Los bancos centrales enfilan los recortes de tipos

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Intermoney | Los principales bancos centrales pasaban a la acción de manera clara. La Reserva Federal sorprendía al recortar los tipos de interés en 50 p.b. justificándolo por las menores presiones inflacionistas y el menor empuje del mercado laboral. El FOMC aumentaba sus estimaciones para la tasa de desempleo y en su cuadro de puntos señalaba un total de 50 p.b. más de recortes de aquí a finales de año. En el caso del BCE, el tipo de interés para la facilidad de depósito se recortaba en 25 p.b. y en 60 p.b para tipo de interés de las operaciones principales de financiación y la facilidad marginal. Al igual que su homólogo americano también apuntaba a más acciones.

En China, las autoridades presentaban un paquete de estímulos con medidas de apoyo al sector financiero, al inmobiliario y al mercado de valores para reavivar la recuperación de la segunda economía mundial ante los temores sobre si podrá cumplir con su objetivo de crecimiento de este año. Como era de esperar, el CSI 300 se revalorizaba con bastante fuerza. En los bonos gubernamentales, las compras se sucedían, lo que reducía el rendimiento de los títulos. Como particularidad, el debate en torno al déficit fiscal de Francia ocasionaba que la prima de riesgos con respecto al Bund llegase a subir más que la del bono español a 10 años.

Septiembre era el mes de los bancos centrales. Comenzando por la Reserva Federal, el banco americano no se andaba con rodeos y acometía una reducción de 50 p.b. que llevaba el rango de los fed funds al 4,75%-5,0% en una reunión donde solamente Michelle Bowman abogaba por recortar en 25 p.b. Este era un punto interesante pues se trataba de la primera vez que un miembro del FOMC se muestra en desacuerdo desde 2005. La falta de unanimidad era muy importante porque los recortes de 50 puntos básicos parecen, en retrospectiva, acciones reservadas para el comienzo de una recesión y de haber sido una decisión plena se habría dado esa impresión.

Los asuntos del mercado laboral eran tratados especialmente en la reunión y la tasa de desempleo era revisaba al alza en los tres años de previsiónPara el 2024 se situaba en un 4,4% (4,0% ant.), la misma cifra que para 2025 (4,2% ant.). Finalmente, para el año 2026 la Fed también la subía pasando del 4,1% de junio al 4,3%. Estas correcciones ayudaban a que el banco apuntase a que el riesgo de presiones inflacionistas sea reducido. En este aspecto, el nuevo cuadro macro ofrecido por la Reserva Federal rebajaba en tres décimas la lectura de IPC para el presente año (2,3%), en dos para el próximo (+2,1%) y la dejaba invariable para el 2026 (2,0%).

De cara a la hoja de ruta, la estimación mediana anticipaba un total de 50 p.b de recortes para fin de año; en otras palabras, 25 p.b para las reuniones de noviembre y diciembreEl FOMC también ven otros 100 p.b. de recortes el próximo año, aunque lo interesante será ver como reparte los recortes a lo largo de 2025. Lo mismo podemos decir de las acciones del BCE una vez que tras su encuentro de política monetaria dejaba claro que seguirá actuando.

La reunión del BCE se saldaba con los recortes esperados que, como novedad, traían una amplitud distinta entre las tasas de referencia que usa el banco. Para el tipo de interés de la facilidad de depósito el recorte de 25 p.b. llevaba la tasa al 3,5%. En cuanto al tipo de interés de las operaciones principales de financiación, las cuales proveen de liquidez al sistema bancario semanalmente, y el tipo usado para la facilidad marginal, el tipo que cobra el BCE a las entidades de crédito por prestarles dinero al plazo de un día, el recorte era de 60 p.b. lo que situaba la tasa para el primero en 3,65% y para el segundo en 3,90%.

En las proyecciones macroeconómicas, el banco no alteraba la previsión para la inflación general, pero las perspectivas para los precios subyacente se elevaban ligeramente para el presente año y el próximo debido a las presiones de los precios más fuertes de lo esperado en servicios. Concretamente apuntaba a un +2,9% para 2024 y un +2,3% para 2025 y no dudaba en señalar a la evolución salarial como uno de los motivos principales.

Somos conscientes de que el ejercicio de moderar la inflación es bastante complicado. Esto justifica que, por el momento, la estrategia aparente del BCE vaya a ser de reducción de 25 p.b. que, en teoría, no debería de cambiar de amplitud si consideramos que los altos tipos y los precios aun resistentes no favorecen la evolución de la actividad. Esto se podía apreciar en el leve recorte de una décima que el BCE hacía del PIB para los tres años de proyección que ofrece.

Siguiendo con los bancos centrales, en China el PBoCh anunciaba amplios estímulos monetarios y medidas de apoyo al mercado inmobiliario para reactivar la economía china. La medida más importante era un recorte de 20 p.b. del tipo repo inverso de referencia a 7 días, que pasa del 1,7% al 1,5% debiendo de tener presentes que ahora esta es la tasa principal. También se añadieron otras medidas no convencionales, como un nuevo recorte en el coeficiente de caja de los bancos, concretamente la reducción era de 50 p.b. lo que situaba la ratio en el 9,5%. Al mismo tiempo, para reavivar la actividad en el sector inmobiliario, se ofrecía también una disminución promedio de 50 p.b. en las tasas de hipotecas existentes.

Las acciones drásticas chinas están claras. El politburó no quiere comprometer la senda de crecimiento marcado y necesitaba dar un golpe en la mesa para empezar a generar confianza en los ciudadanos. El resultado era un fortísimo repunte del CSI 300 que, desde el día en el que se decidían tales acciones experimentaba una revalorización superior al 20%. Es más, el último día hábil del mes el selectivo se anotaba un +8,48%.

Los estímulos chinos tienen una implicación favorable para Europa considerando que la activación de la demanda externa ayudaría a países en apuros como AlemaniaEn septiembre, los PMIs de la zona euro salían peor de lo esperado, con Alemania particularmente débil lo que retrasaba el escenario de mejora cíclica. Esto y las noticias de que el nuevo gobierno francés anunciase que el déficit de 2024 podría superar el 6% del PIB si no se toman medidas reducían cierto atractivo a las bolsas europeas, a pesar de que los datos de inflación fuesen más amables e, incluso el IPC de la UEM se situase por debajo del 2%.

En concreto, el Eurostoxx50 se revalorizaba un +0,54% (5000 pts), mientras que en EEUU el S&P500 ganaba un +3,2% (5.762 pts). En clave de deuda soberana, las intenciones de recortar tipos de manera recurrente impulsaban las compras de deuda soberana. El Bund reducía en el mes su rentabilidad en -9,16 p.b. (2,112%) y en el caso del T-Note en -3,66% (3,782%)Los problemas de déficit de Francia, llevaban a que la prima de riesgo francesa diese el“sorpasso” a la española pues el papel galo a 10 años repuntaba hasta 2,917%. En clave de divisas, la divergencia de política monetaria entre Japón y occidente llevaba a que el yen se llegase a apreciar frente al dólar hasta niveles de 140 USDJPY (143,63 fin de mes). El oro seguía ejerciendo su papel de activo refugio al revalorizarse un +5,24% (2.634$/onza), mientras que el petróleo evolucionaba a la baja (Brent 71,77$/barril).