemos que el paso dado el martes ha sido correcto en la medida en que se han anunciado varias medidas juntas en lugar de espaciar las medidas individuales poco sistemáticas con un efecto más limitado. Si lo que quieren los funcionarios es provocar una respuesta en la actividad, de esta manera creemos que se puede conseguir más fácilmente que como venían haciendo hasta ahora. Además, si también se produce un fuerte impulso de la política fiscal, el objetivo de crecimiento del PIB del 5% podría ser sencillo de alcanzar. En ocasiones hemos comentado que, si el politburó se fija un cierto nivel de crecimiento, tiene herramientas suficientes para conseguirlo. Otra cosa es las distorsiones que eso pudiera crear en el más largo plazo en forma de burbujas, crecimiento del crédito y apalancamiento. El caso es que, para que el mercado inmobiliario se recupere, tienen que ocurrir dos cosas. En primer lugar, los precios deben estabilizarse y segundo, es necesario que el exceso de inventarios de viviendas se reduzca.

Las implicaciones de una aceleración en el crecimiento de la economía china podrían ser relevante para sus socios comerciales, y de estos, Alemania podría ser de los que más beneficiados salieran de una reactivación del comercio entre los países. Pero hasta entonces, la economía teutona va a seguir con un menor apoyo del sector exterior, que se une a una acusada debilidad de la industria, así como a un consumo de los hogares aún deprimido. Eso se está reflejando en los indicadores más adelantados, y si bien los PMI retrocedían el lunes y la confianza de los empresarios se contraía más intensamente, el martes eran los IFO los que sacaban a relucir los mismos problemas. El clima empresarial siguió deteriorándose, cayendo por quinto mes consecutivo hasta 85,4 pts en septiembre desde 88,6 en agosto siendo el principal responsable el componente de evaluación actual, que sufrió un duro golpe y cayó a 84,4, (frente al 85,6 est.). El componente de expectativas también daba un paso atrás pero mucho más marginal, en medio punto hasta los 86,3.