El último dato del IPC quita presión a la Fed para acelerar la retirada de estímulos

Álvaro Cabeza (UBS AM)

Álvaro Cabeza (UBS AM Iberia) | La publicación del IPC de Estados Unidos del mes de agosto, que se ha situado en el 5,3%, era un dato que muchos participantes del mercado estábamos pendientes de conocer. Sobre todo, por el impacto que podría tener en la próxima reunión de la Fed, que se celebrará la próxima semana, y para ver hasta qué punto el repunte de la inflación es transitorio. 

En este sentido, el resultado ha estado en línea con lo que esperábamos y lo que es más relevante, la cesta, quitando los componentes más volátiles, ha bajado hasta el 4% desde el 4,3% a finales de julio cuando el consenso estaba ligeramente por encima. Desde nuestro punto de vista, esta situación quita presión a la Fed para acelerar la retirada de los estímulos. Con lo cual, en términos generales, debería ser un signo positivo. 

No obstante, hay que destacar que una cosa es la retirada de estímulos y otra la subida de tipos de interés. En Jackson Hole, el gobernador de la Fed, Jerome Powell, fue muy claro al afirmar que todavía queda un largo recorrido antes de comenzar a plantear una subida de tipos. De todas formas, es importante destacar que los bancos centrales han aprendido de los errores del pasado y ahora comunican de manera mucho más clara cuáles son sus planes, por lo que resulta más y es más fácil de seguir. Por tanto, desde nuestro punto de vista, la trayectoria de salida de la situación actual va estar telegrafiada de manera bastante clara y transparente. Esto debería aliviar las tensiones del mercado hasta cierto punto.