La crisis energética tiene el potencial de convertirse en un gran problema global y, por tanto, político

Industria energética

Alphavalue | Todo el mundo en mercado se ha equivocado con los giros inesperados (para peor) acontecidos en la industria energética. Tiene el potencial de convertirse en un gran problema global, que ya se está produciendo, dado que los mecanismos son los mismos en Brasil, Reino Unido o China. Todo converge hacia una gran desaceleración basada en la escasez de energía.

Se ha tomado conciencia del problema recientemente, ya que los precios del gas en Europa se dispararon por las nubes hace escasas fechas (consulte el gráfico de precios del gas en Reino Unido). Con el invierno a la vuelta de la esquina para el hemisferio norte, este problema ha pasado a ser una cuestión política. Antes del mes de julio, las cuestiones energéticas en Occidente se centraban, como de costumbre, en el petróleo y en la posición de la OPEP +, sin que nadie prestara atención al gas. Da la casualidad de que los precios spot del gas son simplemente una clara señal de mayores disrupciones.En España lo sabemos bien tras alcanzar un máximo histórico del precio de la luz de 188,18 €/MWh.

Es difícil desentrañar y comprender todos los mecanismos que disparan los precios de la energía. Sin embargo, hay dos puntos a tener muy presentes. El primero es el “cheap money”, que inunda las economías reales de dinero barato y, como resultado, una recuperación más rápida de lo esperado, con el mundo esencialmente sincronizado. El segundo es el impulso en los recortes de emisiones de carbono, que envían señales confusas sobre los precios pero, sobre todo, desencadenan una sensación de urgencia sobre el arbitraje energético, la cobertura y el posicionamiento previo. Lo que parecía ser una cuestión esencialmente europea (derechos de emisiones de CO2 / ETS) de repente ha tomado un cariz más global, ya que China tenía su propio mercado de emisiones de carbono (dando sus primeros pasos) y EE.UU., con Joe Biden al frente, está más receptiva a las cuestiones medioambientales. Las energías están más interconectadas que nunca, sea cual sea el lugar del mundo donde nos encontremos, con estrategias muy complejas que dependen de las expectativas sobre el carbono. El resultado de estas interconexiones es que un mercado de derechos de emisiones de carbono eficiente en China tiene un impacto en los precios del gas en Europa.

De estas dos causas fundamentales tratadas, la financiación excesiva (“cheap money”) está en vía de desaparecer (tapering de los bancos centrales), pero los recortes de emisiones de CO2 es una cuestión que cobrará cada vez más importancia y se verá atrapada por los tentáculos políticos. Un “enredo” que va para largo sin duda.

Dos países merecen un análisis adicional: China y Reino Unido. Ejemplos que se repiten en otros países.

Empecemos por el gigante asiático. Las autoridades chinas parecen estar sorprendidas por las interrupciones repentinas en los mercados energéticos, ya que la demanda de la industria manufactura es importante y la presión contra la utilización del carbón está aumentando. La capacidad es escasa. Las autoridades se debaten entre reducir la contaminación y mantener las “luces encendidas”. Esto último significa precios minoristas de la energía baratos. Por su parte, frenar la utilización del carbón se traduciría en una subida de sus precios (cortesía de la demanda) a la que muchos grupos no podrían hacer frente y ajustarse al Emission Trading System (ETS) recientemente impuesto.Los consumidores chinos no cambiarán sus costumbres si no es vía precios. Además, la fenomenal energía hidroeléctrica china se ha agotado por el exceso de consumo durante el verano pasado. El lío es enorme, en un conflicto entre las autoridades locales y centrales. Los fabricantes tienen plantas inactivas; las exportaciones están en riesgo y el efecto dominó en el resto del planeta sin un freno en forma de inventarios puede traer bastantes sinsabores. La gran demanda china de LNG (gas natural licuado) para compensar las emisiones de carbono está repercutiendo en los precios en todo el mundo.

La situación de Reino Unido. La crisis energética actual parece ser otro intento mal diseñado de utilizar el mercado para obtener precios más bajos en lo que son monopolios naturales. Históricamente había 6 grandes proveedores, de los cuales Centrica , Iberdrola, Electricité de France , E.ON y Scottish Power & Southern Energy están bajo nuestra cobertura en AlphaValue. A partir de 2014, el número de proveedores de electricidad aumentó tras un cambio en la regulación de Ofgem (Office of Gas and Electricity Markets) para promover la competencia. También implementó un precio límite, evitando que los proveedores vendan electricidad a clientes minoristas por encima de cierto nivel, sin importar los precios al por mayor. El número de proveedores creció rápidamente por encima de 25, apostaron por mantener unos precios bajos y ganar cuota de mercado, lo que les deja escasos márgenes, es decir, demasiado bajos para ver atractivo en ellos.El fuerte aumento actual de los precios mayoristas del gas y la electricidad ya ha provocado una docena de quiebras, lo que significa que los clientes minoristas compartirán colectivamente la carga de una competencia tan mal concebida. Es decir, los pequeños ahorros en su factura de energía desaparecerán por la mutualización de las pérdidas de la industria. En este sentido, es un fracaso político, ya que equivaldría a dar de forma gratuita a los nuevos participantes la opción de acuñar dinero sin capital. Da la casualidad de que, en última instancia, los compradores minoristas de energía proporcionarían «capital» mediante la mutualización de las pérdidas del sector. Si bien para los proveedores tradicionales las quiebras de muchos de esos nuevos grupos puede ser un trampolín para emerger con más fuerza, el coste de oportunidad habrá sido mayúsculo. Las perspectivas a corto plazo tampoco son buenas, ya que la energía eólica marina de Reino Unido parece haber pérdido “brillo” y un importante interconector de energía con el continente, como es Reino Unido, parece tener un serio problema en este sector energético.

Para los más pesimistas, se puede añadir que los recursos hídricos esenciales están prácticamente secos en Brasil y se están decayendo rápidamente en India. Para países tan grandes, esto significa depender de recursos externos a precios más altos.