BancaMarch | Christine Lagarde avisa que, una vez que se produzca el primer recorte de tipos de interés oficiales, no se puede asegurar los siguientes pasos. 

Esto es, las decisiones se tomarán reunión por reunión, haciendo hincapié en la dependencia de los datos que vayan siendo publicados. Junio, un mes tan resonado entre los últimos discursos de los miembros del BCE, ha sido mencionado en la intervención de la presidenta, aunque no para confirmar el primer cambio en la política monetaria (como sí han realizado otros compañeros), sino que se ha limitado a tan solo apuntar que para entonces dispondrán de más información y nuevas previsiones.

Por otro lado, ha desglosado los tres factores que monitoriza la autoridad monetaria más de cerca: el crecimiento de los salarios, los márgenes de beneficios y la evolución de la productividad. El BCE estima una desaceleración de los salarios nominales hasta el 3% en los 3 próximos años, lo cual permitiría el retorno de los salarios reales a los niveles prepandemia. En cuanto a los márgenes de beneficios, si las empresas aumentaran 1 p.p. más de lo previsto para finales de 2026, la inflación no alcanzaría el objetivo del 2% ni siquiera en 2026. Por último, la productividad requiere de más tiempo de medición, y no se puede esperar a tener una información completa de este factor para tomar las decisiones monetarias.