Ana Racionero (Intermoney) | Durante la tarde de ayer, y con el mercado europeo ya cerrado, se continuaban sucediendo las declaraciones en tono “hawkish” por parte de banqueros centrales. Catherine Mann, la miembro más “dura” del BOE, se autoproclamaba “halcona” en cuanto a políticas de tipos de interés, y advertía de que apenas se acabarían de alcanzar tipos restrictivos en el Reino Unido y de que éstos podrían tener que permanecer permanentemente altos. Estos comentarios ahondaban en las ventas de bonos y en el brutal movimiento de “steepening” que estamos viviendo estos días. Harker y Powell, que participaban en una mesa redonda de debate que había generado gran expectación a lo largo de la sesión, se abstenían de hacer comentarios sobre política monetaria. Loretta Mester, de la FED de Cleveland, decía que podría ser necesaria otra subida de tipos este año. Michael Barr, vicepresidente de Supervisión de la FED, declaraba que la cuestión sería durante cuánto tiempo se han de mantener altos los tipos de interés. Las rentabilidades de los USTs cerraban la jornada americana con aumentos de más de 10 pb en toda la curva y las probabilidades de una subida de tipos por parte de la Fed en la próxima reunión de noviembre aumentaban hasta cerca de un 30%, impulsando más aún al USD. El euro, por el contrario, caía a mínimos del año.
De manera que, un día más, abríamos los sistemas para encontrarnos con los bonos a la baja y las rentabilidades en máximos de más de una década y las declaraciones de Simkus, del BCE, abogando por mantener los tipos de interés restrictivos para contener los precios. Lane también intervenía hoy diciendo que aún no se habría alcanzado el objetivo de inflación en la Eurozona y quedaría trabajo por hacer, y aludía al precio del gas natural europeo diciendo que no espera que se mantenga el bajo precio actual. Apuntaba que, aunque ya se habría alcanzado un nivel de tipos suficiente que debería ayudar a controlar la inflación, sería clave mantener ese nivel durante el tiempo necesario. También Tuomas Valimaki, el funcionario finlandés del BCE que está sustituyendo a Oli Rehn, declaraba que el banco central podría volver a subir tipos, caso de persistir la inflación.
España sumaba en septiembre 19800 nuevos desempleados. El Tesoro procedía a subastar letras a 6 meses y a un año. De la SGLT 12/04/24 adjudicaba 1038 millones de euros con una rentabilidad media del 3.823%. De la nueva SGLT 04/10/24 adjudicaba 3535 millones de euros con un interés medio del 3.862%. En total colocaba 4573 millones de euros de un objetivo de colocación de 4000-5000 millones de euros.
En el Reino Unido, el índice BRC de precios de tiendas volvía a moderar en septiembre, con un aumento interanual del 6.2% frente al anterior 6.9%, revirtiendo parte de las pérdidas de los Gilts.
En E.E. U.U., las ofertas de empleo JOLTS subían en agosto por encima de las previsiones, lo que apunta a una mayor escasez de mano de obra que lleve a un mayor tensionamiento del mercado laboral, incrementando las apuestas a una subida de tipos adicional en diciembre y elevando las rentabilidades de los UST, con el dos años al 5.13%, el diez años al 4.75% y el 30 años al 4.88%. Hay que tener en cuenta que la rentabilidad del bono de referencia a 10 años lleva más de 140 pb de aumento desde mínimos de abril, y, a medida que las rentabilidades siguen ascendiendo, la renta fija va restando cada vez más atractivo a la renta variable.
El escaso apetito por el riesgo mantenía las bolsas en pérdidas, con el índice europeo cotizando cerca de mínimos de seis meses, y al petróleo lejos de los últimos máximos, con el WTI por debajo de los 89 USD por barril, a pesar de que la OPEP no da señales de aliviar la presión petrolera, después de que el crudo se haya disparado más de un 20% en tres meses. El precio del gas natural europeo continúa descendiendo, ya que el clima, inusualmente cálido para estas fechas, ha erosionado la demanda.
El RBA mantenía el tipo de interés del USD australiano sin cambios, tal y como estaba previsto, al 4.10%.