S&P revisó el outlook a positivo de Caixabank y Banco Sabadell por la mejora «estructural» de su rentabilidad en 2023

Oficina de Banco Sabadell en Madrid

Santander Research | Ayer, S&P revisó el outlook de seis bancos españoles a positivo. La agencia de calificación mejoró el outlook de Caixabank (A-/A-2), Banco de Sabadell (BBB+/A-2), Abanca (BBB-/A-3), Ibercaja (BBB-/A-3), Banco de Crédito Social Cooperativa S.A. y Caja Rural S.C.C. (estos dos últimos forman parte de Grupo Cooperativo Cajamar, BB+/B). Las revisiones de outlook se han basado en la mejora de la rentabilidad de los bancos españoles en 2023. Concretamente, la agencia cree que esta mejora es «estructural» teniendo en cuenta que «aunque la fuerte subida de los tipos de interés sin duda ha contribuido al comportamiento de los bancos, también se han beneficiado de las estructuras operativas magras desarrolladas durante más de una década de cierre de sucursales y una concentración significativa del sector, junto con el control estrecho de los costes de financiación». Como resultado, S&P ahora considera que la tendencia del riesgo del sector para el sistema bancario español es positiva. Las últimas declaraciones de S&P están en línea con nuestra opinión positiva del sistema bancario español y de los bancos del sur de Europa en general, ya que pensamos que se benefician no sólo de la mejora cíclica de la rentabilidad gracias al actual entorno de tipos, sino también de las mejoras estructurales en su generación de capital orgánico y reducción del riesgo en los últimos años (aunque en diferentes grados).

S&P destacó en su informe que «el retorno de los tipos de interés positivos ha reforzado significativamente la rentabilidad de los bancos españoles tras años en los que no conseguían cubrir sus costes de capital», tal y como demuestra el retorno sobre fondos propios, que subió de un 5% en promedio en 2014-2021 hasta el el 9,3% en 2022 y el 10,9% en 2023. S&P también señaló que el margen financiero total aumentó en un 52% en 2023, aunque sus carteras crediticias siguieron reduciéndose. S&P también ha basado su revisión del outlook en la «fuerte atención a la eficiencia en los últimos años» debido a la reducción de las estructuras operativas que se ha conseguido tanto a nivel orgánico como a través de la concentración desde 2008. S&P señala que «el ratio de eficiencia agregado ha sido de c.45% en los dos últimos años». También destaca que los préstamos problemáticos y el coste del riesgo se mantienen «controlados».

De cara al futuro, S&P prevé que «las perspectivas de rentabilidad se mantengan sólidas» y que los tipos de interés empezarán a bajar a partir de mediados de 2024. Esta bajada podría amenazar a los beneficios, pero la agencia «confía en que los bancos españoles mantendrán unos beneficios sólidos en el futuro» apoyándose en estrategias de cobertura activas, en las comisiones y en el buen control de los costes operativos y de crédito. S&P prevé un ROE nacional para los bancos españoles del 10,2% en 2024 y del 9,2% en 2025.

En general, la «evaluación de los riesgos económicos a los que se enfrentan los bancos españoles se mantiene estable» según S&P, ya que las perspectivas de crecimiento económico siguen siendo sólidas y «el sector privado ha reducido significativamente el apalancamiento durante más de una década». No obstante, destaca que «se prevé que la deuda pública todavía elevada vaya disminuyendo, aunque lentamente, lo que limitará la capacidad del gobierno para actuar si fuera necesario» y que España tiene «un panorama político complejo y su tasa de desempleo es la más alta de la UE, aunque se ha reducido en los últimos años».

S&P reconoció que, si bien «la rentabilidad ha mejorado en general», cree que solo algunos bancos españoles tienen la posibilidad de conseguir una mejora de rating. Para los bancos de tamaño medio cuyos outlooks ha revisado a «positivo» (Abanca, IberCaja, Banco de Crédito Social Cooperativo y Cajamar) destaca que «la vuelta a beneficios más sólidos» ha sido «particularmente beneficiosa para garantizar su viabilidad a largo plazo, lo que refuerza su capacidad para invertir en su transformación digital y apoyar la acumulación de capital», al mismo tiempo que todos ellos han mostrado una mejora en la solvencia. En el caso de los cambios de outlook de CaixaBank y Sabadell, S&P apunta que los bancos todavía no han alcanzado su pleno potencial; en el caso de CaixaBank, es debido a su fusión con Bankia, y en el caso de Sabadell, por el proceso de reestructuración al que se ha sometido. S&P señala que el outlook positivo de CaixaBank también se sustenta sobre «el progreso a la hora de crear un mayor colchón de instrumentos subordinados sujetos a bail-in». La agencia de calificación señala que «para los otros bancos con outlook estable, la mejora de la rentabilidad simplemente les proporciona un colchón frente a riesgos negativos inesperados».