Lazard | El índice de precios preferido por la Reserva Federal de EEUU, el deflactor de consumo privado/PCE, vuelve a la palestra en pleno aplazamiento por parte del mercado de las expectativas de recortes de los tipos de interés. El viernes de conocerán los datos de marzo de un informe que vigila estrechamente el organismo que preside Jerome Powell porque mide los precios de todos los bienes y servicios consumidos por los hogares, independientemente de quién los pague, mientras que el IPC sólo recoge los precios de los bienes y servicios abonados por el consumidor.
Aún así, los insumos para el cálculo del PCE se derivan del IPC y del Índice de Precios de Producción (IPP), “por lo que es poco probable que haya una sorpresa importante”, dice Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard. Se espera que se sitúe en el 0,3% interanual para las métricas general y subyacente; y en términos interanuales, la previsión apunta a un PCE general del 2,6% (frente al 2,5% de febrero) y subyacente del 2,7% (frente al 2,8% de febrero). Por otro lado, la renta personal aumentará un 0,5% (frente al 0,3% de febrero) y el gasto un 0,4% (frente al 0,8% de febrero), según las estimaciones.
Estos datos llegarán un día después de que se publique la estimación inicial del PIB estadounidense del primer trimestre de 2024, que se calcula se ralentice hasta el 2,1% anualizado desde el 3,4% del trimestre anterior, y tras conocerse la semana pasada unas cifras de ventas minoristas del país en marzo que superaron con creces las expectativas y con los datos de los dos meses anteriores revisados al alza, “invirtiendo los signos de debilidad de la publicación mensual anterior”, recuerda Temple.
El estratega de Lazard estará también “atento” en los próximos días a la difusión de los índices de gestores de compras (PMI) manufactureros de la zona euro, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, “para determinar si se mantiene el reciente repunte de la actividad”. Y no espera que la reunión del Banco de Japón del viernes depare cambios de política monetaria.
Precisamente, la semana pasada se supo que la inflación en Japón se desaceleró en marzo y cayó ligeramente por debajo de las expectativas, con un Índice de Precios al Consumo (IPC) del 2,7% interanual (frente al 2,8% del consenso y del mes anterior). Por otro lado, la Bolsa de Tokio (TSE) informó de que 115 empresas divulgaron planes de acción de capital, mientras que más de 50 indicaron que están considerando emitir planes durante marzo, como parte de sus esfuerzos por fomentar una mejor asignación de capital por parte de las empresas cotizadas, comenta Temple.
También mejoraron los datos de inflación del Reino Unido, con un IPC general, subyacente y de servicios por debajo de las expectativas. “A pesar de la continua desinflación en Reino Unido, las expectativas del mercado sobre el calendario y la magnitud de los recortes de tipos del Banco de Inglaterra cambiaron a lo largo de la semana en una dirección más agresiva, con los mercados valorando sólo 43 puntos básicos de relajación a finales de año, frente a los 56 puntos básicos de hace una semana”, apunta Temple.
Finalmente, el experto alude a que la estimación de crecimiento del PIB real de China en el primer trimestre (del 5,3%) superó las expectativas (4,8%), pero fue acompañada con una producción industrial y ventas minoristas de marzo más débiles de lo esperado, que sugieren que “la tasa de salida del trimestre podría no ser tan impresionante como indicaban los datos de enero y febrero”.