De antidefensivos a procíclicos

Álvaro Cabeza (UBS AM)

Álvaro Cabeza (UBS AM Iberia) | La tendencia más sólida del mercado en el primer trimestre fue la venta de activos defensivos como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el oro y el franco suizo. En nuestra opinión, la esperanza de una normalización económica duradera comenzará a hacerse realidad en el segundo trimestre. Esto permitirá a los inversores pasar de una aversión a los activos defensivos, asociada a la disminución del riesgo de cola, a una preferencia por los activos procíclicos que son beneficiarios relativos en una normalización económica duradera.

En nuestra opinión, las divisas de los mercados emergentes son las mejores posicionadas para superar esta fase. Esta clase de activos ya ha superado tres catalizadores negativos este año: una crisis de los tipos reales en EEUU, las salidas de los inversores extranjeros y una grave caída idiosincrásica en Turquía.

Al mismo tiempo, las divisas de los mercados emergentes han conseguido mantener en gran medida el nivel en el que cotizaban cuando llegó el primer anuncio de la vacuna en noviembre. Este fue el evento crucial que puso en marcha las sólidas perspectivas de crecimiento mundial para 2021. Este entorno es generalmente positivo para los activos de los mercados emergentes, aunque en este caso estos países no estén liderando el repunte de la actividad mundial.

La Reserva Federal no dejará que los tipos reales suban demasiado. En los tramos cortos de la curva como demuestra que la mediana de la proyección de los tipos oficiales se mantenga hasta 2023, incluso cuando las proyecciones de crecimiento se han incrementado. El Banco Central Europeo está dando señales de rechazo a los aumentos de los rendimientos nominales que no vayan acompañados de una mejora de las perspectivas de inflación a medio plazo. Entretanto, algunos bancos centrales de mercados emergentes ya se están embarcando en una retirada telegrafiada de la acomodación para enderezar la política en medio del entorno de mayores rendimientos del Tesoro. Estas posiciones divergentes pueden ayudar a restaurar parte del atractivo del carry de las divisas emergentes.

El acceso desigual a las vacunas y los resultados de la Covid-19 en los mercados emergentes siguen siendo riesgos clave que hay que vigilar de cerca. Estos vientos en contra se ven suficientemente compensados por la continua resistencia de la actividad mundial, especialmente en los sectores de Bienes de consumo, y por la mayor prima de riesgo de los mercados emergentes en relación con otros activos cíclicos. Vemos favorables las siguientes divisas: rublo ruso, el real brasileño, el peso mexicano y el zloty polaco. La diversificación entre Las divisas emergentes es una táctica importante para reducir el riesgo de que la vulnerabilidad de un solo país afecte a la rentabilidad total.