El nuevo gobierno alemán propone subir el salario mínimo un 22%, hasta los 12 €/hora y la patronal amenaza con llevar la medida a los tribunales

Economía Alemania

Intermoney | El nuevo canciller Olaf Scholz ha reafirmado su compromiso de aumentar el salario mínimo hasta 12€/hora desde 9,82€. En principio, desde el ministerio de Trabajo de Alemania ya se ha impulsado una propuesta que se espera acabe tomando forma de borrador de proyecto ley durante el mes de febrero.

Empero, la aprobación en el parlamento alemán puede retrasarse hasta poco antes de las vacaciones de verano. En conjunto, el incremento del salario mínimo se espera que afecte a cerca de 6 millones de trabajadores alemanes sobre un total de 45 millones, al tiempo que se traducirá en un incremento trimestral de 1,6 mm. € de la factura salarial para los empleadores alemanes.

La patronal alemana ya ha amenazado con llevar a los tribunales el incremento propuesto del 22% debido a la envergadura de éste y el Bundesbank se muestra preocupado por las implicaciones de los planes gubernamentales sobre el conjunto de los salarios, pudiendo reforzar las tensiones inflacionistas en un momento que resulta más incierto. Luego, aunque los riesgos ligados a las tensiones salariales son muy distintos en Europa y EEUU, las acciones gubernamentales en el ámbito del salario mínimo (y su efecto arrastre) pueden hacer que en lugares tales como Alemania resulten un poco más complicado que el IPC se sitúe próximo al 2% en 2023. Por desgracia, las autoridades germanas se encuentran entre la espada y la pared.

En la actualidad, Alemania cuenta con más de 800.000 puestos de trabajo vacantes que reflejan la importante escasez de trabajadores existentes en el país. El problema estriba en que la escasez no se limita a los trabajadores cualificados y esto hará que las fuerzas del mercado laboral acaben por decantarse del lado de las alzas de los salarios, con independencia de que se proceda a incrementar su referencia mínimo o no. De acuerdo con la tesis gubernamental, el incremento del salario mínimo a 12€/hora ayudará a atraer a más trabajadores procedentes del extranjero, si bien esto podría ser útil sólo para los segmentos menos cualificados. Además, tal y como demuestra el caso de EEUU, cuando la escasez de trabajadores limita la actividad empresarial, al final, las alzas salariales acaban por surgir de forma natural en el corto plazo ya que otras opciones para compensar el déficit de mano de obra, tales como invertir para mejorar la productividad, sólo dan frutos a medio plazo.

No obstante, en Alemania, lo que preocupa es la escasez de trabajadores cualificados en empleos difícilmente automatizables ya que este déficit genera importantes limitaciones a la capacidad de crecimiento. Por desgracia, este problema no se resuelve aumentando el salario mínimo debido a que este tipo de trabajadores cuenta con retribuciones mejores, pero tampoco se subsana aumentando la inversión. Otra cuestión distinta es que se flexibilice la entrada de trabajadores desde países terceros a la UE; medida que puede ayudar a paliar el déficit de trabajadores en Alemania que, en lo referente a 2022, se estima entre 300.000 y 400.000 personas para, posteriormente, alcanzar valores de 650.000 en 2029. De forma que, en 2030, el déficit de personas en edad de trabajar rondará los 5 millones en Alemania. De hacerse realidad esta previsión, el afloramiento de las tensiones salariales en la locomotora europea y su asentamiento supondrá un riesgo muy real, dado que los flujos interiores de trabajadores dentro de la envejecida Europa pueden no ser suficiente. No obstante, en el arranque de 2022, lo expuesto se enclava en la categoría de riesgos y no de realidades, permitiendo que los tiempos en la normalización de la política monetaria resulten claramente diferenciados entre EEUU y la Eurozona.