Metal: todo menos oxidado

Robeco | Los precios de las materias primas pueden seguir subiendo, según el estratega Peter van der Welle. Esta clase de activos ha crecido un 35 % (euros) durante los últimos 12 meses, lo que justifica la posición sobre ponderada que adoptó Robeco en materias primas para la cartera multiactivos hace un año. 

La sobre ponderación se va a mantener debido a una combinación de factores positivos para las materias primas, con el retorno a la normalidad tras la pandemia, afirma Van der Welle, estratega del equipo multiactivos. 

«Aplicando factores de desarrollo macroeconómico, momentum, valoración y percepción a nuestro marco de asignación de activos, concluimos que las materias primas en general, y los metales en particular, están cualquier cosa menos oxidados. Las materias primas siguen brillando y garantizando una sobre ponderación de la cartera a corto y medio plazo». 

Commodities_momentum

«El efecto del momentum, en donde los rendimientos de los precios siguen a la evolución anterior de estos, se nota en todo el espacio de los multiactivos. Los mercados de materias primas no son una excepción: están disfrutando de un momentum fuerte y positivo en esta coyuntura, con las mayores ganancias de precios en el corto plazo de un mes en todo el universo de los multiactivos».

«Las fuertes ganancias por el momentum a corto plazo, como las observadas en metales como cobre y aluminio, parecen indicar más alzas de precios en el futuro próximo».

¡Adelante!

La valoración de las materias primas se ha vuelto más favorable, como muestra un parámetro utilizado habitualmente para medirlo: el roll yield. Es uno de los componentes del rendimiento de las materias primas, junto a los movimientos de cotizaciones al contado y el coste del carry. Técnicamente hablando el roll return se define como el cambio del precio a futuro menos el cambio del precio al contado. 

El roll yield se deriva de la forma de la curva de futuros de materias primas. Es positivo si la curva de futuros de una materia prima está en backwardation, lo que significa que un contrato de futuros de mayor duración converge con el precio al contado más alto al vencimiento. Para un inversor que compra y mantiene su exposición a los futuros de materias primas, esto se reduce simplemente a comprar barato y vender caro. 

La situación inversa se da cuando la curva de futuros está en contango, lo que significa que el precio de los futuros a más largo plazo converge con un precio al contado más bajo al vencimiento. Esto ha sido un lastre para los rendimientos totales de las materias primas en la última década, así como para los de algunas materias primas el año pasado.”

Expansión post pandemia

«Si observamos las curvas actuales de los futuros de las materias primas, la backwardation es la regla general, lo que implica roll returns positivos mientras la forma de la curva no cambie», dice Van der Welle. «Esto es especialmente válido para metales como el cobre». 

«La actual situación de backwardation de alrededor de la mitad de las curvas de futuros de materias primas refleja las presiones de la oferta en una economía mundial que se enfrenta a una mayor demanda de aquellas en la fase de expansión post pandemia. La backwardation implica que se necesitan mayores precios de las materias primas al contado para incentivar más inversiones y sacar adelante oferta».

«Aquí no solo entran en juego las fuerzas cíclicas típicas que cabe esperar en una fase de expansión temprana del ciclo económico, como el aumento de la movilidad, la demanda de viajes reprimida y el elevado consumo de bienes. Por ejemplo, el plan de empleo americano de 2,25 billones de dólares dará un impulso más estructural a las inversiones en carreteras, puentes y ferrocarriles, intensivas en materias primas, en los próximos años». 

Auge de inversiones verdes 

El objetivo del Acuerdo de París para conseguir cero emisiones netas para 2050 también es un buen presagio para la demanda de materias primas para construcción de infraestructuras ecológicas, en particular del cobre, el aluminio y el litio, explica Van der Welle. El litio es clave para las baterías de los coches eléctricos.

«El cuchillo de la descarbonización tiene un doble filo aquí, porque las aspiraciones del Acuerdo de París para 2050 también afectan al lado de la oferta», afirma. «Dada la intensidad energética de la producción de aluminio y el deseo de China de que las emisiones alcancen su punto máximo antes de 2030, los niveles de producción podrían caer en todo el mundo justo cuando se necesitan niveles más altos».  

«Otro elemento macro que alienta nuestra postura alcista respecto a las materias primas es nuestra visión moderadamente bajista respecto al dólar. Las materias primas cotizan en gran medida en dólares, por lo que su precio suele aumentar con un dólar más débil. Además, la reapertura de la economía europea, que es un importador neto de energía, impulsa la demanda de materias primas».

Cobertura frente a la inflación 

En cuanto a la percepción, el aumento de la inflación previsto a medida que la economía mundial vuelva a expandirse podría ser otro factor favorable, según Van der Welle. «El riesgo de inflación es la primera preocupación de los gestores de fondos», afirma. «La búsqueda de coberturas frente a la inflación ha provocado aportes de capital para materias primas, ya que generalmente son coberturas frente a la inflación bastante precisas».  

Sin embargo, China podría ser un obstáculo. «Aunque consideramos que los riesgos para esta clase de activos están sesgados al alza, existen riesgos a la baja», explica Van der Welle. «El más prevalente es que la postura restrictiva de la política monetaria en China para forzar el desapalancamiento en ciertos sectores recalentados podría inhibir la demanda de materias primas».

«Aunque es muy posible que la demanda marginal no provenga de China en el segundo semestre de este año, dado el enorme estímulo de las políticas en otros lugares, China sigue siendo importante para las materias primas. Una desaceleración del crecimiento de la oferta monetaria china ha ido seguida normalmente de una menor apreciación de los precios de las materias primas unos trimestres después». 

«En definitiva, mientras que los precios de la renta variable corren un mayor riesgo de agotamiento en la segunda etapa de la reflación, ya que se ha descontado gran parte del alza de los beneficios futuros, los precios de las materias primas deben equilibrar la oferta y la demanda actuales. Esto hace que quizás sean incluso más adecuadas como equivalente de riesgo para la segunda mitad de 2021, dada la continua tensión en los mercados físicos a medida que avanza la reapertura económica».