Intermoney | Tras un martes muy negativo para la deuda pública, en especial en los tramos largos, así como en la renta variable, el miércoles la situación se templaba. Los rendimientos de los bonos en áreas como Reino Unido (su bono a 30 años se dejaba -9 p.b. hasta 5,6%) y Francia (-4,7 p.b. hasta 4,44%) descendieron, compensando los repuntes del día anterior. Una dirección similar a lo que veíamos en la deuda americana, cuyas compras durante el miércoles además fueron intensificadas tras los datos de la jornada que mostraban un mayor deterioro del mercado de trabajo. El bono a 30 años veía caer su rentabilidad en -7,6 p.b. hasta 4,88% mientras en el 2 años la caída era de -3,5 p.b. (3,60%). En el caso de las bolsas, el verde también volvía a ser el color dominante a ambos lados del Atlántico, con el S&P500 subiendo medio punto y el Nasdaq 1 p.p. En Europa, las principales bolsas también ofrecieron subidas, destacando el CAC francés, que se apuntaba un +0,86%, mientras el Ibex 35 ganaba un +0,58% y el Stoxx600 un +0,66%.
Como decimos, la deuda en EEUU se movía sobre todo a partir de los datos relacionados con el empleo, que a su vez van a tener ahora aún más peso para el banco central después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, admitiera de facto que los riesgos para el empleo han superado a las preocupaciones por la inflación. Y en esta semana vamos a recabar mucha información nueva. Sin ir más lejos, el miércoles la gradual desaceleración del mercado se puso de manifiesto con las vacantes de empleo JOLTS, que disminuyeron en 176.000 en julio, hasta 7,18
millones (frente a los 7,4 millones est.) y siendo el nivel más bajo en casi un año, lo cual a su vez venía acompañado de una revisión a la baja en 80.000 durante el mes de junio. De hecho, la ratio de ofertas de empleo respecto al número de estadounidenses desempleados ha caído por debajo de 1 por primera vez desde principios de 2018 si excluimos el periodo pandémico, y esto es una señal más nítida del debilitamiento del mercado laboral.
Además, el deterioro de las ofertas de trabajo se ha dejado sentir en algunas de las categorías que hasta ahora más habían contribuido a la creación de empleo como es el sector sanitario y asistencia (-181.000) y que ahora caen a su nivel más bajo en cuatro años. No debemos desdeñar esto, ya que si pierdes estas áreas acíclicas que han sostenido buena parte del empleo hasta ahora, realmente no queda mucho más para mantener el crecimiento de las nóminas en
positivo. No nos sorprendía tanto que siguiera cayendo el empleo público, sobre todo lo vimos en el estatal y local (-56.000). También contribuían a la baja sectores como alojamiento, recreación y comercio minorista, con esta última cayendo en -110.000. Otro de los aspectos más destacados era que el número de despidos subió ligeramente al nivel más alto desde septiembre, reflejando el aumento de despidos en la construcción. Donde no se apreció ningún
cambio fue en la tasa de renuncias, que se mantuvo en el 2%.



