El BCE no hará nada hoy, pero será interesante saber hasta qué punto está capacitado para afrontar un escenario de alta inflación y bajo crecimiento

BCE Lagarde

J. J. Fdez- Figares (Link Securities) | A pesar de que los resultados empresariales trimestrales que se dieron a conocer a lo largo del día fueron en general muy positivos, el temor de muchos inversores por el hecho de que las principales economías del mundo se estén ralentizando llevó ayer a los principales índices de las bolsas europeas y estadounidenses a cerrar la jornada en negativo. Hasta el momento, y salvo en algunos casos muy concretos, las empresas que han publicado sus cifras trimestrales se han mostrado resistentes al impacto en sus ventas y en sus márgenes de factores como los problemas en las cadenas de suministros, las dificultades para encontrar personal cualificado y los elevados costes de las materias primas y de la energía, gracias en la mayoría de los casos a la fortaleza mostrada por la demanda de sus productos y servicios. No obstante, no en todos los casos esta capacidad para sobreponerse a un escenario macro complejo ha sido recompensada por los inversores, con muchas compañías siendo capaces de superar las estimaciones de los analistas e, incluso, de ratificar o revisar al alza sus expectativas de resultados para lo que resta de ejercicio y, sin embargo, habiendo recibido sus acciones un duro correctivo tras la publicación de sus cifras. 

Entendemos que los inversores se están mostrando muy selectivos debido a que esperan que la ralentización del ritmo de recuperación económica en el corto plazo impacte más a unos determinados sectores que a otros. En ese sentido, las continuas revisiones a la baja de las expectativas de crecimiento económico por parte de gobiernos, instituciones y casas de análisis –Alemania, España y Japón han recibido recientemente revisiones a la baja de su crecimiento económico para 2021; la excepción ha sido el Reino Unido, cuyo Gobierno revisó ayer al alza el crecimiento del PIB británico para 2021- están llevando a muchos inversores a adoptar una postura más defensiva, apostando por sectores que, como es el caso del tecnológico, se comportan mejor en un escenario de menor crecimiento económico. En este sentido, cabe señalar que ayer fue un día en el que claramente se impuso esta estrategia, a lo que ayudó mucho el fuerte repunte del precio de los bonos y el consiguiente recorte de sus rendimientos que, en esta ocasión, fue acompañado de cierta pérdida de inclinación de la curva de tipos, lo que suele apuntar a unas menores expectativas de crecimiento económico. Así, los valores de corte más defensivo y los de crecimiento, concretamente los tecnológicos, fueron los que mejor se comportaron en términos relativos durante la sesión, mientras que los de corte cíclico como los bancos, los relacionados con las materias primas minerales o los de la energía, éstos últimos penalizados por la caída del precio del crudo -el mayor repunte de lo esperado de los inventarios semanales de crudo en EEUU y la posibilidad de que Irán vuelva a la mesa de negociaciones para un nuevo pacto nuclear llevó a muchos inversores a realizar beneficios en este activo-, fueron los que peor lo hicieron, sufriendo en algunos casos fuertes descensos. 

Hoy, y a la espera de conocer qué es lo que dice el BCE -no esperamos que haga nada- tras la reunión de su Consejo de Gobierno, las bolsas europeas abrirán entre planas y ligeramente a la baja, con los valores más ligados al ciclo, especialmente los de la energía, liderando las caídas. En principio, la mencionada reunión del Consejo de Gobierno del BCE será la cita más relevante del día para los inversores, aunque, como ya anunció en septiembre la presidenta de la institución, la francesa Lagarde, no será hasta la reunión de diciembre cuando el BCE dé a conocer su nueva estrategia en materia de política monetaria. No obstante, será interesante escuchar a Lagarde en la rueda de prensa posterior al Consejo hablar de la inflación, de si siguen o no pensando que es transitoria, de la crisis energética que afronta la región del euro, de la posible ralentización de la recuperación económica y de hasta qué punto está el BCE capacitado para afrontar un escenario de alta inflación y bajo crecimiento, escenario que parece el más probable en el corto plazo, aunque no sea seguro que vaya a ser así. 

Pero la agenda macro del día no se limita a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, ya que hoy se publicarán en Alemania y España las lecturas preliminares del IPC de octubre, indicador que se espera haya seguido subiendo tanto en términos mensuales como, sobre todo, interanuales. Además, y ya por la tarde, se dará a conocer en EEUU la primera estimación del PIB del 3T2021, que se espera siga mostrando un ritmo de crecimiento elevado, aunque muy inferior al del trimestre precedente. Una lectura algo mejor de lo esperado podría servir para tranquilizar a los inversores más cortoplacistas. 

Por último, señalar que cada vez parece más improbable que los legisladores demócratas estadounidense sean capaces de llegar a un acuerdo para aprobar el plan de infraestructuras sociales antes de la fecha límite del 31 de octubre que se han autoimpuesto. Cabe recordar que la aprobación de este programa es la condición que ha impuesto la parte más izquierdista del partido demócrata para aprobar en la Casa de Representantes el programa de infraestructuras físico que, con apoyo bipartidista, ya fue aprobado hace semanas por el Senado. Este tema mantiene inquietos a los inversores, que ven como es factible que la agenda económica y social del presidente Biden se vea muy penalizada y su imagen política muy deteriorada si los demócratas no aprueban pronto alguno de los mencionados programas de inversión y gasto.