Está plenamente justificado que los mercados de renta fija y variable suban

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Benjamin Melman (Edmond de Rothschild AM) | La decisión de China de abandonar su política de inflación cero reduce el riesgo de recesión, pero los inversores apuestan más por la desinflación en Estados Unidos, razón por la cual los mercados de renta fija y variable se dispararon en enero. La inflación ha retrocedido en EE.UU. y Europa. Sin embargo, en EE.UU. también se ha confirmado la ralentización del crecimiento salarial, un buen indicio de que la desinflación estadounidense está teniendo un impacto económico subyacente. Los precios energéticos se mantuvieron en general sin cambios en enero, pero la historia de las materias primas fue diferente. El cobre volvió a subir ante las expectativas de recuperación de la economía china. La desinflación tiene cierto potencial en Estados Unidos, pero el panorama es menos claro en Europa, aunque hay indicios de que el proceso ha comenzado.

El propio presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que la desinflación había comenzado, por lo que la Fed podría estar acercándose al final de su duro programa de endurecimiento monetario. Las intenciones del BCE son más difíciles de interpretar, pero observamos que el banco está intentando evitar que los inversores revisen a la baja sus expectativas de subidas de tipos. Los mercados están valorando actualmente un tipo terminal del 3,25-3,5%, lo que parece razonable dadas las declaraciones del banco central hasta ahora, aunque el BCE, a diferencia de la Fed, ha intentado decir lo menos posible sobre el tema.

LOS MERCADOS DE BONOS SIGUEN SIENDO ATRACTIVOS

Creemos que la visibilidad de la inflación y de la política de la Reserva Federal contribuirá a estabilizar los mercados de renta fija en los niveles actuales, incluso en Europa, donde los fundamentos económicos están menos claros. Este optimismo desencadenó un repunte del mercado de renta fija en enero, con rendimientos más bajos y diferenciales más ajustados, pero las posibilidades de que se produzcan plusvalías a partir de ahora parecen escasas. No obstante, los mercados de renta fija siguen siendo atractivos: ofrecen yields históricamente elevados y cualquier riesgo de caída de los precios se ve limitado por la actual desinflación y el próximo fin del endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos. En consecuencia, seguimos sobreponderando los bonos.

LOS MERCADOS DE RENTA VARIABLE AÚN TIENEN RECORRIDO AL ALZA

Desde comienzos de año, los mercados de renta variable se han beneficiado de una desinflación incipiente, de una confianza reforzada en la recuperación de China y de una mayor resistencia en Europa gracias, en parte, a la caída de los precios energéticos. Pero es poco probable que este extraordinario cóctel de factores positivos dure mucho tiempo. El mercado bursátil chino ya ha repuntado un 50% desde finales de octubre. Y el margen para nuevas caídas de los precios de la energía parece estrecho, aunque sólo sea porque la economía china se reactivará pronto. En cuanto a la desinflación, ya se ha descontado parte del retroceso.

Por una parte, aunque la economía mundial esté ahora más equilibrada, no hay que subestimar la presión a la baja sobre los márgenes de las empresas y el riesgo de recesión en Estados Unidos. Por otro lado, los mercados de renta variable aún tienen recorrido al alza por las compras en previsión de un pivote de la Fed, es decir, una postura monetaria más neutral, e incluso esperanzas de una política más acomodaticia. En general, seguimos siendo neutrales con respecto a la renta variable. Seguimos centrándonos en los países emergentes, pero tenemos relativamente poco sesgo geográfico y estamos invirtiendo en nuestros tres temas de inversión para 2023, a saber, la atención sanitaria, el Big Data y el capital humano.

DAR UN IMPULSO ADICIONAL A LOS MERCADOS

En un entorno en el que la inflación es el mayor problema, el hecho de que la recuperación esté tomando forma en China es la mejor noticia posible. China estaba coqueteando peligrosamente con la inflación y se espera que la recuperación esté impulsada por el consumo y los servicios, limitando así cualquier impacto inflacionista en la economía mundial. Por el momento, es difícil imaginar qué otra buena noticia podría dar un impulso adicional a los mercados. Mientras continúe la desinflación en medio de un crecimiento económico modesto, pero sin accidentes (nuestro escenario principal), está plenamente justificado que los mercados de renta fija y variable suban, pero es muy improbable que lo hagan tan rápidamente como en enero.