¿Va Toyota por el camino del éxito o hacia su propia ruina?

Mobeen Tahir

Mobeen Tahir (WisdomTree) | El 28 de mayo, una noticia del Financial Times titulaba: «Toyota apuesta por una nueva línea de motores de combustión en desafío a Tesla». Tras haber criticado anteriormente la falta de avances de Toyota en el campo de los vehículos eléctricos, mi primera reacción ante este titular fue: ¿es este el «momento Kodak» de Toyota?

Steve Sasson, ingeniero de Kodak, inventó la cámara digital en los laboratorios de la empresa en la década de 1970. Aunque el espíritu de Kodak de fomentar la innovación hizo posible este invento, la falta de previsión de sus dirigentes, preocupados por la posibilidad de que la cámara digital canibalizara su negocio, desbarató la idea y, en última instancia, provocó la caída de la empresa. Sasson declaró más tarde al New York Times: «Era una fotografía sin película, así que la reacción de la dirección fue: «Qué chulada, pero no se lo cuentes a nadie».

No hace falta ser demasiado creativo para ver los paralelismos con Toyota. La empresa es un gigante de la industria automovilística. Su filosofía Kaizen, cuyo objetivo es garantizar la máxima calidad, eliminar residuos y mejorar la eficiencia tanto de los equipos como de los procedimientos de trabajo, ha sido aclamada desde hace tiempo en la industria y el mundo académico como un modelo de éxito empresarial en todos los sectores. Sin embargo, a pesar de ser pionera en el transporte eléctrico por carretera con sus coches híbridos, Toyota sigue careciendo de una estrategia eficaz en materia de vehículos eléctricos. 

Entonces, ¿ha perdido Toyota el rumbo o tiene una estrategia que perdurará en el panorama de la industria automovilística, en rápida evolución y sumamente emocionante?

Los híbridos en el punto de mira

El Consejero Delegado de Toyota, Koji Sato, ha declarado que la nueva generación de motores de combustión interna está diseñada para utilizarse junto a las baterías en vehículos híbridos. Toyota no está sola en este renovado interés por los híbridos. En mayo, el Financial Times informó de que ejecutivos de General Motors, Nissan, Hyundai, Volkswagen y Ford destacaron la importancia de los híbridos en la Cumbre del Futuro del Automóvil del FT. El presidente de Hyundai ha declarado: «La electricidad sigue siendo el futuro. Pero ahora estamos viendo una transición más larga».

Incluso BYD, el nuevo chico guay del barrio, que está causando sensación en todo el mundo con sus ventas de vehículos eléctricos, acaba de lanzar su tecnología híbrida de doble motor de quinta generación, y afirma que puede recorrer 1.300 millas con un solo depósito.

Sin embargo, hay una diferencia importante entre el hecho de que BYD apueste por los híbridos y que Toyota haga lo mismo. Está claro que BYD avanza a toda máquina con los vehículos eléctricos. En marzo de 2024, entre los 10 vehículos eléctricos enchufables más vendidos en todo el mundo, siete eran modelos de BYD. La incursión de BYD en los híbridos es una de las herramientas que la empresa puede utilizar para expandirse a otros mercados de todo el mundo tras haber establecido una fuerte presencia en el mercado local chino.

Por el contrario, Toyota solo vendió 104.018 vehículos eléctricos entre las marcas Toyota y Lexus en el año 2023, lo que supone menos del 1 % de los 11,23 millones de vehículos vendidos por la compañía en total y una cuota aún menor de los casi 14 millones de vehículos eléctricos vendidos en todo el mundo. Desde luego, Toyota no se codea (ni se da de bruces) con BYD en la lista de los mejores modelos de vehículos eléctricos. Sin embargo, las ventas de híbridos de Toyota en el año 2023 fueron mucho mayores, con algo más de 3,4 millones de unidades, un dato que confirma la eficaz estrategia de la compañía con la cadena cinemática híbrida.

El negocio es fuerte

Las ventas de vehículos de Toyota aumentaron en el año 2023 y se han mantenido estables en gran medida en los últimos años, incluso en la pandemia del año 2020, que afectó con especial dureza a la industria automovilística (ver la figura siguiente). 

El último informe de resultados de Toyota tampoco fue malo. En el primer trimestre de 2024, los ingresos del fabricante de automóviles aumentaron un 14,27 % interanual y los beneficios netos un 80,65 %[1]. La cotización de Toyota también subió con fuerza en el primer trimestre, impulsada por una combinación de fundamentos sólidos y vientos de cola macroeconómicos más amplios para las acciones japonesas. 

Promesas sólidas

Toyota lleva varios años trabajando en la tecnología de baterías de estado sólido. En junio del año pasado, sorprendió al mercado con el anuncio de un avance tecnológico que le permitía fabricar baterías de estado sólido a escala industrial, superando así un importante obstáculo que hasta entonces había dificultado la adopción de esta tecnología en los vehículos eléctricos. Si Toyota consigue introducir un vehículo eléctrico con una autonomía de 750 millas y un tiempo de carga de 10 minutos en los próximos 2-3 años, como afirma, podría cambiar las reglas del juego y situar a Toyota a la cabeza del sector de los vehículos eléctricos.

Toyota también se convirtió en uno de los primeros en adoptar los vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno cuando presentó el Mirai en 2014. Ha pasado una década y los coches impulsados por hidrógeno aún no han despegado. Pero esto podría cambiar, ya que muchos otros fabricantes de automóviles están desarrollando sus propias cadenas cinemáticas de hidrógeno.

La estrategia de Toyota, por tanto, es claramente diversificarse en diferentes tecnologías automovilísticas emergentes, más allá de los vehículos eléctricos de iones de litio.

El veredicto

Sería muy injusto afirmar que Toyota es como Kodak a finales de la década de 2000 o Blockbuster a principios de la de 2010. Toyota sigue innovando, con sus vehículos de motor de combustión interna e híbridos que contribuyen a mantener su relevancia en la industria del automóvil, y sus fundamentos empresariales siguen siendo muy sólidos. Sin embargo, en los negocios, el éxito no puede darse por sentado. Toyota aún necesita un enfoque eficaz para competir en el ámbito de los vehículos eléctricos, que es donde está el futuro. Pero para ello puede que tenga que ir más allá de su filosofía Kaizen de mejora continua y emplear en su lugar un pensamiento radical.