Sería positivo que los inversores vuelvan a centrar su atención en las expectativas de resultados y abandonen su dependencia de la macroeconomía

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los mercados de bonos y acciones europeos y estadounidenses cerraron la primera semana del año con muchas dudas, con la mayoría de los índices registrando sensibles descensos y con los inversores aprovechando el reciente rally alcista de ambos mercados para deshacer algunas posiciones de riesgo y, a la vez, realizar beneficios. En nuestra opinión, los mercados habían ido demasiado lejos al descontar que los principales bancos centrales occidentales comenzarían a bajar sus tasas de interés de referencia tan pronto como a finales del 1T2024 y que a lo largo del año reducirían los mismos mucho más de lo que venían anticipando las propias autoridades monetarias. Sin embargo, mientras las economías resistan, especialmente la estadounidense, y los mercados de trabajo se muestren sólidos -los datos de empleo de diciembre publicados el viernes en Estados Unidos apuntan a un mercado laboral que sigue más tensionado de lo que a la Reserva Federal (Fed) le gustaría ver- los bancos centrales se van a tomar su tiempo antes de comenzar a bajar los tipos de interés oficiales y, probablemente, lo hagan en menor cuantía de lo anticipando por los inversores. De hecho, tras la publicación de las mencionadas cifras de empleo la probabilidad de que la Fed baje sus tasas oficiales en 25 puntos básicos en el mes de marzo bajó hasta el 53% desde el 66% del día precedente y frente al 89% de hace una semana. Aún así, nos parece todavía demasiado optimista, siendo en nuestra opinión más factible que el primer recorte de los tipos oficiales no se produzca en Estados Unidos hasta finales del 1S2024.

No obstante, todo lo referente a la futura evolución de los tipos de interés presenta una elevada incertidumbre, y serán los datos macroeconómicos que se vayan dando a conocer en los próximos meses, concretamente los referentes al mercado laboral y a la inflación, los que determinen las futuras actuaciones de los bancos centrales y, por ende, la evolución de los mercados de renta fija y renta variable occidentales.

En ese sentido, señalar que esta semana la agenda macroeconómica presenta una cita muy relevante para los inversores, ya que el próximo jueves se dará a conocer en Estados Unidos la lectura del IPC de diciembre. En principio, y como ha pasado en las principales economías de la Eurozona, se espera que la tasa de crecimiento interanual del IPC general haya repuntado ligeramente en el citado mes (3,2% vs 3,1% en noviembre) y que la de su subyacente haya seguido bajando (3,8% vs 4,0% en noviembre). No obstante, tanto la inflación general como su subyacente continuarán muy por encima del objetivo de la Fed del 2%, por lo que no vemos motivos para que el banco central estadounidense “fuerce la marcha” y comience a bajar sus tasas de inmediato.

Por lo demás, comentar que a finales de la presente semana comienza en Estados Unidos de forma “oficiosa” la temporada de publicación de resultados trimestrales. Así, el viernes darán a conocer sus cifras correspondientes al pasado trimestre empresas de la relevancia de UnitedHealth Group (UNH-US), JPMorgan Chase (JPM-US), Bank of America (BAC-US), Wells Fargo (WFC-US), BlackRock (BLK- US), Delta Air Lines (DAL-US) y Bank of New York Mellon (BK-US). Habrá que estar muy atentos no solo a los datos trimestrales que den a conocer estas compañías sino, sobre todo, a lo que digan sus gestores sobre cómo ven el escenario económico al que se enfrentan sus empresas, así como sobre cómo esperan que se comporten sus negocios en el mismo. Una buena temporada de resultados trimestrales podría ser el catalizador que necesitan los mercados de valores para recuperar el buen tono de los últimos meses del pasado ejercicio. En ese sentido, creemos que sería positivo que los inversores vuelvan a centrar su atención en las expectativas de resultados de las cotizadas y abandonen en cierta medida su actual dependencia de la macroeconomía.

Hasta entonces, esperamos que las bolsas europeas y estadounidenses sigan mostrando cierta debilidad, siendo factible que sus principales índices cedan algo más de terreno, aunque no esperamos, al menos de momento, una corrección en toda regla de estos mercados. Hoy, y para empezar la semana, esperamos que los principales índices bursátiles europeos abran ligeramente a la baja, lastrados por el negativo comportamiento que han mostrado de madrugada los mercados asiáticos. El dólar se muestra estable, mientras que el crudo cede terreno tras conocerse que Arabia Saudita ha rebajado sus precios de cara a febrero como consecuencia de una demanda más débil de lo anticipado.

Por lo demás, comentar que en la agenda macroeconómica del día de hoy destaca la publicación en Alemania de los pedidos de fábrica de noviembre y en la Eurozona de los índices de confianza económica sectoriales y de confianza de los consumidores, todos ellos correspondientes al mes de diciembre, así como de las ventas minoristas de noviembre, datos que, en principio, no esperamos vayan a tener un gran impacto en la marcha de los mercados.