El fuerte repunte del precio del crudo en los últimos tres meses es un nuevo motivo de preocupación, un nuevo obstáculo para que los bancos centrales salgan exitosos

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una nueva sesión que podríamos calificar como de transición, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer de forma mixta, en su mayoría con ligeros descensos, y lejos de sus niveles más altos del día, alcanzados al comienzo de la jornada. Así, y a la espera de las citas claves de esta semana: la publicación hoy de la inflación estadounidense de agosto y la reunión que celebrará mañana el Consejo de Gobierno del BCE, muchos inversores optaron por la prudencia, algo a lo que también les “animó” el hecho de que durante toda la mañana los futuros de los principales índices bursátiles de Wall Street vinieron anticipando un inicio de sesión a la baja en este mercado. Tampoco “ayudó” el repunte del precio del crudo por la tarde, tras conocerse que la OPEP, en su informe mensual, se había mostrado bastante optimista sobre la evolución de la demanda en 2023 y 2024, manteniendo sus estimaciones de la misma sin cambios, al señalar que las principales economías mundiales se estaban comportando mejor de lo por ellos esperado. En este sentido, señalar que el fuerte repunte del precio del crudo en los últimos tres meses se está convirtiendo en un nuevo motivo de preocupación para muchos inversores, que ven en ello un nuevo obstáculo para que los bancos centrales salgan exitosos de su lucha contra la inflación.

Fue precisamente la debilidad de Wall Street, mercado que se vio lastrado durante todo el día por el negativo comportamiento del sector tecnológico, como ahora desarrollaremos, lo que provocó que, al cierre de la jornada, los índices europeos mostraran cierta debilidad. Por su parte, los mercados de bonos se mantuvieron estables, a la espera de i) conocer cómo se ha comportado la inflación en Estados Unidos en agosto y ii) ver qué es lo que “dice y hace” mañana el BCE en materia de política monetaria.

Centrándonos en el mal comportamiento que mostró ayer el sector tecnológico estadounidense, especialmente las grandes compañías del sector, cabe destacar dos hechos que, en nuestra opinión, fueron clave para ello: i) la noche anterior la compañía Oracle (ORCL-US) publicó sus cifras trimestrales que, a nivel de beneficio neto estuvieron por debajo de lo esperado, aunque lo que peor recibieron los inversores -sus acciones cedieron ayer el 13,5%- fue el hecho de que la compañía de software revisara a la baja sus expectativas de resultados; y ii) la presentación que llevó a cabo Apple (AAPL-US) de sus nuevos productos -el iPhone 15, un nuevo Apple Watch (serie 9), entre otras novedades- que no terminó de “convencer” a los inversores, que dudan de que estos nuevos productos vayan a ser capaces de reimpulsar el crecimiento de las ventas de la compañía.

Hoy “toda” la atención de los inversores, tanto en las bolsas europeas como en las estadounidenses, la monopolizará la publicación esta tarde (14:30 horas; CET) del IPC de agosto en Estados Unidos. En principio el consenso de analistas de FactSet espera que la tasa interanual del IPC general haya subido desde el 3,2% de julio al 3,6% en agosto, impulsada por el repunte de los precios de los combustibles. Si bien este hecho no es una buena noticia, lo que realmente será analizado en profundidad y “moverá” los mercados es el comportamiento que haya tenido en el mes el IPC subyacente, variable que excluye para su cálculo los componentes más volátiles del IPC, como son los precios de los alimentos no procesados y de la energía. En este caso, el consenso de analistas espera que la tasa de crecimiento interanual se haya desacelerado nuevamente, desde el 4,7% de julio hasta el 4,3% en agosto. De ser así, creemos que tanto los mercados de bonos como los de acciones reaccionarán de forma muy positiva. En sentido contrario, si la inflación subyacente no se ha desacelerado en agosto o, lo que es peor, ha subido en el mes, podemos asistir a una pequeña corrección en ambos mercados, ya que los inversores vienen descontando que la Reserva Federal (Fed), cuando reúna la semana que viene a su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), no subirá sus tasas de interés oficiales nuevamente y que tampoco lo hará en su reunión de finales de octubre y principios de noviembre. Si la inflación, concretamente la subyacente, en la que el componente servicios tiene un elevado peso, se muestra en agosto reticente a reducirse, todas estas expectativas sobre la política de tipos de la Fed tendrán que ser revisadas.

Así, y a la espera de conocer el dato del IPC estadounidense de agosto esta tarde, esperamos que hoy los principales índices bursátiles europeos abran ligeramente a la baja, en un ambiente de “tensa” espera, con muchos inversores manteniéndose al margen del mercado, evitando riesgos, al menos hasta que se conozca el dato. Posteriormente, y como hemos señalado, será la lectura de la inflación estadounidense la que determine la tendencia que adoptan los mercados de bonos, los de acciones e, incluso, los de divisas.