Por qué 2023 es el año de la globalización del crédito

J. Sibelius y R. Shah (Schroders) | Aunque el crédito como clase de activo está cobrando impulso, solo aquellos que adopten un enfoque verdaderamente global podrían disponer de las mejores oportunidades.

Tras un nefasto 2022, la situación vuelve a mejorar para el crédito

Un nuevo año, un nuevo tú y un nuevo comienzo para tus inversiones. ¿Verdad? Sin duda, este es el sentimiento del que se hacen eco los inversores de crédito hasta ahora en 2023.

En las últimas semanas, este nuevo entusiasmo ha revitalizado el mercado de crédito, ya que los inversores se han lanzado en masa a buscar de nuevo la tan necesaria diversificación. Pero, ¿cómo evitar los numerosos contratiempos del mercado y dónde podemos encontrar las mejores oportunidades en el crédito este año?

Con la inflación aún elevada, que ha llevado a los bancos centrales a mantener una línea dura, se divisan en el horizonte buenas y malas noticias. La buena noticia es que parece que el ajuste de los bancos centrales empieza a funcionar y la inflación ha comenzado a bajar desde sus niveles máximos. Esto brinda nuevas oportunidades a los inversores de crédito que buscan aprovechar la divergencia en el mercado mundial.

Martha Metcalf, responsable de Estrategias de crédito de EE. UU., afirma: “Los efectos inmediatos del ajuste de las condiciones financieras por parte de los bancos centrales han llevado un ritmo diferente en cada mercado y creemos que la rotación y la asignación regional ofrecen oportunidades para añadir valor en 2023. La reapertura de China intensificará estas diferencias, tanto en ritmo como en magnitud”.

No obstante, a pesar de que la inflación empieza a descender, podría no variar demasiado. Esto ha generado expectativas de que los bancos centrales mantengan los tipos de interés más altos durante más tiempo, provocando una mayor dispersión en el mercado de crédito a medida que los inversores descuentan el riesgo.

Rick Rezek, gestor de fondos de crédito global, cree que los tipos más altos ofrecen por fin a los inversores la oportunidad de generar ingresos de su asignación a la renta fija.

Creemos que unos tipos más altos atraerán capital hacia esta clase de activos, tanto de inversores institucionales como particulares. Además, la creciente dispersión entre regiones, sectores y emisores ampliará la oportunidad de generar alfa en 2023”, declaró.

No obstante, la diversificación global no está exenta de riesgos. Con unos tipos de interés más altos, existe la preocupación real de que la actuación de los bancos centrales contenga el crecimiento hasta un punto de recesión. Además, la actual guerra en Ucrania y las posibles crisis energéticas siguen siendo un motivo de cautela para los inversores del crédito. Más adelante en el año, el techo de la deuda estadounidense podría ser una fuente de volatilidad.

Pese a ello, siguen abundando las buenas oportunidades de inversión para aquellos que tengan una visión amplia de los mercados y la capacidad de elegir a los ganadores en los sectores de cada región.

Por ejemplo, en Asia, la reapertura de China va a impulsar el turismo y el sector servicios en la región, de forma similar a lo que vimos en Europa tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia.

Europa también está preparada para beneficiarse de la reapertura de su mayor socio comercial asiático, y los economistas de Schroders prevén como resultado un impulso del 0,5 % en el producto interior bruto (PIB) de la zona euro. También pueden encontrarse oportunidades en algunos sectores cíclicos en Europa, dado que la crisis del coste de la vida no tiene tantos matices como se esperaba y los gobiernos han respondido bien en cuanto a protección de la economía frente a las caídas más acusadas.

En EE. UU., el mercado ha sufrido cierta austeridad, pero todavía pueden encontrarse oportunidades atractivas en todos los sectores. Por ejemplo, los fundamentales de valores financieros todavía parecen sólidos, a pesar de la escasa rentabilidad reciente, ya que los bancos siguen estando bien capitalizados.

Recorrer las diferentes tendencias de las regiones

El aumento de la inestabilidad geopolítica sigue causando quebraderos de cabeza a las empresas que fabrican en países donde las condiciones políticas se han deteriorado en los últimos años. Dado que las empresas buscan cada vez más países que ofrezcan condiciones estables para la producción, muchas han decidido trasladarla más cerca de casa, una tendencia denominada “deslocalización”.

No es extraño que los mayores ganadores sean países como Tailandia, Malasia y Vietnam, junto con México, que tienen mejores relaciones con Occidente, especialmente con EE. UU., y donde los costes laborales siguen siendo muy bajos.

Occidente también tendrá sus ganadores, aunque reconocerlos requerirá una reflexión más detenida. Por eso, una inversión activa y una selección cuidadosa serán fundamentales a la hora de invertir durante este año a nivel global.

Martin Coucke, gestor de fondos de crédito global, afirma: “Los ganadores directos no son tan evidentes, ya que es muy difícil reubicar la producción en EE. UU. y Europa y mantener los costes al mismo nivel, lo que significa que la reubicación puede ser inflacionista o negativa para los márgenes. Dicho esto, la reubicación puede suponer un fuerte gasto de capital, como en el caso de los semiconductores, y podría requerir financiación en el mercado de renta fija. Esto podría ofrecer a los inversores de renta fija la oportunidad de financiar empresas interesantes con modelos de negocio más sostenibles”.

Por tanto, aunque los mercados de crédito están preparados para ofrecer a los inversores tanto rendimientos más altos como oportunidades de revalorización del capital, gracias a los rendimientos más bajos y unos diferenciales de crédito más ajustados, hay muchos obstáculos regionales que vigilar. Los inversores ágiles y activos serán los mejor posicionados para aprovechar las nuevas oportunidades.