La única medida destacable del BCE será la reducción de 80.000 a 60.000 M€ las compras mensuales de bonos que está realizando bajo el PEPP

BCE septiembre 2020

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | A la espera de lo que pueda “decir y hacer” hoy el Consejo de Gobierno del BCE, los inversores en las bolsas europeas optaron ayer por deshacer posiciones de riesgo, lo que llevó a los principales índices de estos mercados a cerrar claramente a la baja, cerca de sus niveles más bajos del día. 

Las dudas sobre el impacto que pueda tener la nueva ola de la pandemia en el ritmo de la recuperación económica y el temor a que el BCE se precipite y comience a retirar algunos de sus estímulos monetarios antes de tiempo, animó ayer a muchos inversores a reducir “riesgo”, lo que provocó que los sectores cíclicos, con el del automóvil a la cabeza, lideraran las caídas, mientras que únicamente un sector, el de las utilidades, fue capaz de terminar el día en positivo. El sector bancario, por su parte, reaccionó de forma muy negativa a los comentarios del jefe de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, en los que afirmó que los bancos de la Eurozona se enfrentarán a un mayor deterioro de su cartera de préstamos y que muchas entidades no han ajustado sus normas de control crediticio para reconocer la naturaleza única de la pandemia. Estas palabras de Enria vuelven a poner en el “foco” de atención de los inversores la credibilidad de lo que reflejan los balances de los bancos de la región, algo que entendemos ya está muy descontado en las valoraciones bursátiles de estas entidades si nos atenemos a las ratios precio/valor contable a los que cotizan actualmente muchas de ellas. 

Sobre lo señalado anteriormente, creemos importante destacar que: i) todo parece indicar que el impacto de la nueva ola de la pandemia en el ritmo de la recuperación está siendo marginal en la mayoría de las economías de la región. Si hace unos días el Gobierno italiano revisaba al alza sus expectativas de crecimiento para la economía del país en 2021, ayer fue el Instituto Nacional de Estadística francés, el INSEE, el que hizo lo propio. Además, se espera que hoy el BCE revise al alza sus proyecciones para el PIB de 2021 para el conjunto de la Eurozona. Entendemos que todos los analistas que han realizado estas estimaciones han tenido en cuenta el impacto de la pandemia en las distintas economías; ii) a pesar de que es muy factible que hoy el BCE baje el ritmo de las compras de bonos que está llevando a cabo bajo el paraguas del plan de compras de emergencia para la pandemia (PEPP), la realidad es que simplemente va a situarlo al nivel con el que comenzó el ejercicio, tras haberlo incrementado de forma temporal en un momento en el que temió que las condiciones financieras de la Eurozona se vieran afectadas negativamente por el repentino incremento de los rendimientos de los bonos soberanos europeos, los cuales se vieron arrastrados al alza por el repunte de los de los bonos del Tesoro estadounidense. La relajación que han experimentado todos ellos en los últimos meses hace que sea coherente que el BCE opte por normalizar el ritmo de sus adquisiciones. 

No obstante, lo que verdaderamente tiene algo confusos a los inversores son las evidentes discrepancias que sobre el futuro de la política monetaria en la Eurozona existen en el seno del Consejo de Gobierno del BCE. Así, ayer mismo, el gobernador del Banco Central de Austria, Robert Hilzmann, volvió a señalar que el BCE podría retirar sus estímulos monetarios más rápidamente de lo que los mercados piensan debido al potencial riesgo al alza de la inflación. En sentido contrario, el gobernador del Banco Central de Eslovenia, Boštjan Vasle, dijo que la actual política acomodaticia del BCE era todavía necesaria como consecuencia de las nuevas olas de la pandemia. Habrá que ver si la presidenta del BCE, la francesa Lagarde, que posee un perfil más político que técnico, es capaz de acercar posturas y presentar a los mercados una posición unánime del Consejo sobre este tema. 

En principio, esperamos que hoy el BCE anuncie: i) que mantiene sus tipos de interés de referencia sin cambios y que no tiene previsto aumentarlos por un largo periodo de tiempo -el mercado espera que se mantengan al nivel actual hasta 2024-; ii) que reduce de 80.000 millones a 60.000 millones de euros las compras mensuales de bonos que está realizando para el programa PEPP; iii) que una vez finalizado el programa PEPP seguirá comprando bonos, utilizando para ello otros programas en vigor como el Asset Purchase Program (APP) con objeto de mantener unas condiciones favorables de financiación en la Eurozona; iv) que revisa al alza sus expectativas de crecimiento económico e inflación para la región; y v) que sigue considerando el repunte de la inflación como pasajero. 

Por otra parte, y centrándonos en la sesión de ayer en Wall Street, mercado que cerró a la baja, con los sectores/valores de corte defensivo como los que mejor se comportaron, comentar que en este mercado los flojos datos de empleo de agosto dados a conocer el viernes han “disparado” el pesimismo entre los inversores y analistas, con varios estrategas de importantes bancos de negocio regulando y anunciando revisiones a la baja tanto de sus expectativas de crecimiento como de sus recomendaciones para la renta variable del país, apoyándose en la evidente desaceleración que, como consecuencia de la nueva ola de la pandemia, ha experimentado la economía estadounidense en agosto y septiembre -ayer el Libro Beige de la Reserva Federal (Fed) confirmó este hecho-. En ese mayor pesimismo, factor que puede terminar impactando de forma negativa a la marcha de los mercados de valores, al menos en el corto plazo, también tiene mucho que ver la crisis de Afganistán; el enconamiento de las disputas con China; los problemas que está encontrando la Administración Biden para aprobar sus programas de infraestructuras, tanto el de las físicas como el de las “sociales” y, en general, el negativo ambiente político que se respira en el país. 

Hoy, y a la espera de saber qué es lo que anuncia el BCE, esperamos que las bolsas europeas abran a la baja, en una sesión que presenta una agenda macro muy liviana, en la que únicamente destaca la publicación en Alemania de la balanza comercial de julio y, ya por la tarde en EEUU, de las cifras de nuevas peticiones de subsidios de desempleo, cifras que son una buena aproximación al desempleo semanal. Hasta la finalización del Consejo de Gobierno del BCE, serán los futuros de los principales índices de Wall Street, que vienen a la baja, la principal referencia de los inversores en las plazas europeas. Después, serán las decisiones del BCE las que determinen la tendencia de cierre en las bolsas europeas.