A medio plazo el sector bancario se verá forzado a remunerar los pasivos, algo que, o no hacen, o hacen de forma testimonial en la actualidad

bancos_dibujo_antonio_medina

J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | En una sesión en la que los bancos centrales fueron nuevamente protagonistas, los principales índices bursátiles europeos cerraron de forma mixta, sin grandes cambios. La sesión, cuya actividad fue reducida, no adoleció de volatilidad, ya que los índices, aunque se movieron en un estrecho intervalo de precios durante todo el día, no dejaron de cambiar constantemente de sentido. Un día más el sector bancario fue el que peor se comportó, con los inversores preocupados sobre el impacto que las nuevas alzas de tipos –ayer incrementaron sus tasas oficiales el Banco Central de Noruega, el Banco Nacional de Suiza (SNB) y el Banco de Inglaterra (BoE), tal y como estaba previsto; pueden terminar teniendo en el crecimiento económico y, por ende, en la actividad bancaria. También preocupan las potenciales pérdidas latentes en las carteras de bonos de las entidades, aunque entendemos que, por el modo que trata las mismas la regulación, este problema afecta en mucha mayor medida a la banca estadounidense, especialmente a la mediana. No obstante, las dudas al respecto provocaron ayer una nueva huida del riesgo por parte de muchos inversores, lo que propició un fuerte repunte de los precios de los bonos y una significativa caída de sus rendimientos, hecho, este último, que también penalizó el comportamiento del sector bancario en las bolsas europeas y estadounidense. Por el contrario, benefició al sector tecnológico, que fue el que mejor se comportó ayer en estos mercados. 

Tampoco ayudó al comportamiento de los bancos en bolsa los discursos aparentemente contradictorios del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que el jueves, en la rueda de prensa posterior a la finalización del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed dijo que usarían todas sus herramientas para proteger a los depositantes, mientras que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, manifestó el mismo día, y ante un subcomité del Senado, que no estaba considerando garantizar de forma unilateral y sin apoyo del Congreso todos los depósitos bancarios. Ayer Yellen, tras comprobar el impacto negativo que en las cotizaciones de los bancos regionales habían tenido sus palabras, intentó matizarlas, aunque el daño ya estaba hecho. Así, en declaraciones ante un subcomité de la Casa de Representantes afirmó que se habían tomado medidas enérgicas para «garantizar que los depósitos de los estadounidenses estén seguros» y que «estarían preparados para tomar medidas adicionales de ser necesarias». En ese sentido, señalar que en el Congreso estadounidense se está negociando la posibilidad de garantizar los depósitos, al menos durante un determinado espacio de tiempo -se habla de dos años-. 

Lo cierto es que, a pesar de que estamos convencidos de que la crisis de confianza en el sector bancario se terminará superando, en el corto plazo el sector ha quedado “muy tocado” en bolsa, por lo que, al menos en las próximas semanas, esperamos que las acciones de las entidades cotizadas muestren una elevada volatilidad, lo que condicionará en su conjunto la evolución de los índices, especialmente de algunos en los que este sector tiene un elevado peso relativo, como es el caso del Ibex-35 español y el FTSE Mib italiano. Más a medio plazo, sí creemos que el escenario para los bancos ha empeorado a raíz de esta crisis, ya que se verán forzados a comenzar a remunerar los pasivos, algo que, o no hacen, o hacen de forma testimonial en estos momentos, mientras que se deberán mostrar más “selectivos” a la hora de conceder nuevos créditos. Todo ello creemos que tendrá un impacto en sus márgenes de negocio estimados, por lo que no nos extrañaría que asistamos al inicio de un proceso de revisión a la baja de las expectativas de resultados para muchas de estas entidades, aunque no creemos que éste vaya a ser muy “agresivo”. No obstante, y tras las fuertes caídas experimentadas por las cotizaciones de los bancos, muchas de estas entidades cotizan actualmente a múltiplos bursátiles de “derribo”, por lo que creemos que puede haber interesantes oportunidades en el sector, y ello a pesar de que habrá una ligera expansión de estos múltiplos si se revisan a la baja las estimaciones de resultados del sector, tal y como hemos señalado que esperamos que ocurra. 

Centrándonos en la sesión de hoy, decir que creemos que las bolsas europeas abrirán a la baja, en un día que esperamos que, como el de ayer, sea de escasa actividad. No descartamos, como ayer, que si Wall Street logra abrir al alza, estos mercados recuperen y se pongan en positivo. La principal cita del día es la publicación en la Eurozona, sus dos principales economías: Alemania y Francia, el Reino Unido y EEUU de las lecturas preliminares de marzo de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los PMIs que elabora S&P Global. En principio se espera que la actividad en el sector de las manufacturas haya seguido contrayéndose en términos mensuales en todas estas regiones, aunque de forma moderada, mientras que la del sector servicios, mucho más relevante por su elevado peso relativo en las economías desarrolladas, se estima que haya crecido ligeramente, tal y como ya hiciera en el mes de febrero. No esperamos que la crisis de confianza en el sector bancario, que ha provocado una fuerte inestabilidad en los mercados de valores, se vea ya reflejada en estos indicadores, aunque probablemente los analistas de S&P Global hagan mención a la misma en sus informes. Unas lecturas en línea con lo esperado no deberían tener impacto en la marcha hoy de las bolsas, con los inversores muy atentos a las noticias que se generen en torno al sector bancario, al comportamiento de los bonos y al de las divisas, especialmente al del dólar estadounidense, que lleva días debilitándose en un ambiente de gran volatilidad.