La semana próxima…

Thomas Tilse (Allianz GI) | “Después de la última subida de tipos, que fue de 75 puntos básicos, el mercado de bonos ya empezó a descontar tipos de interés más bajos para 2023 a través de los futuros, al entender que los tipos de interés elevados ya doblegarán a la economía a finales de año, y que la Fed podrá revertir algunas de las subidas de los tipos de este año en caso de que se produjera una tendencia a la recesión en el ejercicio próximo. Así que el mercado está pensando dos pasos por delante. La correlación de los mercados de renta variable y de renta fija sigue siendo positiva. Esto significa que la caída de los tipos de interés y la subida de los precios de la deuda pública también son positivas para las bolsas, y viceversa. Los inversores están luchando este año porque ambos segmentos del mercado están dando resultados negativos y no se han podido conseguir efectos de diversificación. Por lo tanto, las palabras del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, seguirán siendo interpretadas con prudencia, como se puede observar en la actualidad”.

Claves para la próxima semana:

  • La semana que viene, los precios al consumo en Alemania (también los regionales) y en la zona euro proporcionarán información más detallada sobre la situación actual. Las expectativas para el dato armonizado de la UE se mueven hacia el 8,8% para septiembre, lo que todavía representaría una dinámica demasiado alta. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas (ifo) permiten conocer mejor la valoración de la inflación y la subida de los tipos de interés.
  • En EE. UU. se publicarán cifras sobre el gasto de los consumidores en agosto, prestando mucha atención al deflactor como medida de la inflación y, por último, la confianza de los consumidores en septiembre. Entonces, ¿las malas noticias serán buenas para la bolsa y viceversa? Es posible.
  • Los datos de la próxima semana deberían favorecer la constatación de que la economía estadounidense sigue mostrando su fortaleza, con un mercado laboral fuerte y un elevado gasto de los consumidores. Esto podría interpretarse negativamente ante la preocupación por la inflación y la subida de los tipos de interés. Solo con la presentación de resultados empresariales del tercer trimestre (que se publicarán en octubre) puede disolverse de nuevo esta correlación y permitir una mirada a los beneficios. Aquí se aplica de nuevo la máxima de que los buenos resultados empresariales son un motor positivo para la bolsa.