La rápida reacción de la Fed y el Tesoro americanos ante la quiebra de Silicon Valley Bank y Silvergate Bank alivian el riesgo de contagio a otros bancos en EEUU y Europa

Signature Bank (Nueva York)

Santander Corporate & Investment | La semana pasada quebraron Silicon Valley Bank (SVB) y Silvergate Bank (SB), dos bancos californianos. El segundo se declaró en quiebra voluntaria el miércoles de la semana pasada como consecuencia del impacto negativo que la quiebra de la plataforma de criptomonedas FTX tuvo en la valoración de gran parte de sus activos en diciembre. En el caso de Silicon Valley, la matriz del banco (SVB Financial Group) anunció que había vendido USD 21mm de sus títulos clasificados como disponibles para la venta (AFS) tras el descenso continuado de los depósitos de clientes en enero y febrero de 2023 por un total de unos USD 8mm, que se sumaron a la caída de EUR 25mm de su base de depósitos sufrida en el periodo de marzo a diciembre de 2022 (equivalente al 13% de su base de depósitos). Como consecuencia de las pérdidas materializadas con la venta, el banco también anunció la emisión de USD 1,25mm en acciones ordinarias y USD 500mn en acciones preferentes obligatoriamente convertibles, así como una colocación privada de USD 500mn en acciones ordinarias. Durante la jornada del viernes, se hizo evidente que SBV estaba sufriendo una retirada significativa de depósitos, de una base de depósitos considerada bastante concentrada, y el banco anunció que abandonaba sus planes de captación de capital y buscaba un comprador, hasta que los reguladores del estado de California tomaron posesión del banco y nombraron a la Federal Deposit Insurance Corp (FDIC) administrador judicial. El domingo por la noche, hora europea, la Fed anunció que también se hacía cargo del competidor de Silvergate, Signature Bank, y que «emprenderá el proceso de resolución tanto de SVB como de Signature Bank de tal forma que se proteja a todos los depositantes, tanto asegurados como no asegurados». La Fed también anunció que el Tesoro «pondrá a disposición de las instituciones depositarias elegibles financiación adicional para ayudar a garantizar que los bancos tengan la capacidad de satisfacer las necesidades de todos sus depositantes», mediante la creación de un nuevo Programa de Financiación Bancaria a Plazo (BTFP). El BTFP «ofrecerá préstamos de hasta un año de duración a bancos, asociaciones de ahorro, cooperativas de crédito y otras instituciones depositarias que reúnan los requisitos necesarios y que pignoren bonos del Tesoro de EE.UU., deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas, y otros activos cualificados como colaterales», que se valorarán a la par. Asimismo, la Fed anunció que el Departamento del Tesoro pondrá a disposición hasta USD 25mm del Fondo de Estabilización Cambiaria como respaldo para el BTFP, si bien la Fed «no prevé que sea necesario recurrir a estos fondos de apoyo». Esta mañana el Bank of England (BoE) anunció que la filial británica de SVB ha sido vendida a HSBC por GBP1, detallando en un comunicado que «puede confirmar que el dinero de todos los depositantes en SVBUK está a salvo y seguro como resultado de esta transacción» y que «todos los servicios seguirán funcionando con normalidad y los clientes no deberían notar ningún cambio». La declaración del BoE indicaba también que «ningún otro banco del RU se ve directamente afectado de forma significativa por estas acciones o por la resolución del banco matriz estadounidense de SVBUK. El sistema bancario británico en su conjunto sigue siendo seguro y sólido y está bien capitalizado». A su vez, el regulador alemán acaba de anunciar una moratoria para la sucursal alemana de SBV. Por su parte, el ministro francés de Economía, B. Le Maire, ha efectuado declaraciones a la prensa esta mañana confirmando que «los bancos franceses tienen un alto nivel de liquidez», según Bloomberg.

Opinión de Research: Las rápidas medidas adoptadas por las autoridades estadounidenses el viernes y el domingo por la noche, hora europea, constituyen pasos clave para ayudar a restablecer la confianza del mercado en determinadas entidades bancarias de EE.UU. y aliviar las posibles presiones que otros bancos puedan experimentar sobre sus colchones de liquidez si también se enfrentan a un aumento de las retiradas de depósitos como consecuencia de las tres quiebras bancarias de la semana pasada. El diseño del BTFP, con la posibilidad de que los bancos coloquen como colaterales activos líquidos a la par, permitiría a los bancos evitar el tipo de venta forzosa de valores a la que aparentemente se vio abocado SVB por las presiones sobre su base de depósitos. También consideramos que el uso de un tratamiento sistémico para la resolución tanto de SVB como de Signature Bank (que al menos en el caso del primero podría estar respaldado por su importante posición en la economía californiana), y el consiguiente anuncio de que se pagaría íntegramente a todos sus depositantes (asegurados y no asegurados), es también un factor clave para restablecer la confianza del mercado y evitar un potencial contagio más generalizado a otras instituciones del sistema. En nuestra opinión, sin embargo, es difícil predecir cómo puede evolucionar una crisis vinculada a la confianza, y prevemos que la todavía frágil confianza de los inversores en ciertos tipos de entidades con perfiles similares a las tres entidades quebradas (y, sobre todo, la percepción de un riesgo estructural de tipos de interés similar o la exposición a criptomonedas) podría llevar a una presión continuada para algunas entidades. Seguiremos vigilando también las posibles perturbaciones operativas que puedan surgir de estas quiebras bancarias, si bien los procesos de resolución están diseñados para evitar las consecuencias negativas de, por ejemplo, la liquidación pendiente de transacciones financieras en las que las entidades objeto de resolución puedan estar implicadas. Es importante señalar también que en el proceso de resolución anunciado por las autoridades estadounidenses para SBV y Signature Bank, los accionistas y los tenedores de deuda senior no estarán protegidos.

Asimismo, creemos que la gestión de la única filial extranjera significativa de SBV por parte de las autoridades británicas mediante rápidas actuaciones es importante de cara a las posibles implicaciones de las quiebras estadounidenses en el sentimiento del mercado hacia los bancos europeos. En términos generales, creemos que el riesgo de interés estructural de las entidades orientadas a la banca minorista y las políticas de cobertura de los bancos con grandes bases de depósitos minoristas que dominan el panorama bancario europeo hacen que, en términos generales, sea poco probable que los bancos europeos se vean expuestos a situaciones como la que se está produciendo en el mercado bancario estadounidense.