Renta 4 | Apertura ligeramente a la baja en bolsas europeas, -0,3%, pero con los futuros del S&P al alza, +0,4%, tras alcanzarse un acuerdo durante el fin de semana para evitar el «shutdown», si bien lo que se consigue realmente es ganar tiempo sólo hasta el 17-noviembre, fecha en la que deberán enfrentarse de nuevo al riesgo de cierre de la administración americana.
También se recogerá la lectura mixta de los PMIs de septiembre en China, con ligera mejora de los datos oficiales, pero empeoramiento de los elaborados por Caixin. En cualquier caso, todos ellos, tanto en su componente manufacturero como de servicios, se sitúan muy cerca del nivel de 50 que separa expansión de contracción.
A lo largo del día conoceremos, asimismo, los datos finales de PMI manufacturero a nivel global, esperándose en todos los casos lecturas inferiores a 50, esto decir, niveles de contracción, más patentes en Europa (especialmente lastrada por Alemania) frente a cifras más sólidas en EE.UU. Aun con todo, el dato más relevante será el de ISM manufacturero americano, que podría dar muestras de estabilización (47,9e vs 47,6 anterior) tras su fuerte caída, y con especial atención a sus componentes de precios pagados, empleo y nuevos pedidos.
De cara a la semana que hoy comienza, continuaremos pendientes del tono de los datos macro. En Estados Unidos, tendremos también el ISM de servicios, con cierta moderación esperada. Aunque las referencias más importantes serán las del mercado laboral, con el JOLTS de agosto estable, y la encuesta ADP de empleo privado y el cambio en nóminas no agrícolas de septiembre moderándose, 150.000e y 165.000e (vs 177.000 y 187.000 anterior respectivamente).
Por su parte, los mercados parece que comienzan a digerir el riesgo de un débil crecimiento (incluso de recesión en economías como la alemana) ante unos datos macro que van recogiendo el impacto gradual de las intensas subidas de tipos.
En este escenario, hemos actualizado nuestra Visión de Mercado para septiembre, donde reiteramos nuestra cautela en un contexto de desaceleración económica (con creciente brecha a favor de EE.UU. y en contra de Europa y China) pero con una inflación aún lejos del objetivo del 2% de los bancos centrales (que no se espera alcanzar hasta 2025). Este escenario viene a reafirmarnos en nuestra idea de que, aunque el fin de las subidas de tipos esté próximo, el inicio de las bajadas se hará aún esperar y su cuantía será menor de lo previsto inicialmente, tal y como ha confirmado esta semana la Fed con la revisión al alza de su “dot plot”. Este escenario de tipos altos por más tiempo seguirá pesando sobre el ciclo económico y, previsiblemente, sobre los beneficios empresariales. Si bien es cierto que se ha producido un giro al alza en las revisiones de BPA 2023, especialmente en EE.UU. de la mano del aumento de probabilidades de aterrizaje suave, queda por ver si la evolución del ciclo a futuro permite cumplir con las expectativas de BPAs para 2024, que podrían resultar un tanto exigentes.