Powell reconoce el riesgo de que la Fed vaya demasiado lejos, pero asume que es peor no poder restaurar la estabilidad de precios

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión de escasa actividad en los mercados, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer con importantes descensos tras tres días consecutivos de alzas. Sin nuevas razones aparentes, ayer los inversores volvieron a optar claramente por reducir sus posiciones de riesgo, lo que tuvo su reflejo en el buen comportamiento de los precios de los bonos y, por tanto, en la caída de sus rendimientos, así como en el hecho de que ayer en las principales plazas bursátiles europeas fueran los valores de corte defensivo los que “menos mal” se comportaron durante la jornada, con el sector de la sanidad como el único que fue capaz de cerrar la sesión en positivo. En sentido contrario, fueron los valores de los sectores de corte más cíclico, entre ellos los del sector del automóvil, los del sector químico y los del sector del ocio y turismo, los que mostraron una mayor debilidad.

La principal cita del día de ayer fue la publicación de las lecturas preliminares de junio de los IPCs de España y Alemania. El hecho de que la inflación en Alemania, en contra de lo esperado, se ralentizara en el mes de junio fue, en un principio, muy bien recibido tanto por los mercados europeos de bonos, que aumentaron sus ganancias, como por los de renta variable, que redujeron sus pérdidas, aunque posteriormente volvieran a ceder terreno. Como habíamos señalado en nuestro comentario de mercado de ayer, una sorpresa positiva en las cifras de la inflación de Alemania y de España iba a gustar a los inversores. Al final, solo “cumplieron” las cifras alemanas, ya que las españolas fueron mucho peores de lo esperado, no mostrando ningún síntoma de que esta variable pueda haber tocado techo. Es más, la inflación subyacente se situó en el 5,5%, su nivel más elevado desde el mes de agosto de 1993, lo que es muy preocupante, ya que indica que las alzas de precios ya son generalizadas.

Sobre la inflación siguieron ayer hablando los líderes de los principales bancos centrales en sus intervenciones en el foro de Sintra (Portugal). Ayer fue el turno de Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed), quien dejó bien claro que no podía descartar la posibilidad de que el proceso de subidas de los tipos oficiales en marcha para luchar contra esta variable no terminara por abocar a la economía estadounidense a la recesión. En ese sentido, Powell reconoció que es cierto que existe el riesgo de que la Fed vaya demasiado lejos con su política de subidas de tipos, pero que el mayor riesgo es no poder restaurar la estabilidad de precios. Estas palabras no hacen sino confirmar que la Fed actuará con todo su arsenal para intentar reconducir una inflación que está fuera de control y que, a la larga, es un mayor peligro para la economía estadounidense que una pequeña recesión, inducida por las alzas de los tipos oficiales.

En Wall Street la sesión de ayer tuvo también un sesgo defensivo, con los valores de los sectores de la sanidad y del consumo básico comportándose mejor que el mercado en su conjunto, mientras que los de corte más cíclico haciéndolo sensiblemente peor, incluido el de la energía, que ayer fue muy castigado debido al giro bajista que se dio el precio del crudo durante las últimas horas de esta sesión. Al igual que ocurrió en Europa, los bonos, tras dos días de fuerte castigo, reaccionaron ayer al alza, lo que conllevó un importante descenso de sus rendimientos. Al cierre, los tres principales índices de este mercado, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite terminaron prácticamente planos, con el primero de ellos ligeramente en positivo y los otros dos mínimamente a la baja.

Hoy la inflación volverá a ser protagonista ya que por la mañana se publicará en Francia la lectura preliminar del IPC de junio y, ya por la tarde y en Estados Unidos, el índice de precios del consumo personal, el PCE, correspondiente al mes de mayo. Como siempre señalamos, el PCE es la variable de precios más seguida por la Fed, de ahí su relevancia. En principio se espera que la inflación se haya nuevamente acelerado en Francia en junio, y que también lo haya hecho el PCE estadounidense en mayo, aunque en este caso, los analistas proyectan un ligero descenso en el mes de su subyacente.

Entendemos que los inversores estarán muy pendientes de ambas cifras ya que, como también venimos señalando, el comportamiento de la inflación en los próximos meses va a ser determinante para la marcha de los mercados durante la primera parte del 2S2022.

Por lo demás, comentar que hoy es la última sesión del mes de junio y del 2T2022, lo que podría conllevar algún intento de “maquillaje” tanto en las bolsas como en los mercados de bonos, aunque creemos que muchos inversores tienen ya más que asumida la muy negativa evolución de estos mercados durante la primera parte del ejercicio. En principio, esperamos que las bolsas europeas abran la sesión de hoy nuevamente a la baja, en línea con el comportamiento que muestran esta madrugada los futuros de los índices bursátiles de Wall Street. En Asia las bolsas chinas han reaccionado de forma positiva a la publicación de los índices adelantados de actividad del mes de junio, los PMIs oficiales, que tanto en el sector de las manufacturas como en el de los servicios han vuelto a mostrar aumento de la actividad con relación al mes precedente, algo que entendemos es consecuencia del levantamiento desde comienzos del citado mes de muchas de las restricciones impuestas para luchar contra la última ola de la pandemia que afecta al país. Por el contrario, la bolsa japonesa ha recibido negativamente los datos de la producción industrial de mayo, que han estado por debajo de lo esperado.

Por último, y por el impacto que pueda tener en el precio del crudo, habrá que estar pendientes de la reunión que mantienen hoy los países de la OPEP+, reunión mensual en la que determinan su estrategia de producción. El mayor problema en estos momentos es que muchos de estos países, por diferentes motivos, no están siendo capaces de alcanzar sus cuotas de producción asignadas, lo que, unido a las sanciones impuestas por Occidente a Rusia por la invasión de Ucrania, está teniendo un negativo impacto en la oferta mundial de esta materia prima, mercado que sigue por ello muy tensionado.